El café cubano es intenso y dulce, y sabe como ningún otro café. El sabor característico proviene de la espuma de azúcar, la cual se parece a la crema que se ve en un café expreso, pero no tiene nada de su sabor amargo. El método de elaboración tradicional es con una cafetera moka o cafetera expreso; sin embargo, puedes utilizar otras máquinas para hacer café si estás apurado.

Método 1
Método 1 de 2:
Hacer café cubano con espuma de azúcar

  1. 1
    Elige los granos de café. El café al estilo cubano normalmente es intenso, aromático y se tuesta al estilo arábico. Comúnmente, se encuentra en el exterior en las marcas Bustelo, Pilon y La Llave.[1]
    • Si mueles granos tú mismo para una cafetera moka tradicional, muélelos hasta que se conviertan en un polvo ligeramente grueso. Es decir, no deben ser tan finos como serían para un café expreso.[2]
  2. 2
    Llena una cafetera moka con agua y café. Tradicionalmente los cubanos hacen cafecito con una cafetera moka, la cual hace una infusión rica y oscura similar al café expreso. Llena la olla de la cafetera moka con el café y estabilízala con tu dedo, pero no aprietes. Vierte agua en la olla inferior, hasta la válvula de seguridad.
    • Una máquina para hacer café expreso también servirá. Puedes utilizar cualquier cafetera si estás apurado; sin embargo, el resultado no será tan fuerte como un café cubano tradicional.
    • A algunas infusiones les va bien precalentar el agua en un hervidor justo hasta cuando está por hervir. Así extraerás el café más rápidamente y evitarás que los granos molidos se sobrecalienten.[3]
  3. 3
    Calienta a fuego medio a bajo. Junta las partes de la cafetera moka y colócala sobre la hornilla de la estufa a fuego medio a bajo. Deja la tapa abierta para que puedas ver el interior.
  4. 4
    Mide azúcar en una taza profunda. La clave de un café cubano es la espuma que se produce al batir el azúcar y el café juntos, lo cual se conoce como espuma o espumita. Las familias cubanas tradicionales pueden usar de 15 a 22 ml (1 a 1 ½ cucharada) de azúcar por taza de café expreso (una taza pequeña). Hoy en día muchas personas prefieren algo que sea un poco menos dulce, es decir, de 5 a 10 ml (1 a 2 cucharaditas) de azúcar.[4]
    • La azúcar sin refinar es tradicional, pero el azúcar blanco granulado funcionará bien.[5]
  5. 5
    Vierte las primeras gotas de café en el azúcar. Tan pronto como tu cafetera moka libere suficiente café para cubrir la base, vierte lo suficiente en el azúcar para humedecerlo. Es importante hacerlo de inmediato, por lo tanto, no pierdas de vista a tu cafetera moka.[6]
    • Es mejor agregar muy poco café en vez de demasiado. Si llegas a tener un líquido, trata de nuevo con otra taza.
  6. 6
    Bate juntos el café y el azúcar con fuerza. Bate el café en el azúcar con una cuchara de metal lo más fuerte que puedas durante 2 o 3 minutos. Al principio, debes tener una pasta seca y oscura. A medida que batas con el aire, la mezcla tomará un color caramelo claro y se volverá ligeramente espuma.[7]
  7. 7
    Vierte el resto del café sobre la mezcla. Una vez que tu café esté listo, viértelo lentamente sobre la pasta de azúcar. Revuelve hasta que una espuma marrón (la espumita) emerja a la superficie.
    • Vierte el café con cuidado en tazas de café expreso, sin romper la espumita. Puedes sacar la espuma con una cuchara directamente hacia cada taza para que así te asegures de que todos puedan satisfacer su gusto por lo dulce.
  8. 8
    Sirve como lo desees. Aquí te presentamos algunas formas tradicionales de beber café cubano:[8]
    • Cafecito: negro, sin adiciones además de la espumita
    • Cortadito: mezclado con una cantidad igual de leche
    • Café con leche: mezclado con leche hervida al gusto y a veces con un poco de sal y mantequilla

Método 2
Método 2 de 2:
Hacer infusión directamente en una cafetera moka

  1. 1
    Mezcla los granos molidos de café con azúcar. Si tienes una cafetera moka, pon el azúcar directamente con los granos molidos de café. Así harás una espumita (espuma) más débil; no obstante, es fácil de hacer si estás apurado y puedes caramelizar el azúcar un poco más.[9]
    • Si deseas un dulzor moderado, utiliza de 5 a 10 ml (1 a 2 cucharaditas) de azúcar para cada ración de café del tamaño de un café expreso. Si deseas un dulzor extremo, utiliza de 15 a 22 ml (1 a 1 ½ cucharada).
    • Los ingredientes tradicionales son granos oscuros y tostados al estilo cubano y azúcar sin refinar Demerara.
  2. 2
    Coloca la olla de la cafetera moka sin ajustar. No aprietes los granos molidos, especialmente si la cafetera moka es de aluminio. Si presionas con mucha fuerza, puedes bloquear el vapor y provocar que la extracción sea irregular o incluso que la tapa de la cafetera salga volando.[10]
  3. 3
    Vierte agua. Vierte agua en la base de tu cafetera moka usando agua precalentada a fin de obtener mejores resultados. Vierte a la base de la válvula de seguridad.
  4. 4
    Haz infusión como de costumbre. Junta las partes de tu cafetera moka y ponla a fuego medio a bajo. Sabrás que el café está listo cuando la cafetera moka borbotee.

Consejos

  • Si utilizas un percolador en vez de una cafetera moka tradicional, utiliza el segundo flujo. El primer flujo podría estar muy diluido.[11]

Cosas que necesitarás

  • cafetera moka (cafetera expreso) o máquina expreso
  • granos molidos de café a una consistencia de los granos para café expreso o ligeramente gruesos
  • azúcar sin refinar o azúcar blanco
  • estufa

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 25 824 veces.
Categorías: Café