Ninguna persona autista es igual a otra, ya que es difícil generalizar acerca de estos individuos. Sin embargo, las personas autistas tienden a ser buenas con los números. Por lo general, pueden recitarlos y ordenarlos debido a una mayor capacidad para comprender los sistemas. Dado que cada niño autista es único, es necesario que adaptes su aprendizaje a sus necesidades individuales.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Aceptar los desafíos de enseñar a un niño autista

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    Prepárate para detectar desafíos en la comunicación. Es probable que el niño no te diga que no entiende algo o que no está siguiendo tu explicación en absoluto. Si no entiende, es muy probable que no formule las preguntas adecuadas.
    • Si el niño es parcialmente verbal o no verbal, debes darle tiempo para que emplee una forma de comunicación alternativa (por ejemplo, escritura, lenguaje de señas, etc.).
    • Si el niño no sabe utilizar la codificación de audio avanzada, primero debes brindarle una enseñanza básica sobre comunicación antes de pasar a las matemáticas.
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    Comprende que los niños autistas pueden presentar dificultades con el lenguaje receptivo. Es probable que tengan problemas con el procesamiento auditivo o la traducción de sonidos en palabras dentro de su cabeza. Si este es el caso, las ayudas escritas o visuales pueden resultarles útiles.
    • Puedes mostrarles muchos conceptos a través de ejemplos visuales, pero generalmente debes emparejarlos con instrucciones verbales. En este punto es en donde radica la dificultad. Trata de utilizar señales visuales con la mayor frecuencia posible al enseñarle a tu hijo.
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    Comprende que el niño autista podría no mostrar interés en el tema. Los niños autistas pueden mostrar poco interés en temas fuera de sus intereses especiales. Para que te preste atención y aprenda, debes volver la clase especialmente interactiva y divertida.
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    Prepárate para hacer frente a una discapacidad motora. Las matemáticas suelen asociarse con lápices y papel. Por lo general, las habilidades motoras finas se ven afectadas, y esto puede constituir un desafío en términos de matemáticas.[1] Es probable que al niño le resulte demasiado abrumador aprender a escribir números mientras los manipula sobre un papel.
    • Puedes emplear la tecnología para superar este problema hasta cierto punto. Es probable que al niño le resulte más sencillo presionar botones y pantallas táctiles que sujetar un bolígrafo físicamente.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Superar los desafíos

