El dolor de garganta por lo general no es un síntoma de una enfermedad seria, pero saberlo no lo hace más llevadero. La mejor manera de deshacerse de la picazón y la sensación áspera en la garganta es beber líquidos constantemente. El agua es lo más importante, pero los preparados calmantes como el té de cayena y miel, el caldo de ajo o la infusión de manzanilla tienen ingredientes benéficos que alivian el dolor y ayudan a que desaparezca más rápidamente. Los aerosoles y las pastillas para la garganta son buenos contra el dolor, y los tratamientos de vapor son excelentes para tratar la irritación y ayudarán a relajarte para que puedas dormir bien. No olvides mantenerte alejado de otras personas para prevenir la propagación de una infección, y consulta con tu médico en caso de que tus síntomas persistan o empeoren.

Método 1
Método 1 de 3:
Probar enjuagues, ungüentos y aerosoles

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    Haz gárgaras con agua tibia con sal. Este es uno de los remedios más antiguos para el dolor de garganta y funciona de maravilla. La garganta duele porque las membranas mucosas están hinchadas e inflamadas, lo que causa el dolor y la picazón. La sal absorbe el agua de las células de la membrana mucosa, lo cual reduce la hinchazón y, por consiguiente, la garganta se siente mejor. Para hacer un enjuague de agua con sal, mezcla ½ cucharadita de sal de mesa con una taza de agua tibia.
    • No solo te enjuagues la boca con el agua salada, haz gárgaras. Inclina tu cabeza hacia atrás y asegúrate de que toque la parte posterior de la garganta, pues esa es la parte inflamada. Haz gárgaras durante 30 segundos antes de escupir el enjuague.
    • Puedes hacer gárgaras con agua salada hasta 3 veces al día. Si lo haces más veces, podrías terminar resecando demasiado las membranas mucosas, lo que conllevaría a más irritación.
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    Prepara un enjuague de agua oxigenada. El agua oxigenada (peróxido de hidrógeno) es un antiséptico leve que alivia el dolor de garganta. Se vende en botellas en las farmacias y es de venta libre. Para hacer un enjuague, sigue las instrucciones del empaque, que normalmente te dirá que diluyas una tapita de agua oxigenada con una taza de agua. Pon la mezcla en tu boca y muévela de modo que toque la parte posterior de la garganta. Escúpela después de un minuto.
    • Usa una solución de agua oxigenada al 3 %. Verás el porcentaje claramente indicado en la etiqueta de la botella que compres.
    • El agua oxigenada tiene un sabor amargo. Si quieres que sea más fácil tenerlo en la boca, agrega un poco de miel a la mezcla.[1]
    • El agua oxigenada puede formar burbujas en tu boca, pero eso es normal.
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    Usa un ungüento. Los ungüentos contienen descongestionantes aromáticos como el mentol o la menta piperita que alivian el dolor y reducen la tos. Los descongestionantes se mezclan con vaselina para crear un ungüento. Escoge cualquier ungüento en la farmacia y frótate la garganta y el pecho para que puedas respirar con mayor facilidad y para que no tosas tanto. También podrías elaborarlo tú mismo de la siguiente manera:
    • Derrite una cucharada de cera de abeja a baño maría.
    • Añade ½ taza de aceite de coco sin dejar de revolver.
    • Añade 10 gotas de aceite de menta piperita.
    • Pon la mezcla en un recipiente de vidrio y déjalo enfriar antes de usar.
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    Haz una cataplasma de mostaza. Una cataplasma para aliviar el dolor de garganta y aliviar la congestión es un remedio casero de antaño. Será muy útil sobre todo si tu tos es muy profunda y si el dolor se extiende hasta el pecho. Se dice que la mostaza molida calienta y mejora la circulación del área del pecho y la garganta. Primero prueba la cataplasma en una zona pequeña para asegurarte de no tener una reacción negativa.[2]
    • Mezcla ½ cucharadita de semillas de mostaza molida y 1 cucharada de harina. Agrega la cantidad suficiente de agua para formar una pasta.
    • Esparce la mezcla sobre un papel toalla. Pon el papel toalla entre dos pedazos limpios de algodón, como si fuera un sándwich.
    • Coloca la cataplasma en tu garganta y pecho, pero asegúrate de que la mezcla de mostaza nunca toque la piel.
    • Déjala en ese lugar durante 15 minutos o hasta que la piel se ponga tibia y rosa.
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    Usa un aerosol o toma pastillas para la garganta. Los aerosoles y las pastillas contienen ingredientes que ayudan a aliviar la garganta y a abrir los conductos nasales. Busca pastillas a base de miel que contengan mentol o menta piperita. También podrás comprar aerosoles o pastillas medicadas, las cuales tienen un efecto anestésico leve que entumece un poco el área de la garganta y alivia el dolor.[3]
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    Toma analgésicos. Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno o paracetamol ayudan a aliviar la inflamación que provoca el dolor de garganta. Asegúrate de no tomar más de la dosis recomendada en el envase.
    • La aspirina está asociada con una afección poco frecuente llamada síndrome de Reye, así que ten cuidado cuando se lo des a los niños y adolescentes. Una forma de obtener alivio es chupando una pequeña tableta de 80 mg. Esta dosis no aumenta el riesgo de sufrir el síndrome de Reye.
    • Los niños y adolescentes que están en proceso de recuperación de la gripe o la varicela nunca deben tomar aspirina.
    • Por lo general, los niños no deben consumir aspirinas a menos que no haya otros medicamentos disponibles. Las alternativas como el Tylenol funcionan igual de bien.

