Hacer pan es una receta fácil, divertida y económica tanto para los cocineros principiantes como para los experimentados. Puedes prepararlo en casa con o sin levadura como ingrediente leudante para la receta. Una vez que hayas aprendido a hacer pan, puedes añadir ingredientes deliciosos, como el queso, los frutos secos, las frutas y las especias, para darle un toque sabroso.

Ingredientes

Pan simple

  • 1 paquete de levadura seca activa
  • 2,25 tazas (530 ml) de agua tibia
  • 6,5 tazas (830 g) de harina
  • 3 cucharadas de azúcar
  • 1 cucharada de sal
  • 2 cucharadas de aceite de canola

Pan salado sin levadura

  • 2,25 tazas (280 g) de harina
  • 1 cucharada de polvo de hornear
  • 1,5 cucharaditas de sal kosher
  • 3 huevos grandes
  • 1,5 tazas (350 ml) de leche o suero de leche
  • 6 cucharadas de aceite de canola
  • especias (opcional)

Método 1
Método 1 de 2:
Pan simple

  1. 1
    Disuelve 1 paquete de levadura en un bol con 2,25 tazas (530 ml) de agua tibia. Llena un bol grande con agua tibia, de preferencia filtrada o hervida para eliminar los restos de cloro. Luego, añade la levadura seca y espera a que se disuelva, revolviendo de vez en cuando para ayudar a que la levadura se combine con el agua. Asegúrate de utilizar levadura seca activa, en vez de la levadura rápida.[1]
    • La levadura podría empezar a burbujear al añadirla al agua y mientras se disuelve.
  2. 2
    Añade el azúcar, la sal, el aceite de canola y 3 tazas (380 g) de harina. Añade 3 cucharadas de azúcar, 1 cucharada de sal y 2 cucharadas de aceite de canola, revolviendo la mezcla. Añade la harina y bate la mezcla hasta obtener un consistencia homogénea y similar a una masa.[2]
    • Recuerda que aún no vas a añadir toda la harina, ya que esto puede hacer que la masa se ponga muy rígida.
  3. 3
    Añade las 3,5 tazas (450 g) restantes de harina, 1/2 taza (65 g) a la vez. Empieza añadiendo el resto de la harina al bol, revolviendo y batiendo la masa tras cada adición. Sigue revolviendo y trabajando la mezcla hasta obtener una consistencia homogénea casi solidificada, como una masa muy suave.[3]
    • Es importante trabajar de forma gradual, puesto que si añades la harina de una sola vez, la masa se volverá desmenuzable y seca.
  4. 4
    Espolvorea una superficie plana con harina y vierte la masa del bol. Espolvorea una capa ligera de harina sobre una zona pequeña y luego vuelca con cuidado el contenido del bol sobre la encimera. Coloca las manos alrededor de la masa para asegurarte de que se mantenga en una zona contenida y no se esparza por la encimera antes de empezar a amasarla.[4]
    • Si la masa parece tener una consistencia líquida, sigue revolviendo la mezcla hasta que se vuelva más sólida y se parezca a una masa espesa.
  5. 5
    Amasa la masa con las manos por 8 a 10 minutos. Enrolla la masa, apriétala, presiónala y tira de ella para añadir algo de elasticidad al pan. Esto incorporará bolsas de aire a la masa, lo que activará la levadura de modo que se expanda y crezca. Una vez que la masa tenga una consistencia elástica, deja de amasarla.[5]
    • Si la amasas por mucho tiempo, es probable que el pan quede duro.
  6. 6
    Engrasa un bol y coloca la masa amasada en él. Rocía el interior de un bol con aceite o grasa, levanta la masa con cuidado y trasládala al bol. En el bol, gira la masa y dale vuelta para asegurarte de que todos los lados estén cubiertos con la grasa preferida.[6]
    • Esto ayuda a darle al pan una capa exterior crujiente y mantiene la masa húmeda mientras crece.
  7. 7
    Cubre el bol y deja que la masa crezca en un lugar cálido hasta que duplique su tamaño. Coloca una toalla sobre la parte superior del bol de modo que esté cubierta por completo. Luego, deja el bol en una ventana soleada o en la encimera bajo la luz de modo que esté un poco caliente a medida que la masa crece. Revisa la masa al cabo de 1 hora y si no ha crecido hasta el doble de su tamaño, déjala reposar por 15 a 30 minutos adicionales.[7]
    • Algunas masas requieren temperaturas más frías para crecer, pero las temperaturas cálidas ayudará a que esta masa simple crezca con rapidez.
  8. 8
    Divide la masa en mitades y forma una hogaza con cada una, colocándolas en moldes engrasados. Saca la masa del bol y utiliza un cuchillo para cortarla en mitades iguales. Luego, utiliza las manos para darles la forma de tubos en forma de hogaza y coloca cada una en moldes previamente rociados o cubiertos con grasa.[8]
    • No es necesario que las mitades sean iguales con exactitud, así que no debes preocuparte por pesar o medir la masa.
    • La grasa permitirá obtener un pan con un exterior crujiente y sólido.
  9. 9
    Deja que los panes crezcan por 30 a 45 minutos cubiertos con una toalla. Cubre cada molde con una toalla y déjalos en la encimera. Este es el crecimiento final y les dará a los panes tiempo para “reposar” y crecer un poco más antes de entrar en el horno. Al cabo de 30 minutos, revisa cada pan para asegurarte de que hayan crecido ligeramente en el molde.[9]
    • Según la temperatura y la humedad, algunos panes no crecerán mucho en el molde. Siempre y cuando la masa haya crecido durante el primer crecimiento, los panes saldrán bien.
  10. 10
    Hornea los panes a 190 °C (375 °F) por 30 a 35 minutos. Retira la toalla de los moldes y colócalos en la rejilla central del horno. Al cabo de 30 minutos, revisa los panes sacándolos del horno y golpeteando con cuidado la corteza. Si suenan huecos, los panes están listos. Déjalos enfriarse por completo antes de cortarlos.[10]
    • Si los panes no suenan huecos, hornéalos por 5 minutos más para asegurarte de que el centro esté cocido por completo.

