Los almuerzos, las meriendas y los refrigerios en las escuelas representan una gran parte del alimento que los niños comen durante la semana. Tener acceso a opciones saludables y nutritivas permite que los niños puedan enfocarse y tener éxito en las clases, además de desarrollar buenos hábitos alimenticios en sus vidas. Como padre, puedes animar a tus hijos a comer bien en la escuela al enseñarles en casa y participar en los programas de alimentación de la escuela. Los profesores, los administradores y los estudiantes también pueden trabajar juntos para mejorar las opciones nutritivas en la escuela y animar a los estudiantes a comer mejor.

Método 1
Método 1 de 4:
Fomentar la alimentación saludable como padre

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    Habla con tus hijos acerca de la nutrición saludable. Si fomentas hábitos de alimentación saludable en casa, tus hijos tendrán una mayor facilidad para tomar buenas decisiones alimenticias en la escuela. Siéntense como familia para hablar de los beneficios de los alimentos saludables y los riesgos de escoger opciones poco saludables.[1]
    • Proporciónales información específica acerca de los beneficios que pueden obtener al comer alimentos distintos. Por ejemplo, puedes decir “Me encanta comer pescado porque es delicioso y es muy bueno para el cerebro”.
    • Ser un buen ejemplo también es una parte importante a la hora de enseñarles hábitos de alimentación saludable. Coman juntos como familia y permite que tus hijos vean que tomas decisiones alimenticias saludables.
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    Proporciona alimentos saludables en casa. Los niños que tienen acceso a alimentos saludables en casa tienen una mayor facilidad para desarrollar hábitos de alimentación saludables que puedan aplicar en la escuela y otras áreas de sus vidas. Prepara comidas equilibradas con una combinación de fibra, frutas y vegetales, proteínas magras (como legumbres, pescado y pechuga de pollo), grasas saludables (como las que se encuentran en las nueces y los aceites vegetales), productos lácteos y cereales integrales.[2]
    • Asegúrate de que tu hijo tenga acceso a refrigerios saludables (como frutas frescas, vegetales con salsa, yogur o mezcla de frutos secos), en el caso de que sienta hambre entre las comidas.
    • Evita tener comida chatarra en la casa, como caramelos, bebidas azucaradas, productos dulces horneados, y refrigerios con un alto contenido en sal y grasa.

    Consejo: las necesidades alimenticias de los niños cambian a medida que crecen. Si no sabes bien qué es lo que debe comer tu hijo o en qué cantidad, habla con tu pediatra.

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    Prepara refrigerios y almuerzos nutritivos para que tus hijos lleven a la escuela. Si tus hijos llevan sus propios refrigerios y almuerzos a la escuela, prepara opciones saludables que les gusten. Evita los alimentos procesados, los dulces o las comidas con un alto contenido en sal y grasa.
    • Ofréceles una variedad de opciones saludables para que puedan escoger. Por ejemplo, puedes decirles “¿Qué prefieren llevar como refrigerio hoy? Tenemos fresas, zanahorias, semillas de girasol y yogur”.
    • Hacer participar a tus hijos en la selección de alimentos los motivará a tomar buenas decisiones. Lleva a los niños a la tienda contigo y pídeles que te ayuden a escoger opciones para los refrigerios y los almuerzos para ellos.[3]
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    Familiarízate con las opciones de comidas ofrecidas en la escuela. Por lo general, las escuelas que ofrecen almuerzos o refrigerios cuentan con un menú en línea o envían a los niños a casa con menús impresos. Revisa el menú con tus hijos y hablen acerca de las mejores opciones. Decidan juntos si deben escoger entre esas opciones de la escuela o si es mejor preparar las comidas en casa para que lleven un día determinado.[4]
    • Si tienes dudas o preocupaciones con respecto a las opciones del menú escolar, comunícate con la administración de la institución educativa o con un profesor de tu hijo para hablar del tema.
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    Únete a la asociación de padres y participa en los programas de comidas de la escuela. Las asociaciones y organizaciones de padres y profesores proporcionan una salida importante con respecto a los programas de nutrición escolar. Sé miembro de la asociación de padres y profesores para saber cómo puedes participar. Por ejemplo, es posible que puedas trabajar con la organización para llevar a cabo las siguientes tareas:[5]
    • Tomar medidas para mejorar el comedor. De esta forma, el ambiente será más cómodo y agradable para los estudiantes.
    • Revisar el menú de la escuela para incluir opciones de alimentos más saludables y sabrosos.
    • Informar a los estudiantes y sus familias acerca de los cambios en las opciones de comidas de la escuela y motivarlos para que participen.
    • Trabajar con el equipo de servicio de comida de la escuela para asegurarte de que cuente con los recursos necesarios.
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    Lleva refrigerios saludables a los eventos escolares. Si participas en las fiestas de clases, las noches de película y otros eventos escolares, ofrécete a llevar refrigerios. Proporcionar opciones caseras y saludables te permitirá animar a los estudiantes y a sus familias a tomar buenas decisiones.[6]
    • Por ejemplo, si llevas refrigerios a una fiesta de Noche de Brujas de la escuela de tus hijos, puedes llevar calabazas de mandarina, en vez de (o además de) dulces o productos horneados.

