Gente de todo el mundo disfruta el sabor distintivo del pato, que tiene carne oscura. Algunas de las recetas con pato más populares son el pato laqueado de Pekín, un plato chino, y el pato a la naranja, un plato francés. Asar el pato es uno de los métodos más populares para disfrutar de esta ave. Bien preparado, el pato asado es crujiente en el exterior y jugoso y sabroso por dentro. Para aprender a asar un pato perfectamente, comienza en el paso 1.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Prepara el pato

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    Elige un pato de 2 a 3 kilos (5 a 6 libras). Para preparar un pato asado que rinda para dos personas, necesitas un pato de 2 a 3 kilos (5 a 6 libras). La variedad más común es el pato doméstico, que tiene un sabor ligero y agradable. El pato criollo tiene un sabor más fuerte y a caza. [1]
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    Quita la menudencia. Quita el pato de su envoltura y luego quita la menudencia de la cavidad. Puedes hacer con ella lo que quieras. Algunas personas la desechan, mientras que otras guardan el hígado para hacer paté de hígado de pato y usar lo demás para caldo.
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    Limpia el ave. Cuando hayas quitado la menudencia, lava el pato bajo el grifo con agua fría. Sacúdelo para quitar el agua de la cavidad y dale toques con papel toalla hasta que la piel esté muy seca. Coloca el pato seco en un estante de alambre sobre una bandeja de horno profunda forrada con papel aluminio.
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    Haz una muesca para que la grasa escape. Toma un cuchillo de pelar pequeño y afilado para hacer una perforación poco profunda forma de líneas cruzadas (diamante) en la piel de la pechuga del pato.
    • Sé muy cuidadoso. Solo debes perforar la grasa, no la carne debajo. Es más fácil si sostienes el cuchillo en ángulo.
    • Luego, pincha todo el pato con la punta de un cuchillo. Cabe repetir que debes perforar la piel, no la carne debajo. Hacerlo permitirá que más grasa escape de la piel para producir un pato más crujiente.[2]
    • Luego, usa el cuchillo para quitar el exceso de piel en cada lado de la cavidad. Puedes desechar la piel o hervirla ligeramente para quitarle la grasa.
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    Sazona y ata el pato. Sazona el interior del pato con sal de grano grueso y pimienta negra recién molida. Ata las patas cruzándolas y atándolas con un trozo de hilo de algodón (pabilo).
    • Antes de atar las patas, puedes llenar la cavidad con una cebolla o una naranja en cuartos para mantener el pato jugoso.
    • Corta las puntas de las alas en la articulación final y luego mételas debajo del pato, tal como harías al asar un pollo.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Asa el pato

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    Asa el pato a 150 grados Celsius (300 Fahrenheit) durante una hora. Coloca el pato en la segunda bandeja inferior del horno, que debe estar precalentado a 150 grados Celsius (300 Fahrenheit). Ásalo con la pechuga hacia arriba durante una hora.
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    Pincha la piel y dale vuelta al pato. Luego de la primera hora de asar, retira la bandeja y pincha la piel del pato con un cuchillo afilado para liberar la grasa derretida.
    • Presta especial atención al área alrededor de las patas, pues contiene mucha grasa.
    • Dale la vuelta al pato para que la pechuga quede hacia abajo, regrésalo al horno y asa por una hora más.
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    Repite el proceso durante las dos horas siguientes. Luego de la segunda hora, quita el pato del horno, pínchalo todo para liberar la grasa, dale la vuelta para que la pechuga quede hacia arriba y regrésalo al horno por otra hora.
    • Luego de la tercera hora, pincha el pato, dale vuelta para que la pechuga queda hacia abajo y regrésalo al horno para asarlo por una última hora.
    • El pato debe adquirir un tono marrón más oscuro y ponerse más crocante a medida que pasa el tiempo.
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    Quita la grasa y termina de asar. Luego de la cuarta hora de asado, quita el pato del horno. Sube la temperatura del horno a 200 grados Celsius (400 Fahrenheit) y deja que precaliente.
    • Mientras esperas, quita la grasa con una cuchara del fondo de la bandeja. Sé muy cuidadoso, pues la grasa está muy caliente y puede causar graves quemaduras.
    • Cuando enfría, la grasa de pato se mantiene por meses en el refrigerador. ¡Puede usarse para hacer papas y vegetales asados deliciosos o incluso para darle sabor a un pollo asado!
    • Cuando el horno alcance los 200 grados Celsius (400 Fahrenheit), regresa el pato al horno con la pechuga hacia arriba por diez minutos más. Esto ayudará a que la piel se ponga muy crujiente.
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    Añade glaseado (opcional). Luego de diez minutos, quita el pato del horno. Si vas a usar glaseado (como los descritos más abajo), aplícalo con una brocha generosamente sobre la piel del pato.
    • Luego, regresa el ave al horno para cocinarlo de 5 a 7 minutos más a 200 grados Celsius (400 Fahrenheit) hasta que adquiera un color marrón oscuro. ¡Vigila el pato cuidadosamente durante este periodo para evitar que se queme!
    • En lugar de usar glaseado, puedes simplemente servir el pato asado con una salsa para acompañar. Encontrarás algunas recetas más abajo. Si eliges esta opción, no hay necesidad de regresar el pato al horno por esos 5 o 7 minutos.
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    Deja que repose. Cuando hayas quitado el pato del horno, permite que repose en el estante de alambre por 10 minutos. Corta el pato, como lo harías con un pollo asado, y sírvelo. [3]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Prepara salsas y glaseados

