La depresión es un trastorno psicológico común que puede tener un gran impacto en tus actividades cotidianas. La depresión va más allá de sentirte triste, y por más que las personas con depresión quieran, no pueden recuperarse rápido. Con síntomas mentales, emocionales y físicos, puede llegar a abrumarte en poco tiempo. Lo bueno es que existen maneras de tratar y prevenirla.

Si crees que tú o algún ser querido está en un estado depresivo es importante buscar ayuda. En la sección Recursos adicionales encontrarás información para contactarte con el organismo encargado de ayudarte en tu país.

Parte 1
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Reconocer los síntomas de un trastorno depresivo mayor

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    Diagnostica los síntomas mentales o emocionales. La depresión se manifiesta física, mental y emocionalmente. Los profesionales de la salud mental usan un sistema para diagnosticar la depresión que incluye experimentar la mayor parte de los siguientes síntomas en casa, la escuela, el trabajo o la sociedad en general por dos o más semanas:[1]
    • Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día (sensación de tristeza y depresión)
    • Sensación de desesperanza e impotencia (no poder hacer nada para mejorar las cosas)
    • Pérdida de placer o interés en la mayoría de las actividades (ya no te gustan las cosas que te gustaban)
    • Problemas de concentración (en casa, el trabajo o la escuela; las tareas fáciles ahora son difíciles)
    • Sentimientos de culpa (sentirte hecho una desgracia y no poder recuperarte)
    • Sentimientos de inutilidad (nada de lo que haces parece importar)
    • Pensamientos de muerte o suicidio
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    Identifica cualquier pensamiento suicida. Aunque no es necesario que tengas pensamientos suicidas para diagnosticarte con depresión, pueden ser un síntoma de este trastorno.[2] Si tienes pensamientos de suicidio o de querer tomar tu vida, no esperes. Acude a un amigo o familiar para que te ayude a buscar una ayuda profesional.
    • Si corres el riesgo de tomar tu vida, llama a una línea de emergencias.
    • Puedes dirigirte directamente al departamento de emergencias en el hospital de tu localidad. Los profesionales de la salud mental crearán un plan para hablar contigo y ayudarte a encontrar maneras de lidiar con los pensamientos de suicidio.
    • Si tienes un terapeuta, hazle saber que tienes pensamientos suicidas.
    • Llama a la línea de prevención de suicidios de tu país, que por lo general está disponible las 24 horas del día y los 7 días a la semana. Los operadores están capacitados para hablarte de una manera que te haga dar marcha atrás en suicidarte.
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    Diagnostica los síntomas físicos. La depresión causa muchos cambios en tu cuerpo y comportamiento. Cuando se diagnostica una depresión, los profesionales de la salud mental miran tus síntomas físicos para que les ayuden a realizar un diagnóstico. Al igual que los síntomas emocionales o mentales, un diagnóstico de la depresión por lo general incluye la mayoría de los siguientes síntomas por 2 o más semanas:[3]
    • Cambios al dormir (dormir demasiado o no dormir lo suficiente)
    • Cambios en tus hábitos alimenticios (comer en exceso o pérdida del apetito)
    • Moverte más lento (sentir que tus movimientos consumen toda tu energía)
    • Pérdida de energía, sensación de fatiga (no tener energía para realizar las tareas cotidianas, no poder salir de tu cama)
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    Piensa en cualquier acontecimiento estresante reciente o prolongado. Los acontecimientos estresantes recientes pueden causarte depresión. Incluso los acontecimientos positivos pueden desencadenar una depresión, como mudarte, conseguir un nuevo trabajo, casarte o tener un bebé. Tu cuerpo y mente se demoran en adaptarse a las nuevas experiencias, y a veces algunos cambios recientes pueden deprimirte. Si has pasado por un acontecimiento traumático (como la pérdida de un hijo o la experiencia de un desastre natural), puedes pasar por una depresión. Las experiencias negativas prolongadas también pueden causarte depresión, como un abuso físico, emocional o sexual en tu niñez o adultez.[4]
    • El uso de algunas sustancias pueden causarte depresión, en particular el alcohol.
    • Los problemas de la salud también pueden desencadenar una depresión, como recibir un diagnóstico importante o lidiar con alguna dolencia.
    • Solo por que hayas experimentado un acontecimiento estresante no quiere decir que tendrás depresión. Puede desencadenar un episodio depresivo, pero nada puede obligarte a experimentar una depresión.
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    Examina tu historia personal. Si has lidiado con síntomas de depresión, es posible que corras un mayor riesgo de experimentar lo mismo de nuevo. Un 50 % de las personas que han pasado por un episodio depresivo lo volverán a hacer en el transcurso de su vida.[5] Examina tus experiencias pasadas y fíjate en cualquier periodo de tiempo prolongado en el que hayas experimentado síntomas de depresión.
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    Examina tu historia familiar. Presta atención a cualquier relación que guarde la depresión con tus familiares cercanos (hermanos, hermanas y padres). Después, examina tu familia lejana (tías, tíos, primos y abuelos) y presta atención a cualquier síntoma de depresión. Fíjate si alguien en tu familia se ha suicidado o si ha lidiado con problemas de salud mental. La depresión suele aparecer en las familias que tienen un componente genético fuerte. Si notas una fuerte incidencia de depresión en tu familia, puedes correr un mayor riesgo de pasar por una depresión.[6]
    • Es importante que te des cuenta de que cada familia guarda una relación con problemas de la salud mental. Solo por que tengas una tía o un padre que lidie con problemas de salud mental no quiere decir que tendrás depresión o algún otro problema de salud mental.
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Parte 2
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Comprender los diferentes tipos de depresión

