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Los vegetales frescos pueden contraer las bacterias de la tierra, el agua o cualquier superficie con la que entren en contacto (en especial durante el transporte). Es importante que los laves de forma apropiada antes de comerlos, para evitar que tus seres queridos o tú se enfermen. Lávalos con frecuencia usando agua fría o cúbrelos con bicarbonato de sodio.
Pasos
Método 1
Método 1 de 2:Usar agua fría
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1Lávate las manos con jabón antibacteriano y agua. Lávate las manos antes de sostener algún alimento. Humedécelas primero y luego forma espuma con jabón por un mínimo de 20 segundos antes de enjuagarlas.[1]
- Limpia la tabla de picar y la hoja del cuchillo con jabón lavavajilla, para no exponer las coles a las bacterias.
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2Lava las coles con el agua fría del grifo. Puedes sostener 3 o 4 en las manos a la vez, o colocarlas todas en un colador. Mientras el agua se acumula sobre ellas, frota el exterior de cada una con los dedos para eliminar la tierra o los residuos.[2]
- No uses agua caliente. Esta podría marchitar algunas de las hojas o hacer que microorganismos penetren las hendiduras entre las hojas.
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3Usa un cuchillo afilado para cortar el punto de unión al tallo. Esta es la parte en la que la col se conecta al tallo (las hojas crecen hacia afuera desde este extremo). Usa un cuchillo de pelar o de chef para cortar un poco menos de 2,5 cm (1 pulgada), luego desecha los pedazos pequeños o agrégaselos al abono orgánico.[3]
- Si cortas demasiado en la parte inferior, esto podría hacer que más hojas de la col se caigan.
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4Pela un par de capas exteriores que luzcan manchadas o con tierra. Las hojas exteriores podrían ser la parte más sucia de la col debido a la tierra, la cosecha y el transporte. Retira un par de hojas de la capa exterior alrededor de la col, en especial las que tengan manchas marrones o negras. Deséchalas en un recipiente para abono orgánico.[4]
- También puedes enterrar estas hojas en el jardín y dejar que se conviertan en abono bajo tierra.
- Si encuentras muchas hojas sucias o manchadas, vuelve a lavar todas con el agua fría del grifo.
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5Seca y refrigera las coles limpias en un recipiente de cierre hermético para usarlas más adelante. Si no vas a cocinarlas de inmediato, sécalas dándoles toques suaves con un papel toalla, o deja que se sequen al aire y guárdalas en un recipiente de cierre hermético. Coloca este recipiente en el cajón de vegetales de la refrigeradora y úsalas en los siguientes dos días para disfrutar del sabor más fresco.[5]
- Lavar los vegetales con anticipación reduce su vida útil incluso si los guardas de forma apropiada, por lo que es mejor cocinar las coles de inmediato.
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Método 2
Método 2 de 2:Cubrirlas con bicarbonato de sodio
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1Usa un cuchillo afilado para cortar los extremos del tallo en las coles. Corta estos pedazos de color marrón blanquecino en cada col (el lado en el que la col estaba unida al tallo). Agrega estos pedazos pequeños a un tacho de abono orgánico o al jardín.[6]
- No cortes el extremo demasiado, ya que esto hará que las hojas de las coles se desprendan.
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2Llena un tazón grande con agua fría y agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio. Si vas a lavar muchas coles (alrededor de 15 o más), usa un tazón grande y vierte agua en él hasta llenar 3/4 de su capacidad. Agrega una cucharadita de bicarbonato de sodio y bate con una cuchara limpia.[7]
- Si no tienes una herramienta medidora de cucharaditas, vierte suficiente bicarbonato en la palma de la mano como para que la pila tenga el tamaño aproximado de una moneda.
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3Agrega las coles y deja que se remojen por 2 minutos. Transfiere las coles al tazón y asegúrate de que haya agua suficiente como para cubrir todas por completo. Si no hay suficiente, agrega más hasta cubrirlas y añade una pizca adicional de bicarbonato. Deja que se remojen hasta por dos minutos.[8]
- Se ha demostrado que el bicarbonato de sodio elimina los pesticidas de la superficie de los vegetales.[9]
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4Toma un cepillo para vegetales y restriega todas las coles. Luego de remojarlas, toma un cepillo para vegetales y elimina la tierra y los residuos. Restriega cada col por alrededor de 10 segundos, asegurándote de cubrir toda su superficie. Revisa las hendiduras pequeñas para identificar la tierra a la vista. Si ves hojas manchadas, puedes quitarlas y hacer abono con ellas.
- Si no tienes un cepillo para vegetales, también puedes usar un cepillo dental de cerdas suaves limpio.
- Coloca cada col en un colador o un segundo tazón.
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5Enjuágalas con agua corriente fría. Luego de restregarlas, enjuágalas con agua fría. Puedes enjuagar algunas con las manos y frotar su superficie con los dedos, o puedes enjuagarlas por 30 segundos con un colador debajo del grifo.
- Si usas un colador, mezcla las coles y masajéalas con las manos para garantizar que las enjuagues bien.
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6Transfiérelas a una tabla de picar para usarlas de inmediato o dejar que se sequen. ¡Las coles estarán listas para cortarlas! No obstante, si no vas a usarlas de inmediato, deja que se sequen al aire antes de guardarlas en la refrigeradora. Puedes darles toques suaves con un papel toalla para acelerar el proceso. Una vez que se sequen por completo, colócalas en un recipiente de cierre hermético y guárdalo en el cajón de vegetales de la refrigeradora.[10]
- Las coles lavadas tendrán una vida útil más corta, por lo que debes usarlas en 1 o 2 días.
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Consejos
- No desperdicies dinero comprando soluciones de limpieza para vegetales de venta comercial, ya que se ha demostrado que no son más eficaces que el agua pura.[11]
- También puedes lavar las coles con vinagre blanco de concentración total, pero esto puede ser costoso y les dará un sabor a vinagre intenso.[12]
- Las coles de Bruselas lavadas previamente no habrán entrado en contacto con ningún contaminante después de lavarlas y envasarlas, por lo que podrás usarlas de inmediato y sin problemas. Sin embargo, puedes lavarlas de nuevo si lo deseas.
Advertencias
- Si no las lavas, esto hará que corras un alto riesgo de enfermarte a causa del E. coli.
Cosas que necesitarás
Usar agua fría
- cuchillo afilado
- tabla de picar
- agua fría
- papeles toalla
- colador (opcional)
- recipiente de cierre hermético (opcional)
Cubrirlas con bicarbonato de sodio
- cuchillo afilado
- tabla de picar
- cepillo para vegetales
- bicarbonato de sodio
- herramienta medidora de cucharaditas
- cuchara limpia (o utensilio para batir)
- agua fría
- colador (opcional)
- recipiente de cierre hermético (opcional)
Referencias
- ↑ https://www.bestfoodfacts.org/food-safety-produce/
- ↑ https://www.bestfoodfacts.org/food-safety-produce/
- ↑ https://www.noreciperequired.com/technique/how-clean-brussel-sprouts
- ↑ https://www.noreciperequired.com/technique/how-clean-brussel-sprouts
- ↑ https://www.thekitchn.com/the-best-way-to-store-brussels-sprouts-237516
- ↑ https://foodrevolution.org/blog/how-to-wash-vegetables-fruits/
- ↑ https://foodrevolution.org/blog/how-to-wash-vegetables-fruits/
- ↑ https://foodrevolution.org/blog/how-to-wash-vegetables-fruits/
- ↑ https://www.consumerreports.org/pesticides-herbicides/easy-way-to-remove-pesticides/
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