Ciertas comidas requieren una pieza de pan fresco, pero no siempre tienes tiempo para esperar durante horas a que el pan se eleve. Cuando necesitas pan fresco y sustancioso en menos de una hora, hacer esta receta rápida no te decepcionará. Este pan crujiente y aromático es el acompañamiento perfecto para cualquier comida.

Ingredientes

  • 2 tazas de agua muy caliente (no hirviendo)
  • 4 cucharaditas de levadura instantánea
  • 1 cucharada de azúcar
  • 1/4 taza de aceite vegetal
  • 5 tazas de harina
  • 1 1/2 cucharaditas de sal

Parte 1
Parte 1 de 3:
Hacer la masa

  1. 1
    Vierte el agua en un bol. Es importante usar agua muy caliente, pero no demasiado ya que el agua hirviendo podría matar la levadura. El agua caliente la despertará sin matarla, lo cual es lo que necesitas. De esa manera la levadura ayudará a elevar el pan.[1]
  2. 2
    Añade la levadura y el azúcar. Usa una cuchara para mezclar todo. La levadura empezará a reaccionar con el azúcar y la mezcla se volverá burbujeante y espumosa. Esto debe ocurrir en tan solo unos minutos.
    • Si no ha pasado nada después de 3 minutos, es posible que la levadura esté rancia y podrías necesitar volver a comenzar la preparación.
    • También puedes volver a intentarlo usando agua ligeramente más caliente o más fría, dependiendo de la temperatura que usaste al inicio.
  3. 3
    Vierte la harina en un bol grande. 5 tazas producirán dos piezas de pan. Puedes usar harina para todo uso o harina panificable. Esta última podría darle un poco más de volumen al pan, pero la harina para todo uso también es útil.
  4. 4
    Agrega el aceite, la sal y la mezcla de levadura. Viértelos sobre la harina, uno a la vez.
  5. 5
    Mezcla la masa. Usa una batidora con gancho de amasar, una batidora manual o una cuchara de palo para mezclar todos los ingredientes hasta obtener una bola grande de masa pegajosa.
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 3:
Elevar y amasar la masa

  1. 1
    Coloca la bola de masa en un bol engrasado. Puedes lavar el bol que usaste para mezclar los ingredientes y engrasarlo con aceite o usar otro bol engrasado. Debe ser al menos el doble de tamaño de la bola de masa, de modo que esta tenga espacio para elevarse.
  2. 2
    Cubre la masa y ponla en un lugar cálido. Cúbrela holgadamente con papel film (no debe estar ajustado) o tapa el bol con un paño limpio. Ponlo en una zona cálida de tu cocina. Si tu cocina tiende a recibir corrientes de aire, precalienta el horno a 93,3 °C (200 °F), apágalo y mete el bol dentro. Será la temperatura ideal para que la masa se eleve.
  3. 3
    Deja que la masa se eleve durante 25 minutos. Durante este tiempo, la masa empezará a inflarse. No duplicará su tamaño, pero sí se elevará lo suficiente como para adoptar una buena textura.
  4. 4
    Golpea y amasa la masa. Si tienes una batidora fija, usa el gancho de amasar y amasa la masa hasta que se relaje, es decir más o menos 5 minutos. Si no tienes una batidora, puedes amasarla a mano. Dale la vuelta sobre una superficie enharinada y amásala con las palmas de tus manos durante 10 minutos o hasta que la masa se relaje.
    • Sabrás que la masa se ha relajado una vez que deje de retomar la forma de una bola cuando dejes de amasarla. Debe estar suelta y maleable.
    • La masa también adoptará un aspecto brillante y elástico.
    Anuncio

Parte 3
Parte 3 de 3:
Dividir y hornear la masa

  1. 1
    Precalienta el horno a 180 °C (350 °F).
  2. 2
    Divide la masa. Estírala con rodillo o presiónala hasta obtener una forma circular, como una masa de pizza. Córtala por la mitad con un cuchillo, de modo que tengas dos medialunas de masa.
  3. 3
    Enróllala. Coloca uno de los pedazos de masa delante de ti, de modo que una de las esquinas esté mirando hacia ti. Levanta dicha esquina y enrolla la masa lejos de tu cuerpo, como lo harías con un enrollado de mermelada. Enróllala por completo hasta obtener una pieza. Repite este proceso con el otro pedazo de masa.[2]
    • Si no quieres una pieza enrollada, puedes dividir la masa y darle la forma que tú quieras. Haz piezas de pan tradicionales, panecillos, masa de pizza o cualquier otra forma de tu preferencia.
  4. 4
    Haz cortes superficiales por encima. Usa un cuchillo para hacer unos cuantos cortes superficiales por encima de cada pieza. Esto ayudará a que el pan se cocine de forma más homogénea.[3]
  5. 5
    Coloca el pan sin hornear en una bandeja para horno. También es útil usar una placa para hornear galletas. Otra opción es colocar la masa en un molde de pan.
  6. 6
    Hornea el pan durante 30 minutos. Estará listo cuando la superficie luzca de color ligeramente marrón dorado. Sírvelo con mantequilla y mermelada o junto a sopas y estofados.
  7. 7
    Listo. ¡A disfrutar!
    Anuncio

Consejos

  • Cómelo dentro de dos o tres días. Recuerda que no contiene conservantes para hacerlo durar una semana.
  • Para obtener un pan saludable, ajusta los ingredientes: 2 tazas de harina fermentante, 1/2 taza de harina integral y 2 a 3 cucharaditas de semillas de linaza más 1 cerveza.
Anuncio

Acerca de este wikiHow

wikiHow es un "wiki", lo que significa que muchos de nuestros artículos están escritos por varios autores. Para crear este artículo, 9 personas, algunas anónimas, han trabajado para editarlo y mejorarlo con el tiempo. Este artículo ha sido visto 22 313 veces.
Categorías: Panes | Recetas
Anuncio