Cómo saber si un maracuyá está maduro

El maracuyá puede ser un poco engañoso cuando tratas de evaluar su madurez, ya que comienza a lucir viejo y arrugado antes de estar listo para comer. Sin embargo, si sabes qué buscar y lo tocas un poco, podrás encontrar uno que esté bueno. Si sales de compras y no encuentras uno que esté listo para comer en ese momento, siempre puedes encontrar uno que esté casi listo y dejar que madure en casa.

Método 1

Método 1 de 3:
Saber qué buscar

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Identifica la fruta madura por su color. Evita el maracuyá verde. Recuerda: entre más verde sea, menos maduro estará. Esto es válido para todas las variedades. Identifica la fruta madura por los cambios de color. Busca la fruta que se haya vuelto morada, roja o amarilla.^{[1]
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Fuente de investigación}Puedes esperar que algunas tengan un tono uniforme y otras tengan una mezcla de colores.
- Algunas frutas pueden madurar sin que su color cambie mucho. Si cultivas tu propio maracuyá y encuentras frutas verdes que se han caído del árbol, evalúalas mediante otros métodos antes de desecharlas.
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Examina la textura de la cáscara. Identifica la fruta inmadura por su cáscara lisa. Reconoce la fruta madura por sus arrugas y hoyuelos. Dale preferencia a la fruta moderadamente arrugada sobre la que esté excesivamente arrugada. Puedes esperar que la fruta muy arrugada ya haya pasado el punto máximo de frescura.^{[2]
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Fuente de investigación}
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Revisa el daño. Puedes esperar encontrar pequeños cortes y manchas, que son normales y generalmente están bien por sí solos.^{[3]
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Fuente de investigación} La fruta magullada también es perfectamente comestible, simplemente es más suave. Sin embargo, revisa si las áreas magulladas tienen cortes en la cáscara, ya que la fruta que esté debajo tendrá mayor riesgo de contener moho.^{[4]
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- Las porciones magulladas o mohosas pueden retirarse del resto de la fruta.
- El moho que aparece al exterior de la cáscara intacta puede lavarse, ya que no te comerás la cáscara.^{[5]
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Método 2

Método 2 de 3:
Evaluar el peso y la textura

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Deja que la fruta en crecimiento caiga por sí sola. Si seleccionas la fruta directo del árbol, no la recolectes. Deja que la gravedad haga el trabajo. Espera que la fruta madura caiga por sí misma debido a su aumento de peso.^{[6]
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Fuente de investigación}
- Sin embargo, la fruta inmadura también puede caerse debido al clima o si el árbol está débil debido a la deshidratación. Antes de comerla vuelve a verificar su madurez mediante otros métodos.
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Elige la fruta pesada. Pésala en la mano. Reconoce la fruta inmadura por su ligereza.^{[7]
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Fuente de investigación} Dale preferencia a aquellas que se sientan más pesadas de lo que esperarías de acuerdo con su tamaño.^{[8]
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- Un maracuyá maduro debe medir entre cuatro y ocho centímetros de diámetro y pesar entre 35 y 50 g (1,2 y 1,8 oz).^{[9]
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Selecciona frutas firmes. Dale un apretón muy suave a la fruta. La cáscara deberá ceder un poco al presionarla pero sin dejar de sentirse firme.^{[10]
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Fuente de investigación} Si la fruta se siente dura como roca, considérala inmadura.^{[11]
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Fuente de investigación} Si se siente suave, ha pasado su punto máximo de madurez.

Método 3

Método 3 de 3:
Madurar, cortar y almacenar el maracuyá

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Madura la fruta a temperatura ambiente. Si tienes fruta que está casi madura, pero aún no alcanza su mejor punto, dale algunos días para que madure más. Déjala reposar a temperatura ambiente, lejos de la luz solar directa.^{[12]
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Fuente de investigación} Revísala diariamente para que puedas disfrutarla antes de que se arrugue demasiado, momento en el que comenzará a secarse por dentro.^{[13]
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Córtala para abrirla. No te comas la cáscara. Usa un cuchillo para abrir la fruta. Para comerla tal cual, corta la parte superior, usa una cuchara y cómela como si fuera un tazón.^{[14]
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Fuente de investigación}Para agregarla como ingrediente en otro platillo, pártela a la mitad para que puedas sacarla más fácilmente con una cuchara.^{[15]
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Guarda la fruta abierta en el refrigerador o el congelador. Una vez que la hayas cortado, refrigérala o congélala para evitar que se eche a perder. Puedes esperar que la fruta refrigerada dure una semana como máximo. Para almacenarla por más tiempo, séllala en una bolsa para congelador de buena calidad y congélala, con lo que podrá preservarse hasta por doce meses.