El síndrome de Asperger (conocido actualmente como trastorno del espectro autista), el cual se ubica en el nivel 1 en el DSM-5, afecta la capacidad de una persona para comunicarse y socializar. Las personas que sufren el síndrome de Asperger tienen un coeficiente intelectual medio a alto y pueden lograr un gran éxito en la vida, pero no son buenos para socializar y tienen habilidades de comunicación no verbal limitadas. Las personas que padecen los síntomas de este síndrome pueden tener una variedad de otros trastornos, por lo que puede ser difícil de diagnosticar.

Parte 1
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Reconocer las señales

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    Busca las señales de habilidades de comunicación no verbal inusuales. Desde la infancia temprana, las personas con el síndrome de Asperger exhiben diferencias notorias en su forma de comunicación. Estas diferencias son los síntomas más notables, sobre todo en la niñez, antes de que se les haya enseñado las herramientas que pueden utilizar para comunicarse de manera más eficaz. Busca las siguientes diferencias en el estilo de comunicación:
    • Una tendencia a evitar el contacto visual[1]
    • El uso limitado de una variedad de expresiones faciales o una voz monótona
    • Un uso limitado del lenguaje corporal expresivo, tales como los gestos con la mano y la inclinación de la cabeza
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    Presta atención a las dificultades con el lenguaje receptivo. Las personas con el síndrome de Asperger suelen tener dificultades con el proceso auditivo y podrían tardar más tiempo para procesar las palabras dichas. Podrían decir “¿Qué?” o “¿Puedes repetir eso?” con frecuencia solo para determinar lo que alguien dijo mientras repite sus palabras.
    • Recordar una gran cantidad de palabras habladas podría ser difícil, y la persona podría preferir indicaciones por escrito cuando necesita algo.
    • Algunas personas con el síndrome de Asperger experimentan mutismo selectivo y solo hablan cuando se sienten cómodos.[2] También podría serles difícil o imposible hablar durante una sobrecarga sensorial, un colapso emocional o en general. Esto no necesariamente podría ser mutismo selectivo, pero también es un síntoma del síndrome de Asperger.
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    Averigua si la persona tiene problemas para interpretar las señales sociales de los demás. Una persona con síndrome de Asperger podría tener dificultades para imaginar los sentimientos de los demás y para entender las señales no verbales. Podría sentirse confundida por las expresiones faciales o el lenguaje corporal que expresa felicidad, tristeza, miedo o dolor. Estas son algunas formas en las que esta dificultad podría manifestarse:
    • La persona podría no reconocer las ocasiones en que dice algo hiriente o cuando le genera incomodidad a alguien durante una conversación.
    • Un niño podría jugar con demasiada rudeza sin darse cuenta de que los empujones o algún otro contacto físico agresivo pueden ser dolorosos.
    • La persona pregunta continuamente sobre los sentimientos de los demás (p.ej. “¿Te sientes triste?”, “¿Estás seguro de que estás cansado?”) porque no está segura de cómo se sienten. Si le responden de manera deshonesta, podría confundirse mucho y tratar de obtener una respuesta honesta en lugar de dejar las cosas así.
    • Si bien es posible que no comprenda, a menudo le importa mucho. La persona actuará muy sorprendida, triste y arrepentida cuando le digan que sus acciones fueron inapropiadas. Parece que no tuviese la más mínima idea y podría sentirse peor que aquella persona cuyos sentimientos fueron lastimados.
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    Presta atención a las conversaciones unilaterales. Las personas con síndrome de Asperger no siempre podrían saber cómo mantener una conversación bidireccional, sobre todo cuando se trata de temas que les generan interés o los de índole moral como los derechos humanos. Podría adentrarse tanto en el tema que obvia las señales que indican que la persona con quien habla tiene algo que decir o que está aburrida con la conversación.[3]
