Independientemente de que salgas a comer a un restaurante o de que planifiques preparar una comida en casa, decidir qué comer puede ser difícil. No obstante, afortunadamente hay muchas formas en que puedes decidir qué comer. Empieza por utilizar el proceso de eliminación al dejar de lado las opciones indeseables. Si eres parte de un grupo que tiene dificultades para tomar una decisión colectiva, utiliza el sistema 5:3:1 o designa a un líder rotativo para que decida por el grupo. Asimismo, si deseas probar algo nuevo, descarga una aplicación útil que muestre restaurantes locales en tu zona.

Método 1
Método 1 de 4:
Probar nuevas comidas en casa

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    Encuentra una receta que nunca antes hayas cocinado. Si no estás seguro de qué cocinar para una comida, trata de encontrar un nuevo plato o receta que puedas preparar. Es fácil quedarte atascado en la rutina de comer solo un puñado de comidas una y otra vez. Buscar de forma deliberada un plato que nunca antes hayas probado te puede ayudar a tener una variedad de comidas caseras.
    • Algunas páginas como All Recipes o Food.com ofrecen una gran diversidad de recetas.[1] Ingresa varios ingredientes y explora hasta que encuentres una receta atractiva que nunca antes hayas probado.
    • Si con frecuencia cocinas pasta u otros platos italianos, trata de buscar una receta que no incluya pasta ni carne. Por ejemplo, podrías descubrir una ensalada de tofu vegetariana que puedes disfrutar.
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    Prepara un plato de un nuevo tipo de cocina. Si estás aburrido de los tipos de comidas que por lo general preparas en casa, trata de probar algo nuevo de un tipo diferente de cocina regional o mundial. Si tienes problemas para encontrar recetas adecuadas, busca páginas web como “goodfood” de la BBC.[2] Puedes escoger entre muchas recetas de cocinas internacionales, incluyendo la cocina hindú, china, marroquí y francesa.
    • Asimismo, si tienes ganas de comer en un restaurante, escoge uno que sirva un tipo de comida que nunca antes hayas probado.
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    Equilibra otras comidas que recientemente hayas tenido. Piensa en lo que comiste durante el día o incluso durante la semana. Si te das cuenta de que has descuidado cualquier grupo de alimentos, planifica una comida casera que incorpore ese grupo.[3]
    • Por ejemplo, si es hora de la cena y hasta ese momento probaste comidas con muchas proteínas (por ejemplo, tocino en el desayuno y hamburguesa en el almuerzo), planifica incorporar en la cena más carbohidratos o frutas y verduras.
    • Además de ser de utilidad en la indecisión, equilibrar tu dieta diariamente también servirá para comer una mezcla más sana de alimentos.
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Método 2
Método 2 de 4:
Utilizar el proceso de eliminación

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    Decide dónde y qué no quieres comer. Ya sea que solo decidas por una comida para ti o si estás con otra persona o con un grupo de personas, empieza por eliminar restaurantes o recetas que no parecen ser buenos. Eliminar opciones indeseables te dará un menor número de mejores opciones de comidas y así harás que tomar una decisión sea mucho más fácil.[4]
    • Por ejemplo, tal vez tu amigo comió pizza la noche anterior y no quiere comer lo mismo o simplemente tú no tienes ganas de comer platos italianos caseros.
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    Considera la hora y el lugar. Si esperas comer relativamente pronto, evita todos los restaurantes a los que te tome de 15 a 20 minutos para llegar. A menos que estés preparado para viajar a fin de probar una comida deliciosa, tu grupo y tú pueden optar por quedarse en un restaurante cercano. Si ir a algún restaurante simplemente es muy complicado, elimínalo de tu lista.[5]
    • Por ejemplo, si tu primera opción para cenar se encuentra cruzando la ciudad y es la hora punta de la cena o si estás en medio de la hora de mayor afluencia, escoge un lugar más cercano a casa.
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    Considera las restricciones alimenticias, alergias o dietas. Si piensas salir a comer con un grupo, asegúrate de escoger un lugar que atienda las necesidades de todos. Por ejemplo, si un amigo tiene alergia a los mariscos, puedes descartar el restaurante de ostras local. Si vas a cenar con un vegetariano, evita un restaurante especializado en carnes o hamburguesas.[6]
    • Sé considerado con tus compañeros de cena. El restaurante o la opción de cena que tu grupo escoja debe ofrecer algo para cada persona con la que comerás.
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    Haz tu elección. En última instancia, todo se reduce simplemente a hacer una elección. Si estás con un grupo que no puede decidirse, designa a una persona para que tome una decisión ejecutiva. Si estás solo, escoge un lugar u opta por una comida para preparártela tú mismo en casa. Si al final terminas lamentando tu decisión, al menos sabrás que no volverás al restaurante o que no harás la misma receta.
    • Si estás atascado en decidirte entre dos opciones diferentes de opciones de comidas (restaurantes, carros de comidas, etc.), simplemente lanza una moneda al aire y podrás tomar una decisión.
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Método 3
Método 3 de 4:
Superar un punto muerto grupal