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    Observa los síntomas del trastorno afectivo estacional (TAE). Puedes sentirte feliz y despreocupado en el verano, pero triste cuando hace frío o en el oscuro invierno. Este trastorno puede ocurrir cuando los días son más cortos y hay menos luz solar. Los síntomas pueden variar, pero generalmente son parecidos a los síntomas del trastorno depresivo mayor y difieren de un lugar a otro según la ubicación geográfica.[7] Los lugares que reciben muy poca luz solar por un periodo de tiempo (como Alaska, en los Estados Unidos), tienen un mayor índice de personas con este trastorno.
    • Si pasas por este trastorno, aprovecha la luz solar cuando esté disponible. Levántate temprano en la mañana y sal a dar un paseo o almuerza rápido para pasar más tiempo afuera al medio día.
    • Se puede tratar el TAE con eficacia con una terapia de luz, pero casi la mitad de las personas que sufren este trastorno no mejoran solo con una terapia de luz. Para más información acerca de la terapia de luz, revisa artículos relacionados a la caja de la terapia con luz.
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    Debes conocer las diferencias en la depresión de adolescentes. Los adolescentes experimentan la depresión de una manera diferente a los adultos. Los adolescentes pueden verse más irascibles, gruñones u hostiles cuando pasan por la depresión. Si se quejan de dolores o molestias inexplicables, eso también podría indicar que están pasando por una depresión.[8]
    • Si un adolescente tiene arranques de ira de manera repentina y una mayor sensibilidad a las críticas, eso también puede indicar que tiene depresión.
    • Una disminución en las notas, alejamiento de los amigos y uso de bebidas alcohólicas o drogas también pueden indicar problemas con depresión en los adolescentes.[9]
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    Examina los síntomas de la depresión posparto. Dar a luz es un momento mágico que da lugar a la formación de una familia y un hijo. Sin embargo, para algunas mujeres, la etapa posterior al parto no es un momento alegre ni eufórico. Los cambios hormonales, físicos y el nuevo rol de cuidar a un recién nacido puede llegar a ser abrumador. Un 10 a 15 % de las mujeres experimentan la depresión posparto después de dar a luz.[10] Para algunas mujeres, la depresión posparto pasa en poco tiempo después de dar a luz; sin embargo, para otras mujeres, esta depresión empieza en los primeros meses y después se intensifica más.[11] Además de los síntomas de depresión mencionados anteriormente, algunos síntomas adicionales de la depresión posparto son:[12]
    • Falta de interés en tu bebé
    • Sentimientos negativos con respecto a tu bebé
    • Preocuparte por lastimar a tu bebé
    • No preocuparte por ti
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    Debes saber qué es el trastorno depresivo persistente. Este tipo de depresión normalmente es menos grave que el trastorno depresivo mayor, pero persiste por un periodo de tiempo más largo. Las personas que tienen este trastorno por lo general muestran un estado de ánimo depresivo que dura dos años o más. Los episodios de una depresión mayor pueden aparecer en ese periodo de tiempo, pero el estado de ánimo depresivo persiste a lo largo de todos los dos años.[13]
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    Reconoce los síntomas de la depresión psicótica. Este tipo de depresión ocurre cuando una persona experimenta una depresión profunda, además de psicosis. La psicosis puede incluir los siguientes síntomas: creencias falsas (como creer que eres el presidente o un espía), delirios (una distancia con la realidad aceptada, como creer que alguien te está viendo) o alucinaciones (escuchar o ver cosas que otras personas no escuchan ni ven).[14]
    • La depresión psicótica puede ser peligrosa y puede causar la muerte por su lejanía con la realidad. Busca ayuda de inmediato al comunicarte con un amigo o llamando a una línea de emergencias.
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    Reconoce los síntomas del trastorno bipolar. Los trastornos bipolares están caracterizados por cambios en el estado de ánimo de manera cíclica. Una persona puede experimentar bajones muy intensos (depresión profunda) y después experimentar una euforia muy intensa (manía). El trastorno bipolar cambia radicalmente el estado de ánimo, comportamiento y pensamiento de una persona. Cuando una persona experimenta la manía, se comporta de una forma poco característica, como al renunciar de pronto a su trabajo, comprar en exceso o trabajar en proyectos por días sin dormir casi nada. Los episodios depresivos suelen ser intensos, como no poder salir de la cama, no poder mantener un trabajo ni realizar las actividades cotidianas.[15] Si experimentas los síntomas de trastorno bipolar, debes buscar ayuda profesional. Es poco probable que los síntomas se detengan sin la intervención de un profesional. Algunos síntomas de la manía pueden incluir:[16]
    • Sensación de un optimismo inusual
    • Sensación de una ira excesiva
    • Sensación de una enorme energía, pese a dormir muy poco
    • Frenesí de ideas
    • Hablar con rapidez
    • Juicio deteriorado, impulsividad
    • Delirios o alucinaciones
    • Para más información sobre el trastorno bipolar, revisa el artículo “Cómo saber si tienes trastorno bipolar”.
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Parte 3
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Lidiar con la depresión

