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La postura del guerrero II, o Virabhadrasana II, es una postura sencilla pero muy poderosa. Es estupenda para fortalecer las piernas y el abdomen, además de resultar apta para todos los niveles. Concéntrate en mantener la estabilidad y en respirar, y sentirás el poder atravesando tu cuerpo mientras practicas esta postura.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 2:Practicar la postura del Guerrero II
Parte 1
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1Entra en la posición inicial. La postura de la montaña es una buena posición de inicio para muchas posturas de yoga. Empieza con los pies juntos y los brazos extendidos a los lados del cuerpo. Intenta repartir el peso uniformemente entre los dos pies, y respira manteniendo un ritmo constante.
- Si te cuesta mantener el equilibrio, separa ligeramente los pies.
- Puedes practicar sobre una esterilla de yoga, si la tienes en casa.
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2Separa los pies. El primer paso para entrar en la postura del guerrero II es separar los pies mediante un salto o un paso. Las piernas deben quedar ampliamente separadas con los pies mirando hacia delante. Los pies deben estar separados bastante más allá de la anchura de los hombros, pero asegúrate de mantener una abertura cómoda que puedas controlar.
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3Gira el pie izquierdo unos 90 grados hacia fuera. A continuación, rota el pie izquierdo hacia fuera, formando un ángulo recto con el pie derecho y apuntando hacia la izquierda. Gira el pie derecho ligeramente hacia dentro para facilitar el equilibrio y la estabilidad del cuerpo.
- Para realizar la postura al otro lado, solo tienes que cambiar de pierna. En otras palabras, rota el pie derecho 90 grados hacia fuera en lugar de girar el pie izquierdo.
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4Eleva los brazos. Sin perder el equilibrio, eleva los brazos a los lados. Deben estar estirados y apuntando hacia los lados, alejándose del cuerpo con las palmas de las manos dirigidas hacia abajo. Intenta mantener los brazos alineados con los hombros.
- Gira la cabeza y mira hacia tu mano izquierda. Fija la mirada en las puntas de los dedos mientras estiras los brazos hacia los lados, dejando que la extensión llegue hasta las manos.
- Mira hacia la mano del mismo lado del pie que tienes girado 90 grados hacia fuera.
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5Exhala y flexiona la rodilla izquierda. El muslo debe quedar paralelo al piso, y la rodilla debe caer justo sobre el tobillo. Presiona el piso con el pie y deja que las caderas caigan directamente hacia abajo. Alarga la columna vertebral elevando suavemente la coronilla. Relaja los hombros y abre el pecho ligeramente.[1]
- Aguanta en esta postura, respirando a ritmo constante durante unos 5 segundos.
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6Cambia de lado. Después de mantener la postura durante unos segundos, estira las piernas. Para realizar la postura al otro lado, solo tienes que repetir todos los pasos girando el pie derecho 90 grados hacia fuera, flexionando la rodilla derecha y mirando hacia la mano derecha.
Parte 2
Parte 2 de 2:Conocer los beneficios y las variaciones de la postura
Parte 2
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1Identifica los beneficios. El guerrero II es una postura estupenda para fortalecer las piernas, así como para abrir el pecho y las caderas. Puedes incorporarla a cualquier rutina de ejercicio para mejorar el equilibrio. También puede ayudar a mejorar la circulación y la respiración. Cuando practiques esta postura, sentirás cómo aumenta la energía por todo tu cuerpo.[2]
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2Prueba a hacer una variación. Hay una variación muy sencilla que puedes probar. Para realizar esta variación de la postura, solo tienes que colocar las manos en las caderas en lugar de extender los brazos a los lados. Tal vez tengas que activar más el abdomen para mantener el equilibrio al practicar esta versión.
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3Empieza a practicar la postura del guerrero II invertido. Una vez que domines el guerrero II, puedes probar a practicar el guerrero II invertido. Esta postura es ligeramente más avanzada, y se recomienda para un nivel intermedio más que para principiantes. Para empezar, entra en la postura del guerrero II, con el pie derecho girado hacia fuera en ángulo recto y la rodilla derecha flexionada. Ahora, lleva la mano izquierda hacia abajo hasta apoyarla sobre la pierna izquierda, inclinando el torso ligeramente hacia atrás.
- Inhala mientras elevas el brazo derecho, y extiende los dedos de la mano derecha apuntando hacia el techo.
- Mantén la rodilla derecha flexionada y las piernas fuertes mientras practicas la postura.
- Respira manteniendo un ritmo constante y aguanta la postura durante unos segundos.
- Colocar los brazos paralelos al piso para volver a la postura del guerrero II.[3]