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    Incorpora los intereses del niño en su enseñanza. Es una idea excelente incorporar sus intereses en los problemas de matemáticas. Por ejemplo, si a tu hija le encantan los caballos, puedes utilizar caballos de juguete para enseñarle operaciones matemáticas.
    • Si es posible, trata de encontrar un libro sobre caballos. Esto puede aumentar su interés en relación al trabajo que debe completar.
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    Felicítalo con la mayor frecuencia posible. Aunque a veces parecen indiferentes, los niños autistas están ansiosos por aprender. Debes tranquilizarlos de manera constante. Esto es muy importante al aprender a mantenerlos motivados.
    • Además, los mantendrás más felices y asociarán el tiempo de aprendizaje con algo positivo. En lugar de sentirse intimidados, es probable que reconozcan el aprendizaje como un momento en el que reciben atención positiva.
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    Evita hacerle preguntas de “sí” o “no” y utiliza las de opción múltiple en su lugar. En términos de lenguaje, si el niño presenta habilidades verbales bajas, debes evitar utilizar preguntas que requieren un "sí" o un "no" como respuesta. La confusión que se asocia con la barrera lingüística puede interferir con el aprendizaje de conceptos matemáticos. El uso de preguntas basadas en opciones múltiples hace que esta barrera sea un poco más fácil de manejar.
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    Haz que el niño repita tus acciones. Existe una alta probabilidad de éxito en hacer que los niños repitan tus acciones. Por ejemplo, si tomas cuatro bloques, ellos deben hacer lo mismo. Demuéstrales cómo te quedas con tres libros en cuanto colocas uno en otro lugar.
    • Básicamente, vas a entrenar al niño para que sea tu reflejo. El niño notará las conclusiones de tus acciones de manera gradual y podrá sacarlas por su cuenta cuando estés ausente.
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    Ten en cuenta los niveles de habilidad del niño al redactar los planes de estudios. Debes tener en cuenta su nivel de habilidad y partir desde ese punto. Es probable que tu hijo no se encuentre en su nivel de grado apropiado, así que debes concentrarte en su nivel de habilidad. Ciertas áreas de las matemáticas pueden resultarle más fáciles que otras. Esto significa que es posible que tengas que abordar ciertos temas de matemáticas en un nivel de habilidad diferente al siguiente.
    • El hecho de que un niño se atrase en su desarrollo en términos de habla no significa que le pase lo mismo con las matemáticas.
    • A veces, el desinterés solo indica que el trabajo no le resulta lo suficientemente desafiante. Si esto ocurre, trata de asignarle un trabajo (o un libro) más difícil y verifica si interactúa con él.
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    Dale una instrucción a la vez en lugar de acumularlas. Los niños autistas tienen dificultades para recordar secuencias. Si el niño sabe leer, puedes escribir cada instrucción. Si el niño presenta dificultades para responder al primer conjunto de instrucciones, evita confundirle con un segundo conjunto.
    • Trata de describirle los pasos uno por uno a medida que el niño los completa. Por ejemplo, “Primero, suma dos en ambos lados. Luego, divide ambos lados entre 5. Ahora, tienes la respuesta, x = 7”.
    • Piensa en el niño como si fuera un estudiante de idiomas extranjeros. Va a necesitar un poco más de tiempo para procesar lo que le estás diciendo, así que mantén las instrucciones cortas y rápidas. Cuanto más fáciles sean de recordar, mejor.
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    Experimenta con colores para facilitar el aprendizaje del niño. Si tu hijo presenta dificultades de procesamiento visual, a muchos niños les resulta más sencillo procesar las fuentes negras cuando se encuentran sobre papeles de colores (lo que reduce el contraste).
    • El celeste y el marrón son buenos colores con los que puedes comenzar. Estos colores constituyen puntos neutros que el ojo también encuentra fáciles de procesar.
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    Utiliza juegos para ayudar al niño a comprender conceptos matemáticos. Los juegos siempre han constituido un método ligero para aprender matemáticas, ya que se han diseñado muchos juegos constructivos que se concentran en mejorar las habilidades matemáticas de los niños. El nivel de dificultad también varía de acuerdo a la edad del niño.
    • Los juegos son coloridos y divertidos, lo que ayuda a llamar su atención. Esto es algo que a los niños de hoy les gusta mucho y lo realizan sin ningún tipo de resistencia. Esto es como aprender sin que noten que les estás enseñando algo.
    • Por ejemplo, algunos juegos famosos como Candy Crush Saga han estado trabajando para mejorar la lógica de la segmentación y, si elevas un poco más el nivel de dificultad, encontrarás algo como 2048, un juego que involucra todas las habilidades y operaciones matemáticas.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Generar un buen ambiente de aprendizaje

