Puede ser molesto lidiar con los labios escamosos, partidos y resecos, en especial durante una temporada de clima seco y frío. La exfoliación puede ser de utilidad para curar la piel muerta y reseca en la superficie de los labios suaves. Haz que tus labios escamosos se humedezcan y adquieran volumen al exfoliarlos con cuidado usando un exfoliante o artículos del hogar comunes, y al humectarlo de forma adecuada. ¡Podrás elaborar exfoliantes magníficos con artículos que tengas en casa!

Método 1
Método 1 de 2:
Elaborar un exfoliante natural

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    Usa un exfoliante hecho con azúcar. Mezcla partes iguales de aceite de oliva y azúcar en un tazón pequeño para crear una pasta.[1] Párate frente al lavabo para no ensuciar, toma un paño suave y limpio, y aplícate la mezcla en los labios empleando movimientos circulares suaves. Enjuágate la mezcla con agua tibia (no caliente), junta las manos y salpícate agua en la boca hasta que esté limpia. Sécate los labios con toques suaves y huméctalos con vaselina o un bálsamo labial hidratante.
    • Puedes usar azúcar blanca o rubia, pero no en polvo.
    • El aceite de coco es una opción sabrosa que puedes usar en lugar del aceite de oliva.
    • Mientras más tiempo (y con más fuerza) frotes la mezcla en los labios, mayor será la intensidad con la que los exfolie. Hazlo por alrededor de 1 minuto como máximo. Si exfolias demasiado tus labios, estos podrían quedar adoloridos o partidos.
    • Los exfoliantes hechos con aceite son grandiosos para la piel reseca, ya que son muy hidratantes.
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    Aplícate un exfoliante de bicarbonato de sodio. Mezcla bicarbonato de sodio con agua para formar una pasta arenosa, pero ten en cuenta que podrías tener que experimentar con la proporción. Toma un paño limpio o un cepillo dental viejo con cerdas rectas y suaves, y frótate la pasta en los labios empleando un movimiento circular suave.[2] Enjuágate con agua tibia, sécate dándote toques suaves y aplícate un bálsamo labial o vaselina.
    • El bicarbonato de sodio y el agua no te humectarán los labios en lo absoluto, por lo que deberás aplicarte un bálsamo labial humectante al terminar.
    • Este exfoliante podría ser adecuado si tienes la piel grasosa cerca de la boca, ya que no es grasoso.
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    Usa un exfoliante de azúcar con miel. Mezcla 1/3 de miel y 2/3 de azúcar en un tazón pequeño.[3] Aplícatelo en los labios empleando un movimiento circular. Puedes usar el dedo si antes te lavas las manos, o un cepillo dental suave, un paño limpio o un hisopo. Déjate la pasta por 2 o 3 minutos. Lávatela con agua tibia y ten en cuenta que la miel es pegajosa, por lo que podrías lavarte por unos minutos. Frótate los labios con cuidado usando un paño y luego huméctalos.
    • También puedes dejarte el exfoliante toda la noche sí así lo deseas. Luego de aplicarte el exfoliante, coloca una tira de papel toalla en tus labios y presiónala con suavidad. Esto evitará que el exfoliante manche tu ropa de cama y tu rostro. Duerme boca arriba y mantén la cabeza erguida. Quítate la tira de papel en la mañana, enjuágate el exfoliante y huméctate bien los labios.