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    Busca a un profesional de la salud mental. Si no estás seguro de tu estado emocional o te cuesta mantenerte a flote en medio de un episodio depresivo, busca una terapia. Un terapeuta puede ayudarte a comprender tu depresión y a encontrar maneras de lidiar con ella para prevenir episodios depresivos en el futuro. La terapia es un tratamiento muy eficaz para la depresión, ya que te ayuda a explorar las posibles causas, a superar tus sentimientos negativos y a empezar a comportarte con normalidad de nuevo.[17]
    • La terapia cognitivo-conductual (TCC) es muy eficaz para tratar la depresión. Te ayuda a hacerles frente a tus pensamientos negativos y a los patrones de pensamiento para convertirlos en patrones más positivos. Puedes aprender a reinterpretar tu ambiente e interacciones de una manera que te apoye más.[18]
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    Considera consultar con un psiquiatra. Para algunas personas, la terapia junto con la medicación puede ser una manera útil de tratar los síntomas de la depresión. Debes reconocer que la medicación no lo cura todo y que supone riesgos.[19] Busca a un profesional de la salud o a un psiquiatra para aprender más acerca de la medicación antidepresiva.
    • Conversa con el doctor acerca de los posibles efectos secundarios y conoce los riesgos de recibir una medicación.
    • Si tienes más pensamientos suicidas por la medicación, habla con el doctor de inmediato.
    • Si empiezas a tomar medicamentos para combatir tu depresión, no dejes de tomarlos de inmediato después de ver algunos resultados. Úsalos según te lo indique el doctor.
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    No te aísles. Es importante que te sientas querido y apoyado, pero esto es aun más importante si estás lidiando con la depresión. Puede ser fácil alejarte de tus amigos y familiares cuando te sientes deprimido, pero pasar tiempo con ellos puede mejorar tu estado de ánimo. Cuando sientas una profunda depresión, haz tiempo para reunirte con tus amigos, aunque tu cuerpo o mente se nieguen a hacerlo.[20]
    • También puedes unirte a un grupo de apoyo. Revisa la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (NAMI, por sus siglas en inglés) en http://espanol.nami.org/ para recibir información acerca de la depresión y para encontrar un grupo de apoyo.
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    Haz ejercicios. Los beneficios de los ejercicios para tratar la depresión están respaldados por muchos investigadores. Algunos estudios han demostrado que el ejercicio en sí puede ayudarte a aliviar los síntomas de la depresión y prevenir que aparezcan en el futuro. Puede ser difícil motivarte a ir al gimnasio o a salir a caminar (en especial cuando parece que la depresión consume toda tu energía), pero encuentra un poco de motivación y haz algunos ejercicios.[21]
    • Puedes hacer algo tan simple como caminar de 20 a 40 minutos al día. Si tienes un perro, sácalo a pasear todos los días para que te sientas el doble de feliz.
    • Si te cuesta encontrar motivación para ponerte activo, hazte recordar que una vez que te muevas no te arrepentirás de esforzarte en hacerlo. Es poco común que alguien salga del gimnasio pensando “He perdido mi tiempo por completo, no debería haber ido al gimnasio”.
    • Consigue un compañero para que hagan ejercicios juntos y te ayude con tu motivación. Tener un poco de responsabilidad puede ayudarte a ir al gimnasio.
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    Controla tu estrés. Controlar el estrés es una manera de lidiar con la depresión y de prevenirla. Haz a diario algo que te relaje (los medios de socialización digital no cuentan). Practica yoga, medita, haz tai chi o usa técnicas de relajación muscular. También puedes empezar a escribir un diario o a usar un poco de tu creatividad para dibujar, pintar o coser.[22]
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Recursos adicionales