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    Prepara un glaseado dulce y picante. Para prepararlo necesitarás los siguientes ingredientes:
    • 1/4 de taza de miel
    • 1/4 de taza de melaza
    • 3 cucharadas de jugo de naranja
    • 1 cucharada de salsa de soya
    • 1 1/2 cucharada de sriracha
    • Combina todos los ingredientes en una cacerola y hiérvelos a fuego lento. Sube la temperatura a medio alta y bate la mezcla constantemente hasta que esté suficientemente espesa para cubrir la parte posterior de una cuchara.
    • Pon el glaseado a un lado hasta que estés listo para usarlo en el pato. Si se pone demasiado espeso, caliéntalo en el microondas antes de usarlo.
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    Prepara un glaseado de naranja y salvia. Para hacer este glaseado cítrico y condimentado necesitarás los siguientes ingredientes:
    • 3/4 de taza de jugo de naranja fresco
    • 2 cucharadas de salvia recién picada
    • 1/2 taza + 1 cucharada de mermelada de naranja
    • 1 1/2 cucharada de brandy
    • Añade el jugo de naranja y la salvia a una cacerola y hierve a fuego alto hasta que quede aproximadamente ¼ de taza de líquido. Baja el fuego, añade los ingredientes restantes y hierve a fuego lento hasta que el glaseado se ponga espeso y burbujeante.
    • Deja el glaseado a un lado hasta usarse.
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    Prepara un glaseado de vinagre balsámico y miel. Para preparar este glaseado necesitarás los siguientes ingredientes:
    • 10 cucharadas + 2 cucharaditas de vinagre balsámico
    • 1/4 de taza de miel
    • 1/2 cucharadita de pimienta negra recién molida
    • 1/2 cucharada de vinagre de vino tinto
    • Añade las 10 cucharadas de vinagre balsámico, la miel y la pimienta a una cacerola y hiérvelos a fuego alto hasta que la mezcla espese. Revuelve constantemente hasta que el glaseado se reduzca a 3 cucharadas de líquido.
    • Quita la mezcla del fuego y añade 2 cucharaditas de vinagre balsámico y ½ cucharadita de vinagre de vino tinto. Mantén el glaseado tibio hasta que esté listo para usarse en el pato.
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    Prepara una salsa de ciruela y manzana. Para preparar esta deliciosa salsa de manzana roja, necesitarás los siguientes ingredientes:
    • 1 kg de manzanas rojas, en cuartos y sin semillas
    • 1 kg de ciruelas rojas o negras, en cuartos y sin hueso
    • 1/4 de taza de agua
    • 1/4 de taza de azúcar
    • Coloca todos los ingredientes en una cacerola de fondo grueso (con tapa) y cocina a fuego medio por 1 hora y 15 minutos revolviendo ocasionalmente hasta que la fruta esté suave y blanda.
    • Pasa la fruta a través de un colador de alambre delgado para quitar la cáscara de las frutas. Sirve la salsa junto al pato asado (¡o disfrútala sola como postre!). [4]
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    Prepara una salsa de limón y zarzamora. Es una salsa simple pero sabrosa para cuando estés en apuros.
    • Lo único que necesitas es mezclar 1 taza de mermelada de zarzamora con 1 cucharada de jugo de limón en una cacerola pequeña.
    • Hierve la salsa y luego pásala por un colador de alambre delgado y sírvela con el pato asado.

Consejos

  • La mayoría de patos comprados en tienda están congelados, por lo que debes descongelarlos en el empaque original dentro del refrigerador. Por lo general, un pato entero se descongela en el refrigerador dentro de 24 a 36 horas. Un método más veloz consiste en sumergir el pato en agua fría en el empaque original o en una bolsa de plástico hermética. Cambia el agua cada media hora. El pato se descongelará en aproximadamente 3 horas.
  • El pato no necesita lardearse gracias a la capa de grasa bajo la piel. Sin embargo, puedes elegir lardear el ave para darle sabor. También puedes usar glaseado.

Advertencias

  • Rellenar cualquier cruda ave puede ser peligroso, pues el relleno puede mezclarse con los fluidos crudos que contienen bacterias. Quizás el relleno dentro del ave no alcance la temperatura suficiente para matarlas. Por eso, muchos cocineros prefieren cocinar el relleno fuera del ave. Incluso aquellos que deciden rellenar las aves, no lo hacen con el pato, pues absorbe demasiada grasa mientras el pato se asa, lo que lo hace incomestible.

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Categorías: Carne