Aunque hacer crujir la espalda puede brindar alivio, también puede provocar lesiones graves. De hecho, si no sigues las precauciones de seguridad adecuadas, el dolor puede empeorar o podrías causar más traumatismos en la espalda. En este artículo, se proporciona información sobre cómo hacer crujir la espalda de forma segura, que incluye cómo llevar a cabo las técnicas quiroprácticas adecuadas y cuándo dejar este trabajo en manos de un quiropráctico o un médico profesional. Si un amigo te ha pedido que le ayudes con su espalda, ¡puedes emplear estas pautas para garantizar una experiencia segura y útil!

Método 1
Método 1 de 9:
Aplica presión suave y evita ser brusco o agresivo

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    Enfócate en hacer crujir la espalda como si fuera un masaje. Los quiroprácticos profesionales aplican una presión suave con las manos sobre la parte superior de la espalda, la parte inferior y los glúteos. Imita a los profesionales presionando suavemente la espalda y las nalgas durante el proceso, y asegúrate de que la persona a la que estés ayudando se sienta cómoda todo el tiempo.[1]
    • Aunque los métodos de este artículo se basan en prácticas quiroprácticas y son seguros de llevar a cabo, siempre es mejor consultar a un profesional. Si la persona a la que planeas ayudar presenta un dolor de espalda grave, anímala a que visite a un médico o un quiropráctico.
    • Nunca apliques abrazos de oso o métodos que impliquen levantar objetos. Si la persona a la que vas a ayudar comienza a respirar hondo o contener la respiración, debes detener de inmediato.[2]
    • Si eres demasiado brusco o agresivo, puedes provocar un aumento del dolor y más lesiones en la espalda (por ejemplo, una hernia de disco, un derrame cerebral o la compresión de los nervios en la columna vertebral inferior).[3]

Método 2
Método 2 de 9:
Haz que la persona se acueste boca abajo

Método 3
Método 3 de 9:
Presiona la espalda y los glúteos de la persona

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    Presiona suavemente los glúteos de la persona con una mano. Con la otra mano, presiona hacia abajo la parte superior de la espalda. Realiza una serie de movimientos de presión suaves durante unos segundos para comenzar.[5]
    • Pregúntale a la persona a la que estás ayudando cómo se siente con ese movimiento. Si la presión le produce dolor o malestar, ¡debes detenerte!

Método 4
Método 4 de 9:
Presiona sobre la espalda mientras levantas y bajas las piernas

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    Pídele a la persona que levante ligeramente ambas piernas. Un quiropráctico suele levantar y bajar la mitad inferior de la mesa para llevar a cabo este movimiento. puedes imitar este detalle pidiéndole a la persona que levante ambas piernas ligeramente hacia arriba y hacia abajo al mismo tiempo.[6] Mientras lo haces, presiona con las manos suavemente sobre la parte inferior de la espalda.
    • Haz que la persona mueva las piernas con un movimiento suave de sacudida.

Método 5
Método 5 de 9:
Presiona sobre la parte superior de la espalda

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    Aplica presión suave con la palma de las manos. Continúa presionando hasta que la persona sienta alivio. Mientras lo haces, anima a la persona a inhalar y exhalar profundamente.[7]
    • Ten en cuenta que es posible que no siempre escuches el sonido tradicional de chasquido o crujido. Sin embargo, la persona puede sentirse aliviada al sacudirse y presionarse por su cuenta.

Método 6
Método 6 de 9:
Habla con la persona durante todo el procedimiento

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    Mantén el diálogo para asegurarte de que la persona se siente cómoda. Indícale que te diga que te detengas de inmediato si siente dolor y pregúntale cómo se siente durante todo el procedimiento.[8]
    • Si manifiesta dolor o malestar, ¡debes detenerte de inmediato! Continuar manipulando la espalda después de haber experimentado dolor, puede causar lesiones.

Método 7
Método 7 de 9:
Toma precauciones de seguridad

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    Nunca ayudes a hacer crujir la espalda de alguien si te indica que siente un dolor intenso. Crujir la espalda de alguien que experimenta un dolor intenso puede dar como resultado complicaciones graves. Solo un profesional médico debe tratar un dolor de espalda grave.[9]
    • Los riesgos de complicaciones incluyen una hernia de disco (o empeoramiento de un disco ya herniado), accidente cerebrovascular y compresión de los nervios en la parte inferior de la columna vertebral.[10]
    • Si una parte de la espalda se encuentra particularmente sensible y crees que debes protegerla de la presión durante el procedimiento, evita hacerla crujir. [11]

Método 8
Método 8 de 9:
Busca atención médica si necesitas hacer crujir la espalda con frecuencia

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    Ten en cuenta que una necesidad constante de hacer crujir la espalda es indicio de un problema médico subyacente. Es probable que esta persona presente una afección relacionada con los músculos o los huesos de la espalda. Aunque estos procedimientos pueden aliviar el dolor de forma temporal, no ayudarán a abordar su causa principal.[12]

Método 9
Método 9 de 9:
Realiza cambios en el estilo de vida para prevenir dolores de espalda futuros

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    Sigue una dieta saludable, estírate con regularidad y pierde el exceso de peso. Cada uno de estos métodos puede ayudarte a aliviar o prevenir dolores de espalda futuros y funcionan muy bien en combinación con hacer crujir la espalda de forma ocasional.[13]
    • Llevar una dieta sana y bien equilibrada mejora la salud de los huesos y los músculos. Consume alimentos integrales, frutas y verduras en cantidades abundantes, y evita las golosinas procesadas con alto contenido calórico y de bajo valor nutricional (por ejemplo, las papas fritas, los helados y las gaseosas).
    • Estírate y ejercítate con regularidad para mejorar el rango de movimiento en las articulaciones y mantener los músculos en buen estado.
    • Bajar de peso ayuda a evitar el dolor en la espalda, ya que el exceso de peso ejerce presión sobre la zona lumbar.
    • Además, dejar de fumar mejora la salud general de los músculos, ya que la nicotina interrumpe el flujo sanguíneo hacia ellos.

Acerca de este wikiHow

Eric Christensen, DPT
Coescrito por:
Fisioterapeuta
Este artículo fue coescrito por Eric Christensen, DPT. Eric Christensen es un fisioterapeuta que reside en Chandler, Arizona. Con más de una década de experiencia, Eric trabaja en los campos ortopédico y neurológico, y se especializa en prescripción y yesos ortopédicos personalizados, reprogramación vestibular y terapia manual. Tiene una licenciatura en Ciencias del Ejercicio con especialización en Medicina Deportiva de la Universidad Estatal de Colorado y un Doctorado en Terapia Física de la Universidad Regis. En la práctica, Eric adopta un enfoque de desarrollo para la rehabilitación utilizando la evaluación del movimiento funcional selectivo. Utiliza patrones de movimiento funcional y terapia manual para devolver a los pacientes a los niveles anteriores de función. Este artículo ha sido visto 68 889 veces.