Organización  Número telefónico  Dirección electrónica
SAPTEL - México 55 5259-8121 saptel.crlyc@gmail.com
Teléfono de la esperanza - España 91 459 00 50 madrid@telefonodelaesperanza.org
Asociación Ayuda - Argentina (11) 4822-9966 info@asociacionayuda.org
Teléfono de la esperanza - Colombia 57 4) 448 2945 medellin@telefonodelaesperanza.org
Teléfono de la esperanza - Perú 51 1 273 8026 lima@telefonodelaesperanza.org
Teléfono de la esperanza - Chile 56 4222 1200 chillan@telefonodelaesperanza.org
Teléfono de la esperanza - Venezuela 0241-8433308 telefonodelaesperanzavenezuela@gmail.com
24 Hour - Crisis Clinic Line - USA 866-427-CRISIS (4747) info@crisisclinic.org
Centro Aysana - Ecuador 84 0040 08 aysanapsicoterapia@gmail.com
Teléfono de la esperanza - Bolivia 902 500 002 secretariageneral@telefonodelaesperanza.org
Depression Recovery Group -- customer_service@depressionrecoverygroups.com
BeFrienders Worldwide -- info@befrienders.org

Consejos

  • Si te has sentido deprimido por mucho tiempo, puede tomarte mucho tiempo recuperarte por completo de la depresión. No esperes resultados inmediatos.
  • Recuerda siempre consultar con un especialista, o alguien a quien consideres fiel confidente. Es importante y escencial el desahogo con otras personas.
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Advertencias

  • Puede parecerte que el abuso de sustancias te alivia de manera inmediata de los síntomas de la depresión, pero pueden empeorar el trastorno con el paso del tiempo. Si empiezas a hacer un mal uso de las drogas o el alcohol para lidiar con tu depresión, detente de inmediato y conversa con un profesional de la salud mental sobre tratamientos alternativos.
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Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 144 698 veces.
Categorías: Depresión
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