No hay nada como sentarse bajo el sol del verano y comer una ensalada aliñada con una vinagreta casera. Tú también puedes disfrutar esta agradable experiencia gastronómica. Solo ten en cuenta al momento de preparar la vinagreta que la proporción del ingrediente ácido (limón o vinagre balsámico) y el aceite de oliva es de uno a tres. Lee el paso 1 para aprender a hacer tu propia vinagreta.

Ingredientes

Vinagreta básica

  • Mostaza
  • 1 limón o 4 cucharadas de jugo de limón
  • Aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta

Vinagreta balsámica

  • Vinagre balsámico
  • Ajo
  • Sal
  • Azúcar, azúcar moreno o miel
  • Pimienta
  • Aceite de oliva

Método 1
Método 1 de 3:
Hacer una vinagreta básica

  1. 1
    Añade una cantidad pequeña de mostaza a un bol pequeño. Debes añadir una pizca de mostaza más o menos del tamaño de la yema de tu dedo. La mostaza actúa como un agente emulsionante cuando dos líquidos no se mezclan (como el agua y el aceite), puesto que los descompone y les ayude a mezclarse.[1]
    • También puedes agregar una pizca de mayonesa (del tamaño de la yema de tu dedo) al bol. La mayonesa también es un emulsionante y añade una textura cremosa a la vinagreta. Sin embargo, si prefieres una vinagreta con menos calorías, saltéate la mayonesa.
  2. 2
    Agrega el ingrediente ácido al bol. Este depende del tipo de vinagreta que vas a preparar. La vinagreta más común es la que lleva limón. Escurre 1 limón fresco en el bol. Si no tienes un limón fresco, también puedes usar 4 cucharadas de jugo de limón embotellado. Bate el jugo de limón con los demás ingredientes en el bol. Asegúrate de que esté bien mezclado.
    • Otras opciones para tu elemento ácido incluyen: vino tinto, vino blanco y vinagre de manzana.
  3. 3
    Incorpora el aceite de oliva. Para combinar adecuadamente todos los ingredientes, sigue batiendo la mezcla de limón mientras viertes lentamente el aceite de oliva. Hacerlo ayudará a que el jugo de limón a base de agua se combine con el aceite. Continúa batiendo hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados.
  4. 4
    Añade los condimentos. Para una vinagreta básica, lo único que necesitas agregar es sal y pimienta. Añade la cantidad que quieras. Sazona al gusto. Si quieres agregar otras hierbas, ahora es momento de hacerlo. Otras hierbas que podrías añadir incluyen:
    • Ajo picado, cebolla o chalote
    • Albahaca finamente picada, perejil, tomillo o eneldo
    • Otras especias como paprika o comino
  5. 5
    Vierte la vinagreta sobre tu ensalada. Hazlo solo justo antes de comer para que la lechuga no quede empapada. ¡A disfrutar!
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Método 2
Método 2 de 3:
Hacer una vinagreta balsámica

  1. 1
    Añade vinagre balsámico a un bol. Incorpora el azúcar y la sal y bate hasta que estos ingredientes se disuelvan. Una vez que estén disueltos, agrega la pimienta y el ajo. La pimienta, el ajo y la sal son opcionales. Bate la mezcla hasta que esté homogénea.[2]
    • Si usas vinagre balsámico de alta calidad en vez de una versión más económica, lo más probable es que no necesites añadir azúcar. Prueba la mezcla después de haber incorporado la sal, la pimienta y el ajo. Agrega azúcar si deseas.
  2. 2
    Bate la mezcla mientras agregas el aceite. Para ayudar a que el vinagre y el aceite se fusionen, sigue batiendo mientras añades unas cuantas gotas de aceite a la vez. Una vez que hayas agregado todo el aceite requerido, continúa batiendo durante unos minutos más para asegurarte de que los ingredientes estén bien integrados. Prueba la vinagreta y añade más condimentos si lo deseas.[3]
    • Si deseas, añade otros ingredientes. Algunas recetas requieren agregar una pizca de mostaza granulada, algunas hierbas picadas, chalotes o cebollas picadas. Experimenta con el aliño con toda libertad.
  3. 3
    Revuelve la ensalada con la vinagreta balsámica. Hazlo justo antes de comer para que la ensalada no quede empapada. Si no planeas usar la vinagreta de inmediato, viértela en un recipiente con tapa. Cuando estés listo para usarla, vuelve a batirla ya que los ingredientes se separarán mientras el aliño se asienta en el refrigerador.
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Método 3
Método 3 de 3:
Otros tipos de vinagretas

  1. 1
    Prueba la deliciosa vinagreta de fresa. Si prefieres que tu ensalada sea un poco más dulce, te encantará la vinagreta de fresa. Añade algunas nueces y unas rodajas de manzana y tendrás una ensalada potente.
  2. 2
    Prueba la vinagreta italiana tradicional. Haz de cuenta que estás en Italia durante un día con este aliño clásico de la cocina italiana. Dale una probada y sentirás que estás en una villa escuchando las olas suaves del Mediterráneo.
  3. 3
    Prepara una vinagreta dulce de mermelada de naranja. En esta vinagreta también sentirás el ligero sabor amargo y delicioso de la mermelada.
  4. 4
    Prueba una vinagreta salada de miso. Si vas a hacer una ensalada con fideos soba, esta vinagreta de miso es el aliño perfecto. Tus invitados te rogarán que les des la receta.
  5. 5
    Amplia tus horizontes y disfruta una ensalada con una vinagreta de curry y salsa de soya. Esta vinagreta singular es apetitosamente rica. Agrega algunas judías verdes y tomates cereza a tu ensalada para darle un valor nutritivo adicional.
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Consejos

  • Si no tienes mostaza, usa sal. Aunque la mostaza le agrega sabor a la vinagreta.
  • No olvides que la proporción estándar para hacer vinagreta balsámica es una parte de vinagre por tres de aceite de oliva.
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