Para muchas personas, el helado suave es un postre que solo puedes disfrutar cuando comes fuera. Es ese tipo de helado que sirven en los restaurantes de comida rápida, pero casi nunca en casa. Aunque no lo creas, es posible preparar tu propio helado suave en casa. Si cuentas con una heladora, solo necesitarás unos cuantos ingredientes sencillos. De no ser así, puedes lograr resultados similares utilizando una batidora eléctrica fija y hielo seco. Con la segunda opción podrás hacer una versión un poco más suave y "auténtica", pero demanda más trabajo.

Ingredientes

Helado suave fácil[1]

  • una heladora casera (y hielo, sal gema, etc. según las instrucciones del producto)
  • 2 litros (1/2 galón) de leche entera
  • 2 tazas de azúcar
  • 1 bote de Cool Whip (u otra crema batida similar) de 250 g (8 onzas)
  • 1 paquete de pudín de vainilla instantáneo de 250 g (8 onzas)
  • 2 cucharadas de saborizante de vainilla

Helado suave gourmet[2]

  • una batidora eléctrica fija con paleta de mezclar
  • 1 kg (2 libras) de hielo seco
  • 1 litro (1/4 de galón) de leche entera
  • 1/2 taza de crema espesa
  • 1 1/8 tazas de azúcar
  • 3/4 de taza de leche en polvo
  • 1 cucharada de extracto de vainilla
  • una pizca de sal

Método 1
Método 1 de 3:
Helado suave fácil (con una heladora)

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    Prepara la heladora con anticipación. Los distintos modelos de heladoras funcionan de forma distinta, pero la mayoría posee un bol de dos capas extraíble con un líquido de enfriamiento entre las capas.[3] El bol debe estar bien frío para hacer helado, así que ponlo en el congelador por 1 o 2 horas como mínimo antes de empezar. Consulta las instrucciones del aparato para saber cuál es el tiempo exacto de congelamiento. Ciertos modelos requieren congelarse toda la noche (o incluso más).
    • Envuelve el bol en una bolsa de plástico antes de meterlo en el congelador para evitar la formación de una capa de hielo.
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    Prepara el pudín. Antes de empezar, prepara el pudín con el paquete de mezcla instantánea, siguiendo las instrucciones del paquete. El proceso puede tardar entre 5 minutos y 1 hora, según el tipo de pudín que utilices. En el caso de las recetas más largas, la mayor parte del tiempo de preparación será esperar a que el pudín se cuaje en el refrigerador, así que mientras tanto puedes preparar los demás ingredientes.
    • Aunque los productos de pudín instantáneo suelen variar, por lo general lo único que deberás hacer es mezclar el polvo con leche y colocarlo en el refrigerador para que se cuaje. Para mayor información, lee nuestro artículo sobre la preparación del pudín instantáneo.
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    Combina el pudín con leche y azúcar. Echa los ingredientes en un bol grande, pero antes el pudín debe estar cuajado. En caso de tener una batidora eléctrica, utilízala para mezclar los ingredientes con rapidez. Si no, utiliza un batidor de alambre.
    • En este paso, solo es necesario combinar los ingredientes hasta obtener una mezcla uniforme. Aún no necesitas lograr una preparación sólida.
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    Añade la crema batida y la vainilla. Revuelve la mezcla de forma lenta mientras vas añadiendo dichos ingredientes al bol. Realiza movimientos envolventes unas cuantas veces para combinar bien todo.
    • En caso de no tener un saborizante de vainilla, añade 1 cucharada de extracto de vainilla, ya que es más fácil de encontrar en las tiendas.
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    Bate la mezcla en la heladora. Arma la heladora, retirando el bol del congelador y asegurándolo en su sitio debajo de la paleta. Vierte la mezcla líquida en el bol, cierra el aparato y enciéndelo. Consulta las instrucciones del aparato para saber por cuánto tiempo ponerlo en marcha. La mayoría de los modelos te permiten alcanzar la consistencia de helado suave en 20 a 30 minutos.[4]
    • El helado suave es mejor cuando la comes de inmediato. Se conservará en un recipiente apto para congelador, pero perderá su textura ligera y suave y se parecerá más a un helado "normal".