    • En ocasiones, algunas personas con síndrome de Asperger se dan cuenta de que monopolizan las conversaciones y por eso tienen miedo de hablar de sus intereses. Si alguien no está seguro de si debe hablar sobre su tema favorito y parece esperar que la otra persona se moleste o se aburra con su presencia, entonces probablemente intente reprimir este impulso por miedo a las repercusiones sociales.
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    Determina si la persona tiene pasiones intensas. Muchas personas con síndrome de Asperger tienen un interés especial y casi obsesivo en algunos temas. Por ejemplo, una persona con síndrome de Asperger que está interesada en el béisbol podría memorizar los nombres y posiciones de todos los jugadores de cada uno de los equipos de las Grandes Ligas. A otras personas con síndrome de Asperger podría gustarles escribir novelas y emitir consejos matizados desde una edad temprana. Conforme crecen, estas pasiones pueden desarrollarse en carreras más exitosas y agradables.[4]
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    Determina si la persona tiene problemas para hacer amigos. Las personas con síndrome de Asperger podrían tener problemas para entablar amistadas, pues les cuesta comunicarse con eficacia. Muchas de las personas con síndrome de Asperger quieren hacer amigos, pero carecen de las habilidades sociales para ello. Sus intentos por evitar el contacto visual y las conversaciones incómodas pueden malinterpretarse como una actitud grosera o antisocial cuando en realidad sienten deseos de conocer mejor a las personas.[5]
    • Es posible que algunas personas con síndrome de Asperger, en especial los niños pequeños, no demuestren un interés en la interacción con los demás. Por lo general, esto cambia con la edad y desarrollan el deseo de llevarse bien y encajar con un grupo.
    • Las personas con síndrome de Asperger podrían tener solo unos cuantos amigos que en verdad las entiendan o podrían estar rodeadas de conocidos con quienes no se involucran en un nivel profundo.
    • Las personas autistas son más propensas a sufrir de bullying y a confiar en aquellos que se aprovechen de ellas.
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    Presta atención a la coordinación física de la persona. Las personas con síndrome de Asperger suelen carecer de habilidades de coordinación y podrían ser un poco torpes. A menudo, podrían tropezarse o chocar con las paredes y los muebles e incluso es posible que no logren realizar con éxito las actividades físicas o los deportes extenuantes.[6]
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    Presta atención a la sensibilidad sensorial. Las personas con síndrome de Asperger podrían tener sentidos shipersensibles o hiposensibles. Esto puede significar que tratarán de evitar o se estresarán con la estimulación sensorial abrumadora, o la buscarán cuando estén aburridos o poco estimulados.
    • La persona podría realizar movimientos repetitivos para lidiar con las situaciones. No obstante, algunas personas con síndrome de Asperger aprenden a reprimir estos movimientos saludables a causa del miedo a ser catalogadas como “extrañas”.
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    Reconoce la dificultad para lidiar con las situaciones. La vida puede ser difícil para las personas con síndrome de Asperger y, a veces, las cosas podrían llegar a ser insoportables. La persona podría alejarse o tener episodios de llanto incontrolables.
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    Identifica los retrasos en el desarrollo, incluyendo aquellos más allá de la niñez. Los retrasos en el desarrollo podrían ser sutiles, pero pueden generar dificultades a medida que la persona intenta ser más independiente. Los niños y adolescentes con síndrome de Asperger podrían considerar el crecimiento como algo complicado y aterrador, porque no pueden lidiar con todas las nuevas demandas. Determina si la persona tiene un retraso en los siguientes puntos:
    • aprender a nadar
    • aprender a manejar bicicleta
    • realizar las tareas del hogar independientemente
    • aprender a conducir
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    Reconoce una necesidad por tener un tiempo tranquilo adicional. Lidiar con las demandas de la vida puede ser todo un desafío para una persona con síndrome de Asperger, y tener un “tiempo tranquilo” suele ser importante para relajarse y recuperarse de los eventos del día.
    • Los estudiantes con síndrome de Asperger podrían necesitar un descanso después de la escuela.