    Consejo: evita utilizar un mondadientes para verificar la cocción de los panes, puesto que perforar la corteza puede hacer que el pan se enfríe con rapidez y quede con agujeros.

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Método 2
Método 2 de 2:
Pan salado sin levadura

  1. 1
    Precalienta el horno a 180 °C (350 °F) y engrasa un molde para pan. Enciende el horno antes de empezar a trabajar de modo que se caliente a la temperatura adecuada. Luego, rocía o cubre un molde con una capa de mantequilla o cualquier tipo de aceite de cocina para evitar que la masa se pegue al interior del molde mientras se cocina en el horno.[11]
    • Para esta receta, solo vas a hacer una hogaza de pan, así que solo necesitas engrasar un molde.
  2. 2
    Combina los ingredientes secos. En un bol grande, combina 2,25 tazas (280 g) de harina, 1 cucharada de polvo de hornear y 1,5 cucharaditas de sal kosher. Si vas a añadir especias, como el romero, el tomillo o el orégano, añade pizcas pequeñas a la mezcla para asegurarte de que no sean abrumadoras.[12]
    • No temas ponerte creativo con una variedad de distintas especias saladas y dulces, como la canela, los clavos de olor o incluso la mezcla de especias para tarta de calabaza.
  3. 3
    Bate los ingredientes húmedos en un bol separado. En otro bol, utiliza una cuchara o un batidor de alambre para combinar 3 huevos grandes, 1,5 tazas (350 ml) de leche o suero de leche y 6 cucharadas de aceite de canola. La mezcla debe estar suave y líquida.[13]
    • Es importante mantener los ingredientes húmedos separados de los secos, puesto que deben estar combinados por completo antes de ser absorbidos por los ingredientes secos.
  4. 4
    Vierte poco a poco los ingredientes húmedos en los ingredientes secos, mezclando con una espátula. Revuelve los ingredientes hasta obtener una masa homogénea, sin grumos ni restos de ingredientes secos. Los ingredientes pueden tardar 1 o 2 minutos en combinarse por completo. Asegúrate de dejar de revolver tan pronto como los ingredientes secos se hayan disuelto.[14]
    • Si quieres un pan más duro, puedes revolver la masa durante 1 a 1,5 minutos una vez que todos los ingredientes secos se hayan disuelto. Esto incorporará aire a la masa, lo que hará que crezca más rápido y forme un pan más denso.
  5. 5
    Traslada toda la masa al molde para pan y hornéala por 40 a 45 minutos. Vierte la masa en el molde engrasado y colócalo en la rejilla central del horno. Al cabo de 40 minutos, retira el molde del horno e inserta un mondadientes en el centro del pan. Si el mondadientes sale limpio y sin residuos, el pan está listo.[15]
    • Si el mondadientes tiene un residuo pegajoso en el exterior, hornea el pan por 5 minutos más para asegurarte de que el centro esté cocido por completo.

    Añadir ingredientes al pan

    Dulces: arándanos rojos, naranjas, pasas, nueces, azúcar de canela, chocolate

    Salados: tocino, queso, tomates secados al sol, cebolletas, aceitunas, albahaca, romero

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Consejos

  • No dudes en añadir otros ingredientes (como el queso, las especias, los frutos secos y las bayas) a cualquier tipo de pan para crear una versión sabrosa de la receta.
  • Ten paciencia cuando se trata de dejar que la masa crezca. Según la temperatura y la humedad en la cocina, algunas masas pueden tardar más tiempo en crecer.
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Cosas que necesitarás

  • un horno
  • moldes para pan
  • boles
  • una toalla
  • un batidor de alambre
  • una espátula

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Categorías: Panes | Recetas
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