Método 2
Método 2 de 4:
Proporcionar buenas opciones de alimentos como administrador de la escuela

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    Incorpora frutas frescas y vegetales en las comidas de la escuela. Algunos estudios han demostrado que los estudiantes comen más frutas y vegetales cuando tienen una variedad de opciones disponibles frescas y exhibidas de forma atractiva. Incorpora una barra de ensaladas y frutas frescas y precortadas en las ofertas de almuerzos en tu escuela.[7]
    • Colocar carteles que motiven a los niños a comer más frutas y vegetales también puede ser útil. Sin embargo, este enfoque funciona mejor cuando se combina con hacer que las ensaladas y la fruta fresca cortada estén disponibles para los estudiantes.

    ¿Lo sabías? Un estudio reciente del "Proyecto de alimentos seguros y saludables para los niños" ha demostrado que incorporar barras de ensaladas en los almuerzos de las escuelas es una de las formas más efectivas de animar a los niños a comer más frutas y vegetales en las escuelas.[8]

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    Adapta las recetas de las comidas para que sean más sabrosas. A pesar de los esfuerzos recientes por adoptar un enfoque más saludable en muchas áreas, las comidas de los comedores escolares tienen una reputación por ser poco sabrosas y de mala calidad, en especial en Estados Unidos.[9] Puedes fomentar una mejor participación en los programas de comidas entre los estudiantes al proporcionar opciones que no solo sean buenas para los niños, sino que también sean sabrosas. Trabaja con los cocineros para desarrollar recetas saludables y nutritivas.[10]
    • También puedes hacer participar a los alumnos al organizar competencias de recetas en la escuela.
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    Elimina las opciones poco saludables de las comidas escolares y las máquinas expendedoras. Revisa las opciones de comidas y refrigerios disponibles en la escuela. Si los estudiantes tienen acceso a opciones poco saludables (como comidas y bebidas con azúcar, alimentos con grasa o sal y opciones procesadas), se verán tentados a escogerlas, en vez de optar por alternativas más saludables. Por lo tanto, elimina las opciones poco saludables del menú o toma las medidas necesarias para restringir su disponibilidad.[11]
    • Si la escuela cuenta con máquinas expendedoras de refrigerios y bebidas, consúltales a los proveedores cuáles son las opciones que pueden vender en tu escuela.
    • Escoge proveedores que ofrezcan opciones saludables. Por ejemplo, quizás puedas reemplazar las máquinas expendedoras que venden refrescos por máquinas que vendan jugos y agua.
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    Crea un huerto en la escuela. Crear un huerto de vegetales es una excelente forma para que los estudiantes participen en la nutrición. Además, es una fuente sostenible y asequible de frutas y vegetales frescos para la escuela.[12] Haz que los estudiantes, los padres y el personal de la escuela participen a la hora de escoger plantas y cuidar el huerto.
    • Crear un huerto también permitirá que los estudiantes desarrollen habilidades importantes para la vida, aprendan más acerca del origen de los alimentos y se sientan más entusiasmados con la comida que comen.
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    Haz que los estudiantes participen en el desarrollo de las comidas escolares. Permitir que los estudiantes participen los ayudará a sentirse más empoderados y comprometidos con lo que comen. Habla con los estudiantes de tu escuela para saber cómo creen que se puede mejorar el menú escolar. Desafíalos a crear sus propias recetas o menús de almuerzos para comercializarlos con sus compañeros de clase.[13]
    • Considera la posibilidad de crear un grupo asesor de estudiantes dedicado a realizar cambios y mejoras en las opciones de comidas de la escuela.
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    Comunícate con otras escuelas para hablar acerca de los programas de comidas. Habla con otras escuelas de tu distrito y de otros distritos. Pregúntales qué ha funcionado en sus casos para fomentar hábitos de alimentación más saludables en sus escuelas y comparte tu propia visión.[14]
    • Por ejemplo, quizás descubras que una escuela vecina ha tenido éxito al llevar a los niños a una excursión a las granjas y a los mercados agrícolas.

