Si compras un paquete de pescado seco, quizás parezca un poco intimidante determinar cómo incorporarlo a tus recetas. El pescado seco es popular en los platos asiáticos y filipinos, pero quizás ni siquiera sepas por dónde empezar. Por fortuna, preparar pescado seco es muy fácil, y convertirlo en una comida o bocadillo delicioso solo toma unos minutos. Tan solo asegúrate de remojar el pescado de antemano para ayudar a que la carne permanezca húmeda y tierna.

Ingredientes

Pescado seco frito en la sartén

  • 10 trozos de pescado seco
  • 3 cucharadas de aceite vegetal

Rinde para 2 porciones

Pescado seco horneado

  • 10 trozos de pescado seco

Rinde para 3 porciones

Método 1
Método 1 de 3:
Remojar el pescado

  1. 1
    Córtales las aletas a los pescados usando tijeras de cocina. Las aletas suelen ser poco apetecibles y, por ende, debes quitarlas antes de comenzar a cocinar. Busca las aletas que se extienden a lo largo de la parte superior e inferior del pescado y córtalas lo más cerca posible del cuerpo. Asimismo, es posible que haya aletas a un lado del cuerpo del pescado. Continúa cortando las aletas del resto de los trozos de pescado.[1]
    • No es necesario que le quites la cabeza o las espinas a los pescados antes de cocinarlos.
  2. 2
    Sumerge los pescados en agua por 30 minutos de forma que la carne permanezca tierna. Llena un tazón grande con una cantidad suficiente de agua limpia del grifo como para cubrir por completo los pescados. Coloca todos los pescados secos dentro del tazón y déjalos estar por aproximadamente 30 minutos. El agua humedecerá la carne y enjuagará el exceso de sal que se haya usado para secar los pescados.[2]
    • Si tienes poco tiempo o estás trabajando con un pescado más pequeño (por ejemplo, las anchoas), puedes remojar los pescados por 2 minutos en agua caliente.[3]
  3. 3
    Enjuaga los pescados con agua fresca para limpiarlos. Retira los pescados del tazón y colócalos bajo agua corriente fría para enjuagarles los restos que aún podrían quedarles en la superficie. Frota con suavidad la piel de los pescados para quitar la suciedad que podría estar atascada debajo de las escamas. Sacude el exceso de agua de los pescados para que no goteen.[4]
  4. 4
    Palmea los pescados para secarlos usando papeles toalla. Puedes ya sea secar los pescados individualmente o colocar todos los trozos en un plato cubierto con papeles toalla. Dispón los pescados sobre el papel toalla y presiona hacia abajo con suavidad para absorber el agua en la superficie. No hay problema si los pescados se sienten un poco húmedos siempre y cuando no goteen para cuando los cocines.[5]
    • Si los pescados de todos modos tienen un aspecto sucio, podrías volver a enjuagarlos y secarlos antes de cocinarlos.
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Método 2
Método 2 de 3:
Pescado seco frito en la sartén

  1. 1
    Calienta aceite vegetal en una sartén a fuego medio bajo. Añade 3 cucharadas de aceite vegetal a una sartén grande y enciende la estufa. Inclina la sartén para cubrirla por completo de forma que los pescados no se quemen ni se peguen al fondo. Deja que el aceite se caliente por completo hasta que empiece a burbujear y chisporrotear.[6]
    • Opta por una sartén que tenga un fondo grueso, ya que será menos probable que se quemen los pescados.
  2. 2
    Fríe los pescados en la sartén por 5 minutos. Extiende un trozo de pescado seco de lado en la sartén y sigue añadiendo los demás trozos de forma que estén espaciados uniformemente. Deja que el primer lado se cocine por aproximadamente 5 minutos o hasta que la piel tenga un aspecto marrón dorado.[7]
    • Si no hay espacio para todos los pescados en la sartén, cocínalos en tandas más pequeñas.
    • El pescado seco puede ser muy oloroso al cocinarlo, así que enciende un ventilador extractor o abre una ventana para dejar que el olor escape.
  3. 3
    Dales vuelta a los pescados para cocinar el otro lado hasta que las escamas estén crujientes. Con una espátula o con tenazas, dales vuelta a los trozos de pescado de forma que se cocinen uniformemente. Mantén los pescados en la sartén hasta que observes que las escamas se tornan crujientes y empiezan a separarse una de otra. Luego, puedes quitarlas del fuego.[8]
  4. 4
    Traslada los pescados a un plato cubierto con papeles toalla para escurrirlos. Deja que el exceso de aceite gotee de regreso a la sartén antes de trasladar los pescados al plato. El papel toalla absorberá el aceite sobrante de forma que los pescados permanezcan crujientes. Palmea los pescados con suavidad sin romperlos usando otro trozo de papel toalla.[9]
    • Si no absorbes el exceso de aceite, es posible que la piel de los pescados se torne pastosa.
  5. 5
    Disfruta de los pescados en tanto aún estén calientes. Puedes consumirlos por sí solos o servirlos con acompañamientos como cebollas picadas, tomates y ajo.[10] Si quieres realzar aún más los sabores, podrías sumergir los pescados en vinagre picante. Asimismo, puedes mezclar los trozos de pescado con arroz para que tu comida sea aún más sustanciosa.[11]
    • Puedes consumir los pescados pequeños (por ejemplo, las anchoas) con todo y espinas, pero ten cuidado con las espinas sólidas de los pescados más grandes, ya que son afiladas y podrían lastimarte.
    • Refrigera las sobras, de haberlas, por 3 o 4 días.[12]
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Método 3
Método 3 de 3:
Pescado seco horneado