Método 2
Método 2 de 3:
Beber líquidos calmantes

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    Haz una bebida de cayena y miel. La miel es un ingrediente importante que deberás agregar a los tés y demás bebidas cuando tengas un dolor de garganta. Los estudios confirman lo que la gente ha sabido por siglos: forma una capa en la garganta, alivia la inflamación y ayuda a suprimir la tos.[4] La cayena es otro ingrediente poderoso para combatir este dolor: contiene capsaicina, sustancia natural presente en las pimientas que sirve como analgésico.[5]
    • Para hacer una bebida saludable y calmante, agrega ½ cucharadita de pimienta cayena molida y 1 cucharadita de miel a 1 taza de agua hirviendo. Deja que la mezcla se enfríe y luego bébela lentamente.
    • Si eres muy sensible a las pimientas picantes, reduce la cantidad de cayena a 1/8 de cucharadita o menos.
    • No deberás dar miel a los niños menores de 1 año, ya que se han conocido casos de bebés con botulismo.[6]
    • Si cambias la cayena por 30 ml (1 onza) de whiskey y le echas un poco más de limón, la bebida se volverá un Hot Toddy.
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    Haz una infusión de manzanilla. Los estudios científicos han demostrado que la manzanilla, hierba con flores aromáticas que la gente ha estado usando por siglos para combatir los dolores de garganta y resfríos, sí contiene sustancias que combaten la infección y relajan los músculos.[7] Preparar unas cuantas tazas de infusión de manzanilla todos los días cuando te duela la garganta aliviará el dolor y te ayudará a sentirte más relajado. Esta infusión es particularmente calmante justo antes de irse a dormir, ya que te ayudará a hacerlo mejor.
    • El té de manzanilla se vende en todos los supermercados. Revisa los ingredientes y escoge una caja hecha con flores de manzanilla pura o una en que la manzanilla sea uno de los ingredientes principales. Sigue las instrucciones para preparar el té.
    • Agrega una cucharada de miel y exprime un limón (astringente que ayuda a contraer los tejidos inflamados[8] ) para que el té tenga mayores beneficios.
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    Prueba el caldo de ajo. Se piensa que el ajo tiene propiedades antisépticas, antibacterianas, que tiene la capacidad de combatir las infecciones y de fortalecer el sistema inmunológico. Si bien sus beneficios médicos aún no han sido respaldados por la ciencia, muchos especialistas de la salud holística recomiendan consumirlo para calmar los dolores de garganta y combatir las infecciones respiratorias.[9]
    • Para preparar un rico caldo de ajo para aliviar la irritación de la garganta, pela y machaca 2 dientes de ajo y échales una taza de agua hirviendo. Añade una pizca de sal para que esta bebida sea más benéfica para la garganta.
    • Si te encanta el sabor del ajo y quieres obtener los mismos beneficios, pela un diente, machácalo y chúpalo durante algunos minutos.
    • Si no te gusta el sabor y olor distintivos del ajo, toma pastillas de ajo.
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    Bebe té de canela y regaliz. El regaliz contiene químicos que aliviarían el dolor de garganta porque adelgaza las membranas mucosas y reduce la inflamación. Los caramelos con sabor a regaliz no contienen los niveles altos de concentración que se necesitan de estos químicos, pero sí podrás obtenerlos del té hecho a base de raíz deshidratada de regaliz.[10] La canela tiene propiedades antibacterianas naturales y complementa el sabor del regaliz muy bien.[11]
    • Para preparar una bebida deliciosa, mezcla 1 cucharada de raíz de regaliz y ½ cucharada de canela con 2 tazas de agua fría en una cacerola. Hierve la mezcla, luego déjala hirviendo a fuego lento durante 10 minutos. Cuélala en una taza y disfrútala.
    • Añade un poco de miel y revuelve o exprime un limón para que la bebida sea aún más saludable.
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    Bebe agua de jengibre. De seguro ya habrás escuchado que el jengibre ayuda a calmar el malestar estomacal, pero ¿sabías que esta hierba poderosa también puede aliviar el dolor de garganta? Abre los senos paranasales, ayuda a despejar la nariz, la garganta y tiene propiedades antiinflamatorias.[12] Eso sí, para obtener los máximos beneficios, tendrás que usar jengibre fresco, no seco ni molido.
    • Pela y pica unos 2,5 cm (1 pulgada) de raíz de jengibre fresco. Ponlo en una taza y vierte una taza de agua hirviendo. Deja que macere durante 3 minutos, luego cuélalo y disfrútalo. Podrás agregar miel, limón o una pizca de pimienta cayena al gusto.
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    Prepara una tanda de caldo de pollo. Si buscas otro calmante de buen sabor para la garganta, la mejor opción será el clásico caldo de pollo. Según estudios científicos recientes, el caldo de pollo sí tiene componentes que sanan las infecciones y abren los conductos nasales, no es solo una receta de la abuelita.[13] Como está lleno de nutrientes, el caldo de pollo será excelente si no tienes tanta hambre como para comer alimentos más sustanciosos.
    • Asegúrate de preparar el caldo desde cero o cómpralo en algún lugar en donde lo hagan desde cero con pollo fresco. Los caldos de pollo enlatados no tienen los mismos beneficios para la salud que los caldos hechos con pollo fresco.
    • Si quieres, podrás colar los sólidos y solo tomar el caldo.