Método 3
Método 3 de 4:
Enseñarles a los niños acerca de la nutrición como profesor

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    Incorpora lecciones acerca de la nutrición en tu plan de estudios. Tus alumnos se sentirán más empoderados para tomar mejores decisiones alimenticias si tienen acceso a la información. Habla con los estudiantes acerca de lo que el cuerpo necesita y cómo es que una buena alimentación puede ayudarlos a sentirse mejor.[15]
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    Asigna tareas enfocadas en las elecciones alimenticias saludables. Al enviar a los niños a casa con tareas relacionadas con la nutrición y buenas elecciones alimenticias, los animarás a trasladar los aprendizajes afuera del aula. Elabora tareas que los estudiantes puedan completar con sus familias para que el resto de la unidad doméstica también pueda participar.[17]
    • Por ejemplo, puedes hacer que los estudiantes trabajen con la familia para diseñar una comida saludable que incluya todos los grupos principales de alimentos.
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    Colabora con el enfermero de la escuela con lecciones de nutrición. Además de proporcionar tus propias lecciones de nutrición, trabaja con el personal de salud de la escuela para asegurarte de que todos estén de acuerdo al enviar el mismo mensaje. Puedes invitar a un enfermero de la escuela o un nutricionista (en el caso de que la institución cuente con uno) para que hablen en clase acerca de la alimentación saludable.[18]
    • Si tu escuela no cuenta con un personal de servicio de salud que pueda hablar en la clase acerca de la nutrición, considera la posibilidad de invitar a un especialista en salud o nutrición por fuera de la escuela para hablar como invitado en tu clase.
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    No dudes en intervenir si observas un hostigamiento relacionado con el peso o la forma del cuerpo. La presión de los compañeros puede tener un impacto importante en la forma en que los niños se perciben a sí mismos y en sus hábitos alimenticios. Si observas u oyes que un niño acosa a otro con respecto a su cuerpo o hábitos de alimentación, habla con los estudiantes involucrados y toma las medidas apropiadas para detener el comportamiento.[19]
    • Las distintas escuelas cuentan con pautas diferentes para lidiar con las situaciones de acoso u hostigamiento en clase. Advierte a la administración de la escuela y aborden la mejor forma de lidiar con la situación.

    Consejo: el acoso y la presión de los compañeros pueden contribuir al desarrollo de trastornos alimenticios en los niños y adolescentes.[20] Si crees que un niño en tu clase podría tener algún trastorno de alimentación, aborda tus preocupaciones con el enfermero de la escuela o un psicólogo.[21]

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    Evita usar o retener comida para recompensar o castigar a los estudiantes. Los estudiantes reaccionan bien a los refuerzos positivos por el buen comportamiento o los logros académicos. Sin embargo, premiarlos con comida o dulces fomentará el desarrollo de conductas poco saludables. Si quieres recompensar a tus estudiantes, busca alternativas no relacionadas con la comida, como calcomanías, libros o tiempo de juego adicional.[22]
    • Por el contrario, jamás debes quitarles la comida a los estudiantes como forma de castigo. Haz tu mejor esfuerzo por asegurarte de que tus estudiantes siempre tengan acceso a la nutrición necesaria durante el día escolar.
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    Presenta comportamientos saludables para tus estudiantes. Puedes reforzar las lecciones que enseñas al ser un buen ejemplo. Almuerza en el comedor con tus estudiantes y escoge comidas y refrigerios saludables. Si tus alumnos perciben que aprovechas las opciones de comidas nutritivas que la escuela ofrece, podrías motivarlos a hacer lo mismo.[23]
    • Evita comer refrigerios poco saludables en frente de los estudiantes, especialmente si ellos no pueden acceder a estas opciones.

Método 4
Método 4 de 4:
Participar en la nutrición escolar como estudiante

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    Averigua si tu escuela cuenta con un consejo de asesores de almuerzos escolares. Si te apasiona la idea de que tu escuela cuente con opciones de alimentos nutritivos para ti y tus compañeros, participar en este tipo de consejo es una opción ideal. Habla con tus profesores o con la administración de la escuela para saber si existe este tipo de consejo y, en caso de ser así, pregunta cómo puedes unirte.[24]
    • Por más que tu escuela no cuente con un consejo dedicado a la nutrición, es posible que puedas participar al unirte a un grupo asesor de estudiantes o un club escolar de nutrición.[26]

    Consejo: averigua si tu escuela tiene una cuenta en las redes sociales que proporcione información acerca de las opciones de comida y las oportunidades para que los estudiantes ofrezcan sus comentarios. De lo contrario, puedes ofrecerte como voluntario para crear una.[25]

