Hornear tiene sus altibajos, y si has terminado con un desastre cuando preparabas un pastel en la cocina, ¡no te preocupes! Es probable que puedas hacer algo para salvar la situación. Sea que el pastel no haya crecido o se haya roto o recocido, podrás encontrar una solución para arreglarlo y convertirlo en una versión presentable.

Método 1
Método 1 de 4:
Arreglar un pastel que no se haya esponjado

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    Cocina un poco más un pastel que no haya esponjado y que aún esté pastoso. Si al revisar el pastel te das cuenta de que aún tiene mezcla sin cocer en el medio, es posible que no haya tenido tiempo de esponjarse aún. Mételo de nuevo en el horno entre 5 y 10 minutos, prestándole atención para asegurarte de no exagerar. Aún podrías lograr que el pastel se esponje.[1]
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    Desmenuza el pastel y mézclalo con glaseado para hacer bolas de pastel. Incorpora glaseado comprado en la tienda o hecho en casa, y agrega solo lo necesario para que la mezcla se junte al apretarse. Forma bolas con la mezcla y luego échales coco, grajeas o cacao en polvo.[2]
    • También puedes cubrir las bolas de pastel con chocolate derretido y dejar que se enfríen.
    • Este truco también funciona para un pastel que esté muy seco.
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    Crea un domo de pastel con dos láminas de pastel que no haya esponjado lo suficiente. Corta una capa de pastel por la mitad con un cuchillo grande para pan para hacer 2 láminas delgadas. Coloca film plástico en un recipiente grande para mezclar a fin de usarlo como un molde y pon una capa de pastel en el fondo del recipiente. Corta el exceso de pastel alrededor de la parte superior hasta que tengas un círculo casi completamente uniforme. Agrega glaseado o mousse al medio del recipiente de pastel que acabas de hacer, luego ponle la otra capa encima.[3]
    • Corta el exceso del pastel que sale por el borde para que entre todo en el recipiente.
    • Coloca el pastel en el refrigerador para que repose antes de desmoldarlo en un plato. Puedes verter chocolate derretido sobre el domo o esparcir glaseado sobre la parte redonda para decorarlo.
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    Llena un pastel hundido con golosinas para conseguir un efecto de celebración. Si solo el centro está hundido, glasea el pastel de manera habitual, luego úsalo como un recipiente para poner golosinas. Llénalos con golosinas sin envoltura, como dulces cubiertos de chocolate, ositos de goma, caramelos de fruta o cualquier otra que te guste.[4]
    • También puedes llenar el pastel hundido con mousse o crema de limón y ponerle glaseado sobre la parte superior. Así tendrás un pudín o un postre fácil y rápido.
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    Convierte un pastel hundido en un pastel de helado para complacer a un corazón joven. Echa helado blando con una cuchara en el centro de un pastel hundido y hazlo uniforme. Hiela el pastel por unos 30 minutos, luego sácalo. Para terminar este pastel, agrégale glaseado en la superficie del helado y en los bordes, como lo harías normalmente.[5]
    • Si quieres un ingrediente más simple, cubre el pastel con crema batida y decora con cerezas de marrasquino.

Método 2
Método 2 de 4:
Trabajar con un pastel roto o rajado

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    Haz un trifle de piezas rotas de pastel si quieres un lindo postre en capas. Sobrepón pedazos de pastel en una bandeja de trifle grande o un recipiente para mezclar. Rocía un poco de alcohol para darle sabor, si deseas, luego agrega capas de preparados como pudín, glaseado, fruta, mousse o crema batida en cualquier combinación. Cuando estés sobreponiendo los pasteles, agrega lo suficiente de cada uno de los ingredientes para esparcirlos en toda la fuente. Repite las capas hasta que hayas utilizado todo el pastel.[6]
    • Haz que la parte de arriba se vea muy especial. Crea una capa uniforme con crema batida o glaseado, luego cúbrelo con rizos de chocolate o grajeas a modo de decoración.
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    Cubre un pastel rajado con glaseado para esconder imperfecciones. El glaseado esconderá las pequeñas rajaduras de forma perfecta. Si está muy rajado, usa un poco de glaseado para tratar de "pegar" las piezas. Para hacerlo, mete glaseado por la rajadura y presiona las piezas para unirlas. Luego cubre toda la parte superior del pastel con un capa delgada de glaseado ligeramente ablandado y crea una capa para cubrir migajas.[7]
    • Deja que se asiente, luego agrega otra capa más gruesa de glaseado para decorar. Si se hace bien, será difícil incluso darse cuenta de que está rajado.[8]
    • No exageres al momento de rellenar la rajadura con glaseado, si usas mucho harás que todo el pastel sea azucarado y desagradable para comer.
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    Dale la vuelta al pastel rajado para crear una superficie uniforme. Si el pastel se raja en la parte de arriba, siempre podrás usar la parte de abajo encima. De esta forma, tendrás una superficie ordenada y uniforme con la que trabajar.[9] Sin embargo, la base será menos firme, así que no te sorprendas si se desmenuza en el plato, esta solución es mejor para usarse en casa.
    • Otra opción es nivelar el pastel si cortas una capa delgada en la parte superior para hacerla más uniforme. Usa un cuchillo de pan para cortar una capa uniforme en la parte de arriba.
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    Crea una corteza de pastel a partir de uno partido si quieres elaborar un bocadillo divertido. Derrite chocolate de leche, oscuro o blanco o chispas de caramelo y vierte el producto en una bandeja para hornear cubierta con papel sulfurizado. Usa una espátula para untar el chocolate derretido en una capa delgada. Déjala enfriar por 30 minutos, luego desmenuza pastel encima formando una capa delgada y uniforme. Presiónalo sobre la capa derretida. Espárcele otra capa de chocolate encima y déjala enfriar.[10] El chocolate y el pastel se asentarán juntos. Pártelo en pedazos individuales para servirlos.