Método 2
Método 2 de 2:
Usar productos sencillos para exfoliarte

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    Usa un cepillo dental. Toma un cepillo dental viejo (de preferencia, uno con cerdas rectas y muy suaves) y aplícale un poco de vaselina. Frota el cepillo en tus labios empleando un movimiento circular.[4] Déjate la vaselina aplicada para que te rehidrate los labios o aplícate un poco más si la mayor parte se ha salido.
    • No deberás volver a cepillarte los dientes con este cepillo. Puedes guardarlo en un lugar seco y limpio, y usarlo para exfoliarte, pero no deberás contaminarlo usándolo para otros fines.
    • Si tienes los labios sensibles, deberás usar un cepillo dental para niños. Estos suelen ser más suaves.[5]
    • Si no quieres usar un cepillo dental, podrás emplear el mismo truco con un paño suave y limpio.
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    Exfóliate con zumo de limón. Mezcla una cucharada de zumo de limón con una cucharada de aceite de castor o glicerina.[6] Aplícate esta mezcla en los labios y déjala aplicada aproximadamente por una hora. Luego quítate la mezcla con cuidado usando un paño suave humedecido con agua tibia. Huméctate de la forma habitual.
    • Esto funcionará para los labios y la piel resecos y partidos.
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    Nutre tus labios y alívialos con avena. La avena tiene una textura granulada que facilita una buena exfoliación y puede absorber y eliminar la suciedad y las impurezas de la piel con eficacia. Mezcla 1 cucharada (15 ml) de avena con 3 cucharadas (45 ml) de agua tibia o leche, y aplícate la mezcla en los labios empleando un movimiento circular por 1 o 2 minutos. Luego enjuágatelos con agua tibia y después con agua fría.[7]
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    Colócate pétalos de rosas en los labios. Además de parecerte romántico, exfoliarte con pétalos de rosas también te humectará los labios y les dará un tono un poco más rojizo. Remoja algunos pétalos de rosa limpios en leche fresca por alrededor de 3 horas. Una vez que los pétalos se remojen por completo, deberás aplastarlos para formar una pasta. Puedes usar un mortero o tan solo la parte posterior de una cuchara grande. Luego de haber elaborada la pasta, deberás aplicártela en los labios formando una capa uniforme.[8]
    • Este será un exfoliante suave y un humectante, y podría ser de utilidad para la piel sensible.
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    Compra un exfoliante labial ya elaborado. Hay muchos exfoliantes labiales disponibles en el mercado, como los de las marcas LUSH y e.l.f.[9] Busca productos hechos con ingredientes naturales como el aloe vera o la manteca de karité, y evita el ácido salicílico, ya que puede ser demasiado fuerte.[10] Usa los nuevos productos con precaución y aplica una presión leve para no exfoliarte en exceso.
    • Si sientes los labios irritados luego de usar un producto, deberás dejar de usarlo.

Consejos

  • Si sientes los labios resecos, deberás usar un humectante o un bálsamo para los labios. Evita lamerte los labios, ya que esto los resecará más. Es de utilidad que lleves contigo un bálsamo labial o un lápiz labial humectante todo el día.
  • Los aceites de oliva, almendra, coco y jojoba son ingredientes seguros que puedes usar para exfoliarte los labios.
  • Agrégale una gota de aceite esencial (como el de menta o el de vainilla) a tu exfoliante casero.
  • Experimenta preparando exfoliantes labiales saborizados con diferentes frutas, como el kiwi, la lima y el melón.

Advertencias

  • No te exfolies los labios en exceso. Si te exfolias con demasiada fuerza o frecuencia, esto puede dejarlos resecos, adoloridos y partidos. Exfóliate una vez a la semana, o con menos frecuencia si tienes los labios sensibles.
  • No uses un cepillo dental ni un paño si tienes los labios resecos. Siempre usa un exfoliante o vaselina empleando movimientos circulares suaves.[11]

Cosas que necesitarás

  • azúcar
  • agua
  • aceite de oliva o de coco
  • miel
  • bicarbonato de sodio
  • cepillo dental viejo con cerdas suaves
  • vaselina
  • bálsamo labial
  • paño limpio
  • papel toalla

Acerca de este wikiHow

Daniel Vann
Coescrito por:
Esteticista licenciado
Este artículo fue coescrito por Daniel Vann. Daniel Vann es el director creativo de Daredevil Cosmetics, un estudio de maquillaje en el área de Seattle. Lleva más de 15 años trabajando en la industria cosmética. Actualmente es esteticista y educador de maquillaje. Este artículo ha sido visto 77 292 veces.