Parte 2
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Confirmar el diagnóstico

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    Infórmate sobre el síndrome de Asperger para tener la capacidad de tomar decisiones. Los investigadores médicos y psicológicos aún se encuentran en el proceso de aprendizaje para diagnosticar de manera correcta el trastorno, así como el tipo de tratamiento. Probablemente veas que diferentes médicos y terapeutas adoptan medidas distintas para el tratamiento, lo que puede ser muy confuso. Informarte te ayudará a entender mejor los diferentes métodos y tomar decisiones con respecto a los más adecuados para ti y tu familia.
    • Lee textos escritos por personas que sufren de autismo. Existe mucha desinformación sobre el autismo y las personas que lo sufren pueden brindar la perspectiva más profunda acerca de funcionamiento y los tratamientos más eficaces. Lee textos escritos por organizaciones orientadas al autismo.
    • Las organizaciones como la Sociedad Nacional de Autismo (“National Autistic Society”) publican información actualizada acerca del diagnóstico, el tratamiento y la vida con el síndrome de Asperger.
    • Leer un libro escrito por una persona con síndrome de Asperger con respecto a esa experiencia es una buena manera de entender este trastorno. Si sabes inglés, lee Nerdy, Shy, and Socially Inappropriate, de Cynthia Kim o Loud Hands: Autistic People, Speaking, una antología de ensayos escrita por autores autistas.
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    Lleva un diario donde registres los síntomas que observas. De vez en cuando, todos exhiben una torpeza social y algunos de los demás síntomas del síndrome de Asperger, pero si llevas un diario y anotas cada una de las situaciones, comenzarás a detectar los patrones. Si la persona en verdad tiene el síndrome de Asperger, probablemente veas que los mismos síntomas se producen una y otra vez en lugar de solo una o dos veces.
    • Anota las descripciones detalladas de lo que observas. De esa manera, podrás brindarles a los potenciales médicos y terapeutas la mayor información posible con la finalidad de obtener un diagnóstico correcto.
    • Ten en cuenta que muchos síntomas del síndrome de Asperger son los mismos que otros trastornos, tales como el TOC o el TDAH. Es importante mantenerte abierto a la posibilidad de que sea algo más (o múltiples cosas), de modo que esta persona pueda recibir el tipo de tratamiento adecuado.
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    Realiza una prueba en línea. Existen varias pruebas en línea diseñadas para determinar si una persona sufre el síndrome de Asperger. El que se realiza la prueba se someterá a una serie de preguntas relacionadas con sus actividades sociales, sus métodos favoritos para pasar el tiempo, así como las fortalezas y debilidades con la finalidad de determinar si los síntomas comunes del síndrome de Asperger parecen estar presentes.[7]
    • Los resultados de una prueba en línea para detectar el síndrome de Asperger de ninguna forma son lo mismo que un diagnóstico. En cambio, son una forma de determinar si es necesario realizar más pruebas. Si la prueba revela una tendencia hacia el autismo, quizás debas hacer una cita con el médico de cabecera para obtener más información.
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    Solicita la opinión del médico de cabecera. Después de someterte a una prueba en línea y estar razonablemente seguro de que existe una discapacidad, haz una cita con tu médico de cabecera. Lleva el diario en el que registraste tus síntomas y comparte tus preocupaciones. El médico probablemente te hará una serie de preguntas y te pedirá que profundices en los detalles específicos. Si el médico concuerda contigo acerca de que podrías sufrir el síndrome de Asperger u otra discapacidad del desarrollo, pídele que te derive con un especialista.
    • Tener esa primera conversación con un profesional puede ser una experiencia intensa. Hasta el momento, es posible que hayas mantenido tus preocupaciones en privado, pero compartirlas con un médico podría cambiar todo. No obstante, si eres tú o tu hijo quien te preocupa, haces lo correcto al actuar en lugar de ignorar lo que observas.
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    Acude donde un especialista para que te realice una evaluación completa. Antes de la cita, investiga al psiquiatra o psicólogo al que te derivaron y asegúrate de que se especialice en los trastornos del espectro autista. La cita probablemente consista en una entrevista y en una prueba con preguntas similares a las de las pruebas en línea. Una vez que se realice el diagnóstico, el especialista te brindará recomendaciones acerca de la forma de proceder.[8]
    • Durante la reunión, no tengas miedo de hacer muchas preguntas acerca de la experiencia, el diagnóstico y el método de tratamiento con los que cuenta esta persona.
    • Si no estás totalmente seguro de si el diagnóstico es correcto, busca una segunda opinión.

Parte 3
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Adoptar las próximas medidas