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    Conoce al personal de nutrición de la escuela. Habla con la administración de la escuela para organizar una reunión con el encargado del comedor y otros miembros del personal de nutrición. Durante la reunión, haz preguntas o aborda tus preocupaciones con respecto al menú escolar. También puedes preguntar cómo puedes participar para promover una mejor nutrición en la escuela.[27]
    • El encargado del comedor podría ayudarte a conectarte con el director de nutrición responsable por la planificación del menú para el distrito escolar.
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    Habla con el director acerca de las pautas nutricionales para los eventos escolares. Si bien los almuerzos y los refrigerios ofrecidos en los comedores de las escuelas y las máquinas expendedoras suelen estar muy regulados en algunas áreas, las opciones de alimentos para los eventos escolares y de recaudación de fondos no siempre están sujetos a las mismas reglas. Pregúntale al director si es posible establecer reglas con respecto al tipo de alimentos y refrigerios permitidos en los eventos después de la escuela, las fiestas de la clase y la recaudación de fondos.[28]
    • Por ejemplo, pueden trabajar juntos para establecer la regla de que no se sirvan refrescos en los eventos escolares.
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    Anima a tus amigos a tomar decisiones saludables. Como estudiante, puedes aprovechar el poder de la presión de compañero de clase para hacer un bien. Sé un buen ejemplo con tus amigos y compañeros de clase al escoger opciones saludables para el almuerzo y los refrigerios, y anímalos a hacer lo mismo.[29]
    • No molestes o desanimes a tus amigos por escoger opciones menos saludables. En cambio, enfócate en los aspectos positivos. Por ejemplo, puedes decir “Oye, ¿has probado la nueva barra de ensaladas? ¡Es muy buena!”.
  1. https://www.pewtrusts.org/en/research-and-analysis/fact-sheets/2016/10/schools-embrace-proven-strategies-to-promote-students-healthy-eating
  2. https://www.hpb.gov.sg/schools/school-programmes/healthy-meals-in-schools-programme
  3. https://www.ptotoday.com/pto-today-articles/article/895-10-ways-to-promote-healthy-eating
  4. https://www.pewtrusts.org/en/research-and-analysis/fact-sheets/2016/10/schools-embrace-proven-strategies-to-promote-students-healthy-eating
  5. https://www.pewtrusts.org/en/research-and-analysis/fact-sheets/2016/10/schools-embrace-proven-strategies-to-promote-students-healthy-eating
  6. https://articles.extension.org/pages/68773/encourage-healthy-eating-behaviors-and-promote-school-lunches
  7. https://www.choosemyplate.gov/kids
  8. https://www.cdc.gov/healthyyouth/npao/pdf/tips_for_teachers_tag508.pdf
  9. https://www.cdc.gov/healthyyouth/npao/pdf/tips_for_teachers_tag508.pdf
  10. https://www.cdc.gov/healthyyouth/npao/pdf/tips_for_teachers_tag508.pdf
  11. https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/tween-and-teen-health/in-depth/teen-eating-disorders/art-20044635
  12. https://www.cdc.gov/healthyyouth/npao/pdf/tips_for_teachers_tag508.pdf
  13. https://www.cdc.gov/healthyyouth/npao/pdf/tips_for_teachers_tag508.pdf
  14. https://articles.extension.org/pages/68773/encourage-healthy-eating-behaviors-and-promote-school-lunches
  15. https://www.usda.gov/media/blog/2016/09/22/students-get-involved-school-lunch-through-school-lunch-advisory-councils
  16. https://schoolnutrition.org/resources/mktcomm/engage-top-10-ways-to-involve-students-in-your-school-nutrition-program/
  17. http://schoolnutrition.org/aboutschoolmeals/tipsforstudents/
  18. http://schoolnutrition.org/aboutschoolmeals/tipsforstudents/
  19. http://schoolnutrition.org/aboutschoolmeals/tipsforstudents/
  20. http://schoolnutrition.org/aboutschoolmeals/tipsforstudents/

Acerca de este wikiHow

Mindy Lu, LMHC, CN
Coescrito por:
Nutricionista certificada y consejera licenciada
Este artículo fue coescrito por Mindy Lu, LMHC, CN. Mindy Lu es nutricionista certificada, consejera licenciada en salud mental y directora clínica de Sunrise Nutrition, un consultorio grupal de nutrición y terapia con sede en Seattle, Washington. Mindy se especializa en trastornos alimenticios, problemas de imagen corporal y dietas crónicas. Tiene una maestría en psicología de salud clínica y nutrición de la Universidad Bastyr. Además, es consejera y nutricionista licenciada, y es conocida por su cálido estilo terapéutico y su enfoque de sanación culturalmente inclusivo. Es miembro de los consejeros multiculturales del estado de Washington y de la Asociación para la diversidad y la salud del tamaño. Este artículo ha sido visto 31 247 veces.