¡Puedes hacer tus propias chispas de chocolate más saludables y sin preservantes ni aditivos! Lo mejor de todo es que las personas veganas también pueden consumirlas. Este artículo te enseñará a preparar chispas de chocolate comunes y chispas de chocolate blanco.

Ingredientes

Preparar chispas de chocolate comunes[1]

  • 6 cucharadas de chocolate para repostería sin ningún contenido de azúcar
  • 3 cucharadas de manteca de coco o manteca de cacao (para cocina)
  • 2 a 3 cucharadas de jarabe de arce

Preparar chispas de chocolate blanco[2]

  • 2 cucharadas de manteca de cacao derretida
  • 1/8 de cucharadita de extracto puro de vainilla
  • 2 cucharadas de azúcar en polvo
  • una pizca pequeña de sal
  • 1 cucharada de manteca de anacardo crudo o nueces de macadamia (opcional)
  • 1/2 cucharadita de leche en polvo (opcional)

Método 1
Método 1 de 2:
Preparar chispas de chocolate comunes

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    Forra dos bandejas para hornear de tamaño estándar con papel de pergamino. Si no tienes este tipo de papel, puedes usar papel encerado. Debes aplicar las chispas de chocolate con una manga pastelera sobre las bandejas.
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    Prepara un baño maría.[3] Llena una olla pequeña con aproximadamente 5 cm (2 pulgadas) de agua y colócala sobre la estufa. Luego, pon un tazón de vidrio resistente al calor sobre la olla. Asegúrate de que la parte inferior del tazón no toque el agua.
    • Aunque puedes derretir el chocolate para pastelería en el horno microondas, el baño maría te permite tener mayor control. De esa manera, será poco probable que quemes el chocolate.
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    Rompe el chocolate de pastelería en pedazos pequeños. De ese modo, será más fácil de derretir. A diferencia de la mayoría de otros tipos de chocolate, el chocolate para pastelería es de cacao puro y no contiene leche. Esto hace que también sea ideal para las personas veganas.
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    Coloca los ingredientes dentro de un tazón de vidrio. Si quieres hacer chispas de chocolate oscuro, omite la manteca.[4] Este ingrediente hará que el chocolate sea más consistente y cremoso, pero también ocasionará que las chispas sean más suaves al final. Las chispas de chocolate hechas con manteca serán más amargas, aunque también será menos probable que se derritan.
    • Puedes usar aceite de coco, pero ten en cuenta que las chispas de chocolate que obtendrás al final serán suaves y se derretirán más rápido.
    • Si no tienes jarabe de arce, puedes usar azúcar de arce finamente granulada, azúcar de coco granulada o unas cuantas gotas de estevia.[5]
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    Derrite los ingredientes a fuego medio a bajo. Configura la estufa a fuego bajo o medio bajo. Revuelve los ingredientes con frecuencia hasta que todo se derrita y se mezcle.[6] Procura usar una cuchara o una espátula de silicona, ya que el chocolate derretido no se pegará a este tipo de utensilio.
    • Si vas a usar chocolate en polvo, espera hasta que la manteca se derrita primero y luego revuélvelo.
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    Coloca la mezcla derretida dentro de una manga pastelera con una punta pequeña. Si no tienes una manga pastelera, coloca la mezcla con una cuchara dentro de una bolsa resellable para congelador. Luego, cierra bien la bolsa y corta una de las esquinas de la parte inferior. No la cortes demasiado u obtendrás “besos” de chocolate en lugar de “chispas”.[7]
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    Comienza aplicando el chocolate con la manga pastelera sobre la bandeja para hornear forrada con papel de pergamino. Para crear los puntos, toca ligeramente el centro de la chispa con un mondadientes. Luego, levántalo hacia arriba y afuera.[8]
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    Espera hasta que las chispas de chocolate se endurezcan. Dependiendo de cuán caliente esté la cocina, quizá tome un poco de tiempo hasta que las chispas de chocolate se endurezcan. Para acelerar el proceso, coloca las bandejas para hornear dentro del congelador durante aproximadamente una hora.[9]
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    Guarda las chispas de chocolate en un recipiente hermético dentro del congelador. Cuando estés listo para usarlas, simplemente retira el recipiente del congelador y toma las chispas que desees.

Método 2
Método 2 de 2:
Preparar chispas de chocolate blanco

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    Forra una bandeja para hornear de tamaño estándar con papel de pergamino. Si no tienes ese tipo de papel, usa papel encerado. Debes aplicar las chispas de chocolate con una manga pastelera sobre las láminas.
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    Prepara un baño maría. Llena una olla pequeña con 3 a 5 cm (1 a 2 pulgadas) de agua y colócala sobre la estufa. Luego, pon un tazón de vidrio resistente al calor sobre la olla. Asegúrate de que la parte inferior del tazón no toque el agua.
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    Corta un cubo de manteca de cacao de 5 cm (2 pulgadas) y colócalo dentro del tazón de vidrio. Si no puedes encontrar manteca de cacao, puedes usar manteca de coco.
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    Derrite la manteca de fuego bajo a medio. Revuelve la manteca con frecuencia usando una cuchara o una espátula de silicona para que se derrita uniformemente.
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    Agrega el resto de los ingredientes. No es necesario que agregues manteca de anacardos crudos o nueces de macadamia, ni la leche en polvo si tienes problemas para encontrar estos artículos. Estos ingredientes simplemente permiten que las chispas de chocolate blanco sean mucho más cremosas.[10]
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    Traslada la mezcla derretida a una manga pastelera con una punta pequeña. Si no tienes una manga pastelera, usa una bolsa plástica resellable para congelador. Coloca la mezcla dentro de la bolsa y ciérrala bien. Luego, corta una de las esquinas de la parte inferior de la bolsa y haz una manga pastelera improvisada. No la cortes demasiado u obtendrás “besos” de chocolate en lugar de “chispas”.
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    Aplica la mezcla sobre la bandeja para hornear usando la manga pastelera. Para hacer las puntas, toca ligeramente el centro de las chispas con un mondadientes y luego levántalo.
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    Espera hasta que las chispas de chocolate se endurezcan o colócalas dentro del congelador. Tomará aproximadamente media hora hasta que las chispas se endurezcan dentro del congelador.
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    Guarda las chispas de chocolate en un recipiente hermético dentro del congelador. Cuando estés listo para usarlas, simplemente retira el recipiente y toma las chispas que necesites.

Consejos

  • Procura que las chispas de chocolate sean tan pequeñas como sea posible. No deben ser más grandes que una canica.
  • Si no tienes mucho tiempo, considera comprar una agarradera para ollas de silicona con un diseño de panal pequeño. Esparce el chocolate derretido sobre la agarradera asegurándote de llenar los agujeros. Después, colócala dentro del congelador hasta que el chocolate se endurezca y luego retíralo.[11]
  • Si el chocolate se endurece dentro de la manga pastelera, deja que se enfríe y retíralo de ella. Rompe el chocolate en “trozos” pequeños con un mazo o un rodillo para crear chispas de chocolate “rústicas”.[12]

Advertencias

  • Las chispas de chocolate caseras tienden a derretirse con mayor rapidez que las de venta comercial. Si planeas hacer galletas con ellas, no te sorprendas si pierden su forma puntiaguda.[13]

Cosas que necesitarás

  • papel de pergamino
  • bandejas para hornear
  • olla pequeña
  • tazón de vidrio resistente al calor
  • cuchara o batidora de mano para revolver
  • espátula o cuchara de silicona
  • manga pastelera con una punta pequeña (o una bolsa de plástico, resistente y resellable)

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