Método 2
Método 2 de 3:
Helado suave gourmet (con una batidora fija)

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    Combina todos los ingredientes (excepto el hielo seco) en un bol. Puedes utilizar la batidora fija. Como alternativa, mezcla los ingredientes a mano con un batidor de alambre en un bol separado. En este punto, el objetivo no es convertir la mezcla en helado. Solo combina todo hasta obtener una consistencia uniforme. Al terminar, traslada la mezcla al refrigerador para que se enfríe.
    • Antes de proseguir, asegúrate de que los grumos de leche en polvo hayan desaparecido por completo.
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    De manera opcional, calienta los ingredientes en la estufa. No es necesario hacerlo, pero esto hará que el helado suave sea ligeramente más suave. El calor suave descompone las proteínas de la leche en polvo, lo que te evitará un producto final con grumos o una textura irregular.
    • Si quieres probar esta opción, traslada la mezcla a una olla pequeña y caliéntala a fuego medio bajo a 80 °C (176 °F). El líquido debe estar bien caliente al tacto, pero no hirviendo. Cuando haya alcanzado dicha temperatura, retíralo del fuego, trasládalo a otro recipiente y déjalo enfriar bien en el refrigerador antes de proseguir.
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    Rompe el hielo seco. Trasládalo a una bolsa de arpillera limpia o a otra bolsa resistente que no temas echar a perder. Como alternativa, envuelve bien el hielo seco en una toalla de baño limpia. Con la ayuda de un mazo o una olla pesada, rómpelo en pedazos muy pequeños. Trasládalo a un recipiente hermético o a un bol de plástico. No utilices recipientes de vidrio o cerámica, ya que el frío extremo del hielo seco puede romperlos.
    • Manipula el hielo seco con cuidado. Agárralo con guantes, agarraderas o una toalla. Si entra en contacto con la piel por más de unos cuantos segundos, provocará "quemaduras" similares a las que produce el calor intenso. Nunca pongas el hielo seco en la boca.[5]
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    Bate la base líquida con el hielo seco. Añade el líquido enfriado anteriormente al bol de la batidora fija. Empieza a batirlo a la velocidad más baja posible con el accesorio de paleta. A medida que se bate la mezcla, añade el hielo seco con una cuchara, echando una cucharada a la vez. Empezará de inmediato a hacer espuma y chisporrotear. Ve con lentitud. Espera a que una cucharada deje de hacer espuma para añadir la siguiente.
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    Continúa hasta alcanzar la textura suave del helado suave. A medida que añades poco a poco el hielo seco, la mezcla empezará a espesarse. Aumenta ligeramente la velocidad de batido y sigue añadiendo el hielo seco. Vigila de cerca la mezcla en este punto. Una vez que empiece a parecerse al helado suave, prueba una cantidad pequeña. Si estás conforme con la textura, significa que ya está lista. Si crees que debe estar más espesa, sigue añadiendo hielo seco y batiendo. Y eso es todo.
    • Si no la disfrutas de inmediato, esta helado suave se conservará bien en el congelador. Utiliza un recipiente hermético para evitar quemaduras por congelamiento.

Método 3
Método 3 de 3:
Variantes opcionales

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    Utiliza una manga pastelera para servir el helado suave con su aspecto clásico. Cuando pides helado suave en un restaurante, suelen servírtela en un cono o un bol en forma de espiral, en vez de todo amontonado. Para lograr esta misma presentación, traslada el helado suave a una manga pastelera (que se emplea con frecuencia para aplicar glaseado en los productos de pastelería) y apriétala por el agujero o la boquilla, formando un círculo espiralado.
    • Deja de apretar la crema y utiliza un movimiento de "inmersión" para romper el flujo de crema y terminar con un aspecto "enroscado".
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    Añade nuevos ingredientes para crear distintos sabores. Las recetas mencionadas anteriormente son para hacer un helado suave de vainilla, pero no es difícil conseguir otros sabores. Solo sustituye la vainilla con los saborizantes de tu preferencia y mantén los demás ingredientes (leche, azúcar, crema, etc.). Puedes añadir casi cualquier cosa, pero los productos como los jarabes, las frutas licuadas y los ingredientes en polvo son perfectos porque se combinan bien con la mezcla.
    • Por ejemplo, si quieres preparar helado suave de chocolate, añade 1/2 taza de cacao en polvo a cualquiera de las recetas en vez del saborizante de vainilla.
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    Haz tu propio cono. Nada queda mejor con el helado suave que un cono sabroso y crujiente. Aunque puedes comprarlo, también puedes hacer un cono delicioso en casa con solo unos cuantos ingredientes sencillos. Para empezar, busca cómo hacer conos de gofres en Internet. Ten presente que vas a necesitar un cono de gofre o una prensa para pizzelles que se parece a una waflera poco profunda.[6]
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    Añade rellenos al helado suave. Esta es una forma fácil de personalizarla. Incorpora trozos de tus ingredientes favoritos al helado suave cuando casi hayas terminado de batirla. Estas son algunas sugerencias:
    • chispas de chocolate
    • rodajas de fresas
    • trocitos de galletas o masa para galletas
    • hojuelas de maíz o cereales para el desayuno
    • caramelo
    • ganache de chocolate

Consejos

  • Para que el sabor a vainilla sea aún más auténtico, utiliza vainas de vainilla en vez del extracto. Con una o dos vainas te bastará para darle mucho sabor a toda una tanda de helado suave.
  • Algunas recetas alternativas (como la de este enlace) te enseñan a hacer conos con ingredientes comunes, entre ellos el pan blanco para sándwich.[7]

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