Método 3
Método 3 de 4:
Lidiar con un pastel recocinado o quemado

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    Corta las partes quemadas de un pastel. Usa un cuchillo grande de pan para cortar la parte superior o inferior si se hubiera quemado. Corta las partes quemadas que estén alrededor de los bordes pasando el cuchillo por debajo de ellas. Cuida de solo cortar las partes quemadas del pastel, pues el resto por lo general estará bien.[11]
    • Este paso es similar a raspar la capa quemada de una tostada, excepto que el pastel no es tan seco, así que tendrás que usar un cuchillo para cortar las partes quemadas suavemente.
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    Unta un jarabe simple en un pastel seco y recocinado para humedecerlo. Agrega una parte de azúcar y una parte de agua a una olla pequeña y ponla en la estufa. Calienta la mezcla hasta que el azúcar se derrita revolviéndola constantemente. Saca el jarabe del fuego y agrega un saborizante, como un extracto o un ron. Deja que el jarabe se enfríe y unta una capa delgada en la parte de arriba del pastel antes de echarle el glaseado.[12]
    • Quizás sería bueno perforar agujeros en el pastel con un tenedor para ayudar a que absorba el jarabe.
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    Cubre un pastel seco con ingredientes húmedos para que esté menos seco. Si no tienes tiempo de hacer el jarabe más simple, aplícate una capa gruesa de glaseado de crema de mantequilla en el medio del pastel. Luego usa ingredientes húmedos encima para decorarlo, como frutas o chocolate.[13]
    • Si el pastel es de una sola capa, tendrás que cortarlo por la mitad con un cuchillo grande de pan a fin de agregarle glaseado en el medio.

Método 4
Método 4 de 4:
Resolver problemas de desmoldado y corte

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    Saca el pastel del molde con un cuchillo. Si está atascado en el molde, pasa un cuchillo afilado entre el molde y todo el borde. Usa las manos para mover un poco las paredes y el fondo del molde a fin de que el pastel se suelte, luego déjalo enfriar por unos 15 minutos.[14]
    • Después de 15 minutos, prueba desmoldar el pastel nuevamente. Si de todas maneras termina en un desastre, lee las sugerencias de arriba para convertirlo en un trifle, bolas de pastel u otra receta de pastel partido.
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    Nivela un pastel desigual con un cuchillo afilado. A veces, se esponja de manera dispareja. Si te ha pasado y quieres una superficie uniforme, solo usa un cuchillo afilado para pan a fin de cortar la parte dispareja. Ahora tendrás una superficie uniforme y pareja para el glaseado.[15]
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    Refrigera las capas de pastel si se rompen cuando intentas cortarlas. Es probable que las capas tibias se desmenucen o rompen. Si intentas cortar las capas por la mitad, déjalas en el refrigerador al menos por 30 minutos para que se enfríen, luego vuélvelo a intentar.[16]
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    Listo.

Consejos

  • Agrega azúcar o cacao en polvo al glaseado que se chorree por el pastel. Si el glaseado está muy ligero, agrégale un poco de azúcar en polvo para espesarlo. Sigue agregándole azúcar en polvo poco a poco hasta conseguir el espesor que quieras. En el caso de los glaseados de chocolate, el cacao en polvo también servirá. Bátelo bien para garantizar que no tenga grumos.[17]
  • Sin importar lo que pase, ¡finge que fue intencional! ¡Tus invitados no sabrán que pudo quedar mejor!

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