La sal de roca es simplemente sal de mesa de grano grueso. Muchas tiendas la venden por kilos en bolsas. No obstante, con un poco de esfuerzo te será fácil hacer tu propia sal de roca si no puedes encontrarla. Así podrás utilizar esos cristales de sal como guarnición para tus comidas o podrás guardarlas y agregarlas a tu colección personal de rocas.

Método 1
Método 1 de 2:
Hacer sal de roca básica

  1. 1
    Hierve un poco de agua en una olla. Necesitarás suficiente agua para llenar un frasco. La cantidad de agua dependerá de cuán grande sea tu frasco.
  2. 2
    Mezcla algo de sal en el agua y deja que se disuelva. Mantén el agua hirviendo en este punto. Puedes utilizar cualquier tipo de sal, por ejemplo, sal yodada, sal no yodada, sal marina o sal de Epsom.[1] Si piensas comer los cristales de sal, no utilices sal de Epsom.
    • La sal no yodada te dará unos cristales que tendrán la mejor forma.
  3. 3
    Sigue agregando sal hasta que ya no se disuelva nada y algunos granos permanezcan en la parte inferior. Si quieres hacer sal de roca de colores, agrega unas gotas de colorante de alimentos. Mientras más colorante de alimentos agregues, tus cristales se volverán más oscuros.[2]
  4. 4
    Saca la olla del fuego y vierte el agua salada en tu frasco. Ten cuidado de que ninguno de esos granos extras de sal entren en el frasco.[3]
    • Algunas personas consideran que colocar primero una cuchara en el frasco ayuda a evitar que se raje.[4]
  5. 5
    Ata una cuerda a un lápiz. La cuerda debe ser lo suficientemente larga como para que quepa dentro del frasco, pero no tan larga al punto de que toque el fondo. Llegar a casi 2 a 3 cm (1/2 a 1 pulgada) del fondo del frasco será suficiente.
  6. 6
    Coloca el lápiz en la parte superior del frasco y sumerge la cuerda en el agua. La cuerda debe estar suspendida en el agua. Si la cuerda no permanece bajo el agua, ata un clip para papel o una perla a ella.[5] Una vez más, la parte inferior de la cuerda no debe tocar el fondo del frasco. Si toca, reduce el tamaño de la cuerda.
  7. 7
    Coloca el frasco en algún lugar donde no lo muevan. Si puedes, trata de mantenerlo cubierto, por ejemplo, con una caja. No querrás que el agua se pueda evaporar, pero tampoco querrás que el polvo entre, lo cual impediría que se formen los cristales.[6] La temperatura ambiente debe mantenerse constante.
  8. 8
    Espera a que los cristales crezcan. A medida que el agua se evapore, la sal se quedará atrás. Durante este tiempo, la sal empezará a juntarse y se formarán cristales. La mayor parte de los cristales se formará en la base, pero es posible que también se forme en las paredes del frasco.
    • Tomará algunos días para que los cristales se formen. Mientras más tiempo esperes, más grandes serán los cristales. Si deseas tener cristales realmente grandes, tendrás que utilizar un cristal semilla. Haz clic aquí para que sepas cómo hacer crecer y utilizar un cristal semilla.
  9. 9
    Utiliza los cristales. Una vez que los cristales lleguen al tamaño que deseas, retíralos con cuidado de la cuerda y bota el agua del frasco. Si quieres utilizar esos cristales para comerlos, sácalos con cuidado de la cuerda. También puedes utilizar un cuchillo para untar a fin de sacarlos de las paredes del frasco.