Método 3
Método 3 de 3:
Cuidar tu cuerpo

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    Bebe mucha agua. El agua ayudará a sanar tu cuerpo y mantendrá húmeda la garganta irritada. Toma solamente agua tibia, pues esta aliviará la inflamación en esa zona. El agua fría podría hacer más daño que bien.
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    Descansa bastante. Si te levantas temprano y te quedas despierto hasta muy tarde para cumplir con tus obligaciones, tu cuerpo no tendrá tiempo para sanar. Si no quieres que ese dolor de garganta se convierta en un resfrío o gripe de verdad, tendrás que tomarte el tiempo para descansar y dormir bien todas las noches.
    • Cuando sientas los primeros síntomas de un dolor de garganta, vive el resto del día tranquilamente. Bebe bastantes líquidos, come saludablemente y quédate en casa en la noche en vez de salir.
    • Quizá tengas que tomarte un día libre en el trabajo o en la escuela para que tu cuerpo descanse. Si no es posible, busca algunos momentos durante el día en que puedas tomar una siesta o al menos estar quieto durante 15 minutos.
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    Toma una ducha o un baño caliente. El vapor del agua caliente hidratará la garganta seca e irritada, además te ayudará a aliviar el dolor y la congestión. Procura inhalar el vapor con tu nariz y boca, deja que ingrese por tu garganta y conductos nasales.
    • Si decides tomar un baño caliente, agrega algunas hierbas o aceites esenciales a la bañera. Prueba echarle unas cuantas gotas de menta piperita o aceite de eucalipto para ayudar a aliviar la garganta de la misma manera que lo haría un ungüento.
    • Si solo quieres beneficiarte del vapor, pero no tomar un baño, cierra la puerta del cuarto de baño y abre el grifo a su nivel más alto de calor hasta que produzca vapor. Quédate parado o siéntate en el baño e inhala el vapor durante 5 a 10 minutos.
    • También podrías pasarte vapor por la cara. Para ello, tendrás que hervir una olla de agua en la cocina. Apaga el fuego, ponte una toalla por encima de la cabeza y pon tu cara sobre la olla, deja que el vapor pase por tu nariz y garganta.
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    Enciende un humidificador. Si el aire de tu casa es seco, podría hacer estragos a tu garganta, sobre todo si te duele. Los humidificadores hacen que el aire tenga más humedad, cosa que será más amigable con los tejidos suaves y las membranas en la garganta que necesitan estar húmedas para mantenerse saludables. Un humidificador podría serte muy útil, sobre todo durante los meses de invierno, cuando el aire tiende a ser más seco.
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    Haz una compresa caliente para la garganta. A veces un poco de calor es mejor que cualquier otro remedio para aliviar el dolor. Echa agua caliente a un paño, escúrrelo, dóblalo y colócalo sobre tu garganta hasta que se enfríe. El calor mejorará la circulación en esa área y ayudará a desinflamarla un poco.
    • Asegúrate de no quemarte la piel. El agua no deberá estar tan caliente al punto del dolor cuando apliques el paño a la garganta.
    • También podrás usar una botella de agua caliente si te lo quieres dejar por más tiempo.
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    Mantente alejado de los irritantes de la garganta. Asegúrate de que en el ambiente de la casa no haya químicos que podrían seguir irritándote. Cuando uno inhala químicos y olores fuertes, podría inflamar la garganta y causar picazón. Asegúrate de que el aire no contenga los irritantes que mencionaremos a continuación:
    • perfumes químicos como los que están en los productos de limpieza, ambientadores, aerosoles corporales, velas aromáticas y otros productos aromatizados de la casa
    • productos de limpieza como lejía, limpiavidrios y detergentes
    • humo de cigarrillos u otras fuentes
    • alérgenos como polvo, pelusa o pelo de gato, moho, polen y todo aquello a lo que seas alérgico
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    Mantente alejado de otras personas. El dolor de garganta puede ser contagioso, así que permanece en casa para así evitar la propagación de la infección. ¡Solo basta con que un estudiante tosa para que toda la clase se enferme!
    • Si no puedes quedarte en casa, usa una mascarilla que te cubra la nariz y la boca. Evita toser encima de los demás más y cúbrete la boca cuando hables con alguien. Es mejor quedarte lo más lejos posible de las personas.
    • Aun cuando solo experimentes los primeros signos de un dolor de garganta, evita besar o abrazar a otras personas.
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    Determina el momento adecuado para ir al médico. Si el dolor de garganta no desaparece después de algunos días y aparecen nuevos síntomas, programa una cita con el médico para que vea si no tienes algo más serio que un resfrío común. Podrías tener una infección bacteriana (como faringitis estreptocócica) que el médico puede detectar de manera rápida o sencilla, o incluso una infección viral. Si tienes dificultades para respirar, dirígete al servicio de emergencias. Si experimentas alguno de los problemas a continuación, ve al médico cuanto antes:[14]
    • dificultad para respirar o tragar
    • dolor articular
    • dolor de oído
    • sarpullido
    • un bulto en tu cuello
    • fiebre de más de 37 °C (101 °F)
    • flema con sangre
    • amígdalas rojas o inflamadas, o manchas de pus cuando enciendas una luz sobre la parte posterior de la garganta
    • un muy mal sabor de boca