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    Trabaja con un grupo de profesionales en quienes confíes. Lidiar con el síndrome de Asperger requiere un enfoque múltiple en coordinación con los maestros, los cuidadores, los médicos y los terapeutas. Es muy importante que solicites la ayuda externa de profesionales experimentados y compasivos. En primer lugar, busca a un psicólogo o terapeuta con quien puedas relacionarte y que te inspire confianza, alguien que te gustará tener en tu vida durante años mientras superas los desafíos que surgen con el autismo.[9]
    • Si al cabo de unas cuantas sesiones de terapia algo parece fuera de control o incómodo, no dudes en buscar a alguien que se ajuste mejor a ti o a tu hijo. La confianza es un elemento importante en lo que respecta al tratamiento del síndrome de Asperger.
    • Además de buscar a un terapeuta de confianza, tal vez debas obtener la opinión de educadores, nutricionistas y otros profesionales especializados que puedan ayudarte a abordar tus necesidades especiales o las de tu hijo.
    • Ten cuidado con los especialistas abusivos y depredadores. Las señales de un especialista incompetente incluyen crueldad (restricciones, gritos, retención de alimentos), capacitación a las personas para que se comporten como no autistas, y el rechazo a dejar que los padres o tutores presencien la terapia. Podrían hacer falsas promesas, como decir que pueden “curar” el autismo, aun cuando este es permanente. Si la persona odia o le teme a la terapia, es necesario detener la terapia.
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    Busca apoyo emocional. Vivir con autismo puede ser un desafío y aprender a lidiar con él puede ser un proceso de toda la vida. Además de reunirte con médicos y terapeutas para determinar el mejor tratamiento, considera la posibilidad de buscar el apoyo de organizaciones tales como Autism NOW, ASAN (siglas en inglés para Red de Autodefensa de los Autistas) o un grupo de apoyo sobre el síndrome de Asperger que se encuentre en tu localidad. Busca a personas a quienes puedas llamar cuando tengas preguntas o cuando necesites hablar con alguien que entienda tu situación.
    • Busca en Internet los grupos de apoyo sobre el síndrome de Asperger que hay en tu ciudad. Podría haber alguno que esté asociado con las escuelas de tu localidad.
    • Considera la posibilidad de asistir a una conferencia organizada por la Asociación Estadounidense de Autismo y Asperger (“Autism and Asperger's Association”),[10] ASAN u otro grupo prominente. De esta manera, tendrás acceso a una gran variedad de recursos, aprenderás mitologías de tratamiento vanguardistas y conocerás a personas con quienes desearías mantenerte en contacto.
    • Únete a una organización para y por las personas que sufren de autismo, como ASAN o “Autism Women's Network” (red de mujeres autistas). Podrás conocer a otras personas con autismo mientras haces una diferencia positiva en el mundo.
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    Organiza tu vida para satisfacer tus necesidades únicas. Las personas con síndrome de Asperger enfrentan más desafíos que los neurotípicos, sobre todo en el ámbito de la interacción social. No obstante, las personas con síndrome de Asperger pueden tener relaciones plenas y maravillosas (muchas se casan y tienen hijos) y carreras sumamente exitosas. Tener en cuenta las necesidades únicas de esta persona, ayudarla a superar sus contratiempos y celebrar sus fortalezas podrá darle la mejor oportunidad de tener una vida satisfactoria.
    • Una manera esencial de mejorar la vida de una persona con síndrome de Asperger es establecer una rutina a seguir, pues esto puede ayudarla a sentirse más segura. Cuando sea necesario cambiar las cosas, tómate el tiempo para explicar con exactitud la razón a fin de que dicha persona entienda.
    • Inspirar las habilidades sociales en alguien con síndrome de Asperger puede ayudarle a aprender por medio del ejemplo. Por ejemplo, puedes enseñarle a saludar y a dar la mano mientras hace contacto visual. El terapeuta con quien trabajes te brindará las herramientas correctas para hacerlo con eficacia.[11]
    • Celebrar la pasión de la persona con Asperger y permitirle seguir con ella es una buena forma de apoyarla. Fomenta el interés de la persona y ayúdale a sobresalir.
    • Demuéstrale a la persona que la amas a ella y también a su autismo. El mejor regalo que puedes darle a una persona con síndrome de Asperger es aceptarla por lo que es.

Consejos

  • Cuando le cuentes tu discapacidad a las personas, podría ser ventajoso explicar los síntomas que más te afectan y añadir que son particularmente intensos en aquellos que sufren el síndrome de Asperger (por ejemplo, todos cometen errores sociales algunas veces, pero las personas con síndrome de Asperger lo hacen con más frecuencia).
  • Ofrécete a compartir algunos enlaces a artículos. Lee blogs de escritores autistas, busca tus artículos favoritos y guárdalos para que puedas enviarlos por correo o imprimirlos para las personas curiosas. Este podría ser un método útil para quienes no tienen experiencia con personas que sufren una discapacidad en el desarrollo, aquellos que tienen curiosidad o que te causan problemas debido a su ignorancia.
  • Si crees que tú o alguien más padece el síndrome de Asperger, presta atención a los síntomas, realiza múltiples pruebas en línea e investiga.

Advertencias

  • El síndrome de Asperger podría presentarse en conjunto con otras discapacidades, tales como el TOC, la ansiedad, la epilepsia, la depresión, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, etc. Si sospechas que tienes alguno de estos trastornos, indícaselo a alguien cercano o acude donde un asesor médico.
  • Si las personas se rehúsan a creerte, no te rindas. El síndrome de Asperger es una diferencia neurológica que es necesario diagnosticar y apoyar según sea necesario, por lo que es esencial consultar con un asesor médico.

Acerca de este wikiHow

Meredith Brinster, PhD
Coescrito por:
Psicóloga clínica licenciada
Este artículo fue coescrito por Meredith Brinster, PhD. Meredith Brinster se desempeña como psicóloga pediátrica del desarrollo en el Dell Children’s Developmental and Behavioral Pediatrics Program y como profesora asistente clínica en el Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Escuela de Medicina de Dell. La Dra. Meredith se especializa en la evaluación de niños y adolescentes con problemas de desarrollo, conducta y académicos, incluyendo trastorno del espectro autista, retraso en el desarrollo, discapacidad intelectual, ansiedad, problemas de atención y dificultades de aprendizaje. Su investigación se enfoca en los primeros biomarcadores del trastorno del espectro autista, así como en mejorar el acceso a la atención. Obtuvo su licenciatura en psicología y ciencias cerebrales de la Universidad Johns Hopkins, así como su doctorado en psicología educativa de la Universidad de Texas, Austin. Completo su pasantía clínica en psicología infantil y pediátrica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Miami/ Centro Mailman para el Desarrollo Infantil. Este artículo ha sido visto 313 383 veces.