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    Mantén el ambiente tranquilo con distracciones mínimas. Este detalle lo convertirá en un ambiente sensorial agradable, en especial para niños hipersensibles. Trata de sentarte cerca de una pared o una esquina de manera que la información sensorial provenga de menos direcciones.
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    Lleva a cabo las enseñanzas en un ambiente familiar. El niño se sentirá más cómodo en un lugar familiar y será menos probable que se distraiga con elementos nuevos.
    • Por ejemplo, para enseñarle a sumar y restar, puedes llevar a tu hijo a una escalera, asignarle un número a cada escalón con el 0 en el medio, subiendo hasta +5 y bajando hasta -5. Debes hacer que se pare sobre el 0 y pedirle que sume 2 para que salte escaleras arriba. Si le pides que reste 3, debe descender 3 escalones.
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    Enséñale al niño de forma individual. Los niños autistas aprenden mejor si se encuentran en un ambiente de privacidad. Esto les ayuda a mejorar su autoestima y la confianza en sí mismos. De esta manera, podrás concentrarte específicamente en sus necesidades. También existirán menos distracciones si te quedas solo con el niño en la habitación.
    • Además, el procedimiento será más sencillo para ti. Concentrarte en un solo niño ya es lo suficientemente difícil. Si te concentras en más, tu atención se perdería.
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    Mantén el ambiente de aprendizaje ordenado. Debes mantener el espacio de trabajo libre de distracciones. Las distracciones visuales son muy comunes y pueden interferir con el proceso de aprendizaje. Solo debes colocar los elementos necesarios sobre el escritorio.
    • Mantén todo el trabajo del niño organizado y en el mismo lugar. Debes mantener todos los recursos en un lugar seguro. De esta manera, el niño puede regresar y revisar sus lecciones de forma detenida. Expón cada concepto con claridad, aislando el ejemplo específico. De esta manera, cada concepto se mantendrá separado de los demás.
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    Utiliza juguetes que el niño pueda manipular (lo que se conoce como “autoestimulación” en la comunidad autista) para ayudarle a concentrarse mejor y mantener la calma.[2] [3] Trata de darle un objeto para que lo manipule con una mano mientras trabaja (por ejemplo, una pelota antiestrés blanda, un nudo, una pelota de semillas, o lo que prefieran). Si se muestra demasiado inquieto, trata de sentarlo sobre una pelota de ejercicios para que rebote mientras trabaja.
    • Para volver las cosas más divertidas, trata de mantener un contenedor sensorial con objetos coloridos que el niño pueda manipular e indícale que escoja uno antes de que comience la lección.
    • Es probable que la autoestimulación le resulte inusual (por ejemplo, balancearse o dar saltos). Incluso si esto ocurre, asume que tiene un propósito importante. Solo debes intervenir si la actividad resulta antihigiénica (por ejemplo, meter el objeto en la boca) o dañina (se golpea a sí mismo con el objeto), en cuyo caso puedes sugerirle un estímulo diferente (como masticar chicle o golpear una almohada).
    • Los movimientos nerviosos excesivos (por ejemplo, mostrarse inquieto hasta el punto de que no puede realizar ningún trabajo) indican que está estresado, o no está ejercitándose lo suficiente.
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    Asegúrate de que el niño sepa expresar sus necesidades básicas. Si el niño no sabe hacerlo, es probable que no logre indicarte que algo anda mal, y te preguntarás por qué no se concentra como siempre. El niño debe aprender a manifestar lo siguiente:
    • “Necesito un descanso, por favor” (un descanso de cinco minutos para la autoestimulación puede ayudar a calmar a un niño abrumado).
    • “Tengo hambre o sed”.
    • “Necesito ir al baño”.
    • “Esto me está molestando”.
    • “No entiendo”.
    • El niño también necesita saber que vas cumplir lo que te pide. Si intenta plantear sus necesidades, debes prestarle atención de inmediato.
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    Asegúrate de que el entorno de aprendizaje se encuentre bien provisto de objetos que contribuyan a la enseñanza de las matemáticas. Las matemáticas siempre han constituido una materia que se aprende mejor si se enseña con la ayuda de muchas actividades. Las actividades siempre ayudan sin importar si se trata de un niño autista o un niño neurotípico.
    • Una de las herramientas más comunes que utilizan casi todos los niños mientras aprenden sumas y restas básicas es el ábaco. Este elemento proporciona una representación visual que les ayuda a comprender los conceptos detrás de las matemáticas básicas.
    • Por ejemplo, puedes utilizar una pizza de 8 rebanadas para enseñar los conceptos básicos de las fracciones. Una pizza completa tiene 8/8, pero si se le quitan 2 rebanadas, la fracción se convierte en 6/8, lo que significa que faltan 2 rebanadas. Después de la clase, pueden comerse la pizza juntos. El niño siempre recordará la pizza mientras realiza fracciones y añadirá o quitará rebanadas imaginarias de una caja imaginaria siempre que resuelva una operación.

Consejos

  • Debes ser directo con tus instrucciones, ya que es probable que los niños autistas no comprendan el humor o el sarcasmo. El humor tonto funciona mejor y debes mantenerlo a un nivel que no genere confusión en el niño.
  • Debes felicitarlo en lugar de obsesionarte con las cosas en las que se equivoca.
  • No dejes que otros niños intimiden a tu hijo.
  • Asegúrate de que alguien permanezca con el niño en todo momento.

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