Consejos

  • Si te duele la garganta por más de dos a tres días, deberás ver al médico. Podrías tener la garganta y las amígdalas inflamadas, estreptococos y otra infección.
  • Toma una ducha caliente para desinflamar la tensión muscular, aumentar la circulación sanguínea y desprender la mucosidad en la cavidad nasal y de la garganta.
  • Si también tienes la nariz tapada, asegúrate de sonártela (suavemente, solo un orificio nasal por vez); no te sorbas la nariz, para evitar que la mucosidad siga dentro de tu cuerpo.
  • Evita el azúcar, ya que puede irritarte más.
  • Hazte un té de hierbas muy caliente, pero antes de beberlo, deja que el vapor toque tu rostro hasta que el té ya tenga la temperatura apropiada para beber.
  • Solo usa una cantidad mínima de cada ingrediente mencionado, porque usar demasiado irritará la garganta.
  • Haz gárgaras con aceite de coco y agua tibia (agrégale miel, jengibre o limón).
  • Cuando tomes una ducha caliente, inhala parte del vapor y exhálalo nuevamente. Esto puede aliviar un poco los síntomas.
  • Utiliza un espray nasal. Este tratamiento es muy efectivo si tienes goteo nasal.
  • Descansa la voz al no hablar.

Advertencias

  • Si también tienes rigidez en el cuello junto con el dolor de garganta, no esperes. Busca ayuda médica, porque podrías tener gripe.
  • Si bien la mayoría de los dolores de garganta es molesta, por general son comunes. Sin embargo, si tienes inflamación en la garganta de forma prolongada o repetida, podría ser un signo de un problema serio. Si te duele la garganta y no mejora en pocos días, ve al médico. Él hará un cultivo de la garganta, lo cual implica que tomará una muestra de la parte posterior de la garganta para ver si hay estreptococos.

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Resumen del artículoX

Para aliviar el dolor de garganta, mezcla ½ cucharadita de sal con 1 taza de agua tibia y haz gárgaras con esta mezcla para reducir la inflamación y hacer que la garganta se sienta mejor. También puedes tomar un poco de té de manzanilla, ya que esta ayuda a combatir las infecciones y relaja los músculos adoloridos. Si tienes miel a mano, agrégale una cucharada al té, para cubrir la garganta y reducir la inflamación. Para aprender a usar medicamentos y ungüentos de venta sin receta para aliviar el dolor de garganta, ¡sigue leyendo!