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    Utiliza la regla 5:3:1. Si comes fuera (o si cocinas en casa) con una o dos personas más y no pueden llegar a un consenso, utiliza la regla 5:3:1. La primera persona sugiere cinco opciones de comidas (ya sean restaurantes a los que vayan a cenar o comidas para preparar en casa). La segunda persona elimina dos opciones y deja tres. La tercera persona toma la decisión final y escoge la opción de comida.[7]
    • Si utilizas la regla 5:3:1 solo con dos personas, puede ser la primera persona la que tome la decisión final.
    • Este método no funcionará con grupos de más tres, ya que no todas las personas podrán opinar.
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    Escoge un líder alternativo. Parte de la dificultad de elegir una opción de restaurante o comida con un grupo es que cada uno tiene sus propias preferencias, lo cual puede difícil de ajustar. Una forma de evitar esto es optar por un puesto de “líder” rotativo, es decir, puedes permitir que una persona escoja a qué restaurante ir. Su decisión deberá ser final.[8]
    • Después, en cada ocasión posterior que el grupo planifique salir a comer, el puesto de líder puede rotar y así el nuevo líder podrá escoger su restaurante preferido.
    • Esto puede funcionar con una opción para cenar, por ejemplo, puedes permitir que un familiar o líder rotativo escoja un plato o receta que puedes cocinar en casa.
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    Vincula tu opción de comida con una actividad. Tendrás más facilidad para decidir a qué restaurante ir a cenar si planificas acompañar tu comida con una actividad en la ciudad. Por ejemplo, si querías probar un nuevo restaurante que está cerca de un cine, planifica ver una película justo después de terminar de comer.[9]
    • También podrías planificar al revés. Es decir, si sabes que querías ir a la inauguración de una galería de arte, busca en línea opciones de restaurantes que estén cerca de la galería y haz planes para almorzar o cenar ahí.
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    Saca un nombre de un sombrero para escoger a la persona que tomará decisiones. Cuando hagas planes con un grupo, escribe los nombres de cada miembro en hojas separadas de papel, dóblalas y ponlas en un sombrero o tazón. Saca un nombre e informa a esa persona que estará a cargo de decidir el lugar al que irán a comer en esa ocasión.
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    Trata de planificar comidas grupales según los temas de comidas. Haz que alguien escoja el tema de la reunión y organiza una cena compartida con ese tema. Por ejemplo, algunos temas pueden ser “En el mar” (camarones fritos, patas de cangrejo, rollos de langosta, sémola, pescado y papas fritas, etc.) o “Fiesta mexicana” (frijoles refritos, enchiladas, burritos, arroz picante, etc.).
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Método 4
Método 4 de 4:
Utilizar páginas web y aplicaciones para encontrar un restaurante

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    Busca restaurantes en Zomato. Zomato enumera y clasifica restaurante de tu zona local por tipo de comida: desayuno, almuerzo, cena, reparto, etc. Si te sientes indeciso por el lugar al que irás a comer, revisa una lista de restaurantes locales.[10]
    • También puedes filtrar tu búsqueda de restaurantes por lugar o tipo de cocina o comida.
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    Echa un vistazo a Yelp. Yelp es un recurso excelente para cualquier persona que busque una variedad de restaurantes en su zona local. La página o aplicación correspondiente te brindará calificaciones con estrellas de muchos restaurantes y también enumerará los precios y menús de tales restaurantes. Si buscas probar un nuevo restaurante o un nuevo de tipo de comida (por ejemplo, comida hindú, peruana, cruda, etc.), revisa Yelp.[11]
    • Ten en cuenta que las opiniones de usuario de Yelp obviamente son subjetivas. Un comensal descontento puede darle dos estrellas a un restaurante excelente por una razón superficial. Por lo tanto, no descartes un restaurante, carro de comida o café simplemente debido a uno o dos malos comentarios.
    • Yelp está accesible en todo Europa y Estados Unidos. Sin embargo, muchos países europeos prefieren Foursquare antes que Yelp para ver opiniones de restaurantes.[12]
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    Haz tu pedido con EatStreet o GrubHub. Ambas aplicaciones para teléfonos inteligentes funcionan de manera similar, es decir, te permiten que hagas tu pedido de una cantidad de restaurantes locales que reparten comida. Estas aplicaciones son una buena opción si quieres comer en casa, pero te interesa recibir comida de un restaurante local, ya sea de un lugar favorito antiguo o nuevo en el que has querido cenar durante meses.[13]
    • Cualquiera de las aplicaciones te dará los precios y los menús completos y te permitirá conocer los costos de reparto y los montos mínimos de pedido de cada restaurante.
    • Las aplicaciones EatStreet y GrubHub están diseñadas para usuarios en los Estados Unidos.
    • La aplicación UberEats es básicamente lo mismo que GrubHub. UberEats funciona en las principales ciudades internacionales como Ámsterdam, Tokio, Singapur y Toronto.[14]
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Consejos

  • Si estás atascado entre escoger un restaurante en el que antes has estado muchas veces u optar por un nuevo lugar, opta por la nueva opción.
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Acerca de este wikiHow

Sarah Gehrke, RN, MS
Coescrito por:
Enfermera registrada
Este artículo fue coescrito por Sarah Gehrke, RN, MS. Sarah Gehrke es enfermera registrada y terapeuta de masajes licenciada en Texas. Sarah tiene más de 10 años de experiencia enseñando y practicando flebotomía y terapia intravenosa (IV) utilizando apoyo físico, psicológico y emocional. Recibió su licencia de Terapeuta de Masajes en el Instituto de Terapia de Masajes de Amarillo en 2008 y un master en Ciencias de Enfermería en la universidad de Phoenix en 2013. Este artículo ha sido visto 5923 veces.
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