El exoesqueleto de una langosta puede dificultar el proceso de retirar su carne durante la cocción o el consumo. Puedes acceder a la carne de los rincones y hendiduras del cuerpo de la langosta con mayor facilidad con un tenedor para langosta y un cascanueces o unas tenazas para langostas, aunque en un apuro puedes usar cubiertos comunes. Aunque en general se considera que las tenazas y la cola de la langosta son las partes más sabrosas, los comensales intrépidos pueden encontrar otras exquisiteces dentro del cuerpo de este crustáceo.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Extraer las tenazas y la cola

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    Cocina o mata la langosta. La mayoría de las personas hierven la langosta viva o poco después de muerta sin ninguna preparación previa. Transfiérela a un baño de hielo tan pronto como se haya terminado de cocinar y estés listo para procesarla.
    • Si la receta requiere de carne cruda de langosta, coloca la langosta viva boca arriba y mátala de manera compasiva con un cuchillo pequeño y filoso en la unión de la cabeza y el cuerpo. Luego, limpia la langosta cruda como se describirá a continuación, pero hazlo sobre un tazón para atrapar los jugos crudos y enjuaga la carne antes de cocinarla.[1]
    • Lee estas instrucciones para cocinar una langosta congelada.
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    Extrae las tenazas. Retuerce las tenazas para retirarlas de la langosta o dóblalas hacia atrás hasta que se rompan. Si tienes una langosta de caparazón duro, rompe la punta de las tenazas con un cascanueces, unas tijeras o la parte trasera de un cuchillo pesado.[2] Luego, extrae la carne desde el agujero que hayas hecho a través de la abertura de la “muñeca”. Si tienes una langosta de caparazón suave, tan solo extrae la carne con tu dedo.[3]
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    Rompe los nudillos de las tenazas. Los nudillos entre la tenaza y el cuerpo son diminutos, aunque vale la pena extraer la carne deliciosa que hay dentro de ellos. Retíralos de la tenaza y pártelos con un cascanueces.[4]
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    Retira la cola. Desenrolla la cola y aplánala. Puedes retirarla retorciéndola junto con el cuerpo en direcciones opuestas o jalando la cola hacia atrás en dirección a la cabeza hasta que se desprenda.
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    Levanta las aletas de la cola de la langosta. El abanico al final de la cola de la langosta está compuesto por cinco segmentos parecidos a unas aletas (un “telson” central y cuatro “urópodos”). Retira estos segmentos jalándolos o cortándolos con un cuchillo de chef. Existe un pedazo de carne dulce diminuto dentro de cada uno de ellos, al cual puedes acceder usando un tenedor para langosta o rompiendo el caparazón.[5]
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    Retira la carne de la cola. Cuando retires la cola en forma de abanico, dejarás un agujero estrecho en la punta. Introduce tu dedo o un tenedor para langosta en este agujero para empujar la carne hacia el otro extremo, en donde la cola se unía al cuerpo.[6]
    • Otra cosa que puedes hacer es colocar la cola al revés sobre la mesa. Corta a través de cualquier lado del caparazón con unas tijeras para podar o unas tijeras fuertes. Luego, pela la parte inferior del caparazón y retira la carne.[7]
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    Pela el tracto intestinal. La vena oscura que atraviesa la cola contiene los desechos de la langosta. Pélala o córtala para quitarla y deséchala. Es posible que esté oculta debajo de una solapa de carne.[8]
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    Recoge la hueva. Si tienes una langosta hembra, quizá puedas ver la hueva (los huevos) dentro del caparazón de la cola. Esta parte se vuelve de color rosado cuando la cocinas, por lo cual recibe el nombre de “coral”.
    • Los huevos crudos de la langosta son de color negro. Antes de comerlos, cocínalos al vapor durante unos cuantos minutos hasta que se vuelvan de color rosado.[9]
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Extraer el cuerpo y las patas de la langosta