Método 2
Método 2 de 2:
Hacer sal de roca extragrande

  1. 1
    Hierve un poco de agua en una olla. No necesitarás bastante agua en este punto, pero necesitarás suficiente como para hacer una solución concentrada. Procura tener casi 1 taza (240 ml) de agua.
  2. 2
    Mezcla un poco de sal en el agua hervida y deja que se disuelva. Sigue agregando sal hasta que ya no se disuelva nada y veas algunos granos de sal en el fondo de la olla.
  3. 3
    Vierte el agua en un plato o platillo pequeño. Una vez que ya no se disuelva más sal, saca la olla de la estufa y vierte el agua en un plato pequeño. En ese momento solo utilizarás un poco de agua para que así se pueda evaporar más rápido. Es probable que te sobre bastante agua. Puedes guardar el agua para después o puedes botarlo.
    • Ten cuidado de que ningún grano de sal entre en el plato. Si algún grano de sal entra, tus cristales de sal no serán muy grandes.[7]
  4. 4
    Espera hasta que el agua se evapore y se formen los cristales. Pon el plato en algún lugar en donde no lo muevan. Tomará algunas horas hasta un día para que el agua se evapore y los pequeños cristales se formen.
  5. 5
    Toma un cristal. El cristal debe estar bien formado y no debe haber ningún cristal más pequeño junto a él.[8] Esto se conoce como “cristal semilla”. El resto de cristales de sal se adherirán a él y se creará un cristal cúbico perfecto.[9]
  6. 6
    Ata un pedazo de hilo al cristal. Ata el otro extremo del hilo a un lápiz. También puedes utilizar un palo pequeño de paleta o un palillo.
  7. 7
    Llena un frasco con más agua salada y deja que se enfríe. Hierve un poco más de agua y agrega algo de sal ahí. Sigue agregando sal hasta que ya no se disuelva nada y veas algunos granos de sal en el fondo de la olla. Saca la olla de la estufa y deja que el agua se enfríe.
  8. 8
    Coloca el lápiz en la boca del frasco y baja lentamente el cristal hacia el agua. No dejes que chapotee en el agua ya que puedes provocar que aparezcan cristales más pequeños.[10] El agua debe estar fría o el cristal se podría disolver.
  9. 9
    Coloca el frasco en algún lugar donde no lo muevan y espera. Si puedes, trata de mantenerlo cubierto, por ejemplo, con una caja. No querrás que el agua se pueda evaporar, pero tampoco querrás que el polvo entre. La temperatura en el lugar debe mantenerse constante.[11]
  10. 10
    Utiliza el cristal. A medida que el agua se evapore, la sal se quedará atrás y se juntará al cristal semilla. Mientras más tiempo esperes, más grande será el cristal. Una vez que alcance el tamaño que desees, retira el cristal del agua y saca el hilo. Bota el agua salada. Ahora ya tendrás una sal de roca extragrande.

Consejos

  • Así es como exactamente se hace el azúcar piedra, el cual es azúcar en cristales. No obstante, no se recomienda comerlo como si fuera un caramelo.
  • Puedes utilizar sal de roca para hacer muchas cosas distintas. Por ejemplo, helados.

Advertencias

  • Asegúrate de que la temperatura del lugar donde dejas el frasco sea constante. Un alféizar es una mala elección ya que la temperatura cambia bastante. Un escritorio o un estante sería mejor.
  • Si vas a mantener los cristales para usarlos en una muestra, no los mojes o se disolverán.
  • No permitas que el polvo entre al frasco o los cristales no se formarán adecuadamente.
  • No muevas los frascos cuando los cristales se estén formando.

Cosas que necesitarás

Sal de roca básica

  • estufa
  • olla
  • agua destilada
  • sal
  • cuchara
  • frasco de vidrio
  • cuerda
  • lápiz, palo pequeño de paleta o palillo
  • clip para papel o perla (opcional)
  • colorante para alimentos (opcional)

Sal de roca extragrande

  • estufa
  • olla
  • agua destilada
  • sal
  • cuchara
  • plato pequeño
  • frasco de vidrio
  • hilo
  • lápiz, palo pequeño de paleta o palillo
  • clip para papel o perla (opcional)

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 32 787 veces.