  1. 1
    Precalienta el horno a 205 °C (400 °F). Coloca una de las rejillas del horno en la posición central de forma que el calor circule uniformemente alrededor. Configura el horno a 205 °C (400 °F) y deja que se caliente en tanto haces los preparativos. Espera a que alcance la temperatura adecuada antes de cocinar los pescados para asegurarte de que se cocinen por completo.[13]
  2. 2
    Dispón los pescados en una sola capa sobre una lámina de papel de aluminio. Arranca una lámina de papel de aluminio del tamaño suficiente como para extender los pescados en una sola capa. Coloca los trozos de pescado de lado a lo largo de la lámina. Deja un poco de espacio entre los pescados de forma que el calor pueda circular bien a su alrededor.[14]
    • De no serte posible colocar los pescados en una sola capa, utiliza varias láminas de papel de aluminio.
  3. 3
    Rocía los pescados con aceite de cocina en aerosol para que no se pegue. Sujeta un aceite de cocina en aerosol antiadherente justo encima de los trozos de pescado y rocíalos ligeramente. Cubre el lado expuesto del pescado por completo con el aceite antes de darles vuelta a los trozos y rociarlos por el otro lado. Esto hará que los trozos no se peguen al papel de aluminio.[15]
    • Si no tienes aceite de cocina en aerosol, puedes usar aceite vegetal regular. Tan solo asegúrate de cubrir de manera uniforme todos los trozos de pescado.
    • El pescado seco de por sí es muy salado, por lo que no es necesario que le añadas condimentos adicionales a menos que quieras.
  4. 4
    Envuelve los pescados de manera holgada con otra lámina de papel de aluminio. Arranca otro trozo de papel de aluminio de aproximadamente el mismo tamaño que el primero. Dispón el papel de aluminio sobre los pescados de forma que los bordes estén alineados con el trozo inferior. Corruga los trozos de papel de aluminio uno con el otro a lo largo de los bordes para sellar por completo los pescados dentro de forma que se cocinen con mayor rapidez.[16]
    • Asimismo, envolver los pescados evita el olor fuerte a pescado mientras cocinas.
  5. 5
    Cocina los pescados en el horno por entre 6 y 10 minutos. Puedes colocar el paquete directamente en el horno o bien colocarlo sobre una bandeja para horno con borde si te preocupa que se rasgue. Dispón el paquete de aluminio con los pescados en el horno y deja la puerta cerrada durante todo el tiempo de cocción. Cuando hayan pasado entre 6 y 10 minutos, retira los pescados del horno y deja que el paquete esté frío al tacto.[17]
    • Abre las rejillas de escape o ventanas en la cocina mientras cocinas por si acaso aún haya un olor.
  6. 6
    Sirve los pescados en tanto aún estén calientes. Desenvuelve los pescados justo antes de cuando estés listo para comerlos de forma que no se enfríen con demasiada rapidez. Disfruta de los pescados con arroz, tomate y vinagre picante como una comida deliciosa.[18]
    • Puedes refrigerar las sobras de pescado por hasta 4 días.[19]
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Advertencias

  • Ten cuidado con las espinas del pescado mientras comes para no lastimarte.
  • El aceite caliente puede ocasionar quemaduras graves o posiblemente un incendio. Por ende, siempre debes tener cuidado al usarlo para cocinar.
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Cosas que necesitarás

Remojar el pescado

  • tijeras
  • tazón
  • lavabo
  • papeles toalla

Pescado seco frito en la sartén

  • sartén
  • estufa
  • espátula
  • plato
  • papel toalla

Pescado seco horneado

  • horno
  • papel de aluminio
  • aceite de cocina en aerosol

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Categorías: Pescado y mariscos | Recetas
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