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    Accede al cuerpo de la langosta. La cola y las tenazas de la langosta contienen la carne más deliciosa, aunque también hay mucha carne en el cuerpo. Retira el cascarón a mano o quiébralo para abrirlo.
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    Retuerce las ocho patas de la langosta. Si quieres aprovechar cada trozo de carne, extráela de cada pata con un rodillo de cocina comenzando por la punta. Si la langosta está cocinada, en lugar de eso, puedes colocar el extremo de cada pata en tu boca y retirar la carne con tus dientes mientras la succionas.[10]
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    Retira las branquias. Las branquias son los objetos pálidos y parecidos a las plumas que se encuentran en la parte lateral del cuerpo de la langosta. [11] Ten cuidado de no quitar la carne que se encuentra entre ellas.[12]
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    Desecha el saco de arena. Retira el “saco de arena” grumoso que se encuentra justo detrás de los ojos de la langosta y deséchalo.[13] .
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    Guarda o desecha el hígado. Esta es una sustancia suave y verde que actúa como el hígado y el páncreas. No a todas las personas les parece apetitoso, aunque algunas lo agregan a las salsas o lo esparcen sobre el pan.[14] Sin embargo, si la dieta de la langosta incluye toxinas, estas se acumulan en este órgano. Si quieres ser precavido, limita a los adultos a un hígado de langosta al día y mantenlo alejado de los niños.[15]
    • Desecha el hígado si hay veda de crustáceos en tu área debido a la intoxicación paralítica por moluscos (IPM). Si la langosta ha consumido crustáceos tóxicos, el veneno se acumulará en el hígado, pero la carne será segura.
    • Si vas a limpiar una langosta cruda, el hígado lucirá gris y será muy perecedero. Por lo tanto, mantenlo en hielo y cocínalo como parte de una salsa pocas horas después de matar a la langosta.[16]
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    Extrae la carne de la cavidad del cuerpo de la langosta. Extrae los pequeños pedazos de carne alrededor de las costillas. Luego, desecha los caparazones finos como el papel que se encuentren entre ellos.[17]
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    Hierve lo que quede de los caparazones en una sopa de langosta. Hiérvelos a fuego lento durante más de 45 minutos. Si los cocinas demasiado, podrías arruinar su sabor.[18] No incluyas el saco de arena o las branquias en la sopa.
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Consejos

  • Es común usar un delantal mientras limpias y comes la langosta, ya que el proceso generalmente es muy sucio.
  • La carne de langosta generalmente se moja en mantequilla derretida inmediatamente antes de comerla.
  • Si no planeas usar la langosta inmediatamente después de cocinarla, guárdala en un recipiente hermético en el refrigerador. La carne se mantendrá en buen estado dentro del caparazón durante dos a tres día, o de tres a cinco días después de retirarla.[19]
  • Algunos libros de recetas se refieren al cuerpo (sin cola o tenazas) como la "carcasa".[20]
  • No está claro cuán capaces son las langostas de experimentar dolor o estrés.[21] Si te preocupa este aspecto, córtale el nervio del “cuello” antes de hervirla o primero adormece sus sentidos manteniéndola en hielo.
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Advertencias

  • Si estás embarazada o amamantando, ten en cuenta que el hígado de la langosta podría tener niveles de dioxina muy altos y podría ser peligroso para tu bebé si lo comes.
  • Si vas a romper el caparazón de una langosta para abrirla después de hervirla, ten cuidado de no hacerlo hacia ti u otra persona. Podría haber agua residual dentro de ella que podría estar muy caliente. Salpicar el agua caliente sobre ti u otras personas podría resultar en quemaduras.
  • Si la carne de la langosta no luce firme y rosada cuando la cocines y la retires del caparazón, estará en mal estado. En ese caso, deséchala inmediatamente.
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Cosas que necesitarás

  • langosta
  • tenedor para langosta
  • tenazas para langostas, cascanueces o mazo para cangrejo
  • agua caliente
  • tazón
  • rodillo de cocina

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Resumen del artículoX

Para limpiar una langosta cocida, primero gira la cola hacia adelante y hacia atrás, y quítala del resto del cuerpo. Gira las aletas de la cola para quitarlas y luego empuja con el dedo la carne de la cola para sacarla por la punta ancha donde la cola se une al cuerpo. Luego, retuerce las tenazas de la langosta. Rompe las pinzas de cada tenaza y usa un tenedor para sacar la carne del interior. Para las langostas de caparazón blando, usa las manos para abrir el resto de cada tenaza y sacar la carne. Para las langostas de caparazón duro, usa un cascanueces para abrir el resto de cada tenaza. Abre la unión de cada tenaza y saca la carne con un tenedor. Por último, quita las patas del cuerpo y usa un rodillo para presionar la carne de cada una para sacarla. Si quieres más consejos sobre cómo limpiar la langosta, por ejemplo, cómo recolectar las huevas de una hembra, ¡sigue leyendo!

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