El vino de fresa es una bebida ligera y refrescante asociada al verano que puedes preparar fácilmente en casa. Es una gran forma de usar un exceso de fresas, sobre todo si están a punto de echarse a perder. Si bien puede tomar por lo menos un mes, si no más, para que puedas beber el vino, muchos consideran al vino de fresa tan complejo, emocionante y bebible como los vinos clásicos de uva.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar vino de fresa simple

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    Asegúrate de tener un conjunto de suministros limpios para preparar vino. Esto se refiere al proceso de fermentar la fruta, que es cuando usas la levadura de forma controlada para producir alcohol. Esto requiere un equipo especializado de fermentación, aunque, afortunadamente, la mayoría de estos equipos son baratos y fáciles de conseguir en una tienda local de suministros de cocina.
    • un cántaro o frasco de vidrio sellable de 7,5 litros (2 galones)
    • una damajuana de 4 litros (1 galón)
    • un tapón hermético
    • 1 tubo delgado o sifón para extraer el líquido
    • botellas de vino limpias con corchos o tapas de rosca para almacenar el producto final
    • tabletas de Campden
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    Lava de 2 a 2,25 kg (4 a 5 libras) de fresas frescas y quítales los tallos. Mientras más frescas estén y más fuerte sea su sabor, podrás usar más de ellas. Si bien este artículo abordará las formas de modificar, adaptar y personalizar tu receta de vino más adelante, los vinicultores primerizos deben enfocarse primero en esta receta fácil de 4 litros (1 galón) de vino. Enjuaga las fresas en agua fría y corta todas las partes verdes para preparar la fruta.[1]
    • Si las fresas estaban congeladas, descongélalas completamente antes de seguir adelante.
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    Corta las fresas en trozos gruesos con un cuchillo. No debes machacarlas o cortarlas en trozos demasiado pequeños, pero cortarlas por la mitad o en cuartos te facilitará mucho las cosas más adelante. Trata de no apretar o aplastar las fresas al cortarlas ya que debes conservar la mayor cantidad posible del jugo y ya las aplastarás más adelante para extraerlo.
    • Este paso no es estrictamente necesario. Sin embargo, al preparar mayores cantidades de vino usando de 7 a 9 kg (15 a 20 libras) de fresas, te darás cuenta de que es mucho más fácil machacarlas más adelante si las cortas de antemano.
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    En una cubeta grande y apta para alimentos, machaca las fresas hasta hacerlas puré. Si solo vas a preparar 4 litros (1 galón) de vino, una cacerola grande servirá. Sin embargo, recuerda que, más adelante, añadirás un kilo (2 libras) de azúcar y 4 litros (1 galón) más de agua, así que necesitarás bastante espacio en la parte superior. Usa un pasapurés o solo tus manos bien limpias para machacar suavemente las fresas hasta hacerlas puré. No es necesario pulverizarlas, solo deben estar lo suficientemente machacadas como para soltar los jugos que llevan dentro.[2]
    • Si quieres trabajar profesionalmente en la vinicultura, debes invertir en una "fermentadora primaria", una cubeta especializada que se usa para preparar la fruta para el vino.[3]
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    Añade 1 kg (2 libras) de azúcar y suficiente agua como para cubrir las fresas y revuelve. El azúcar es el alimento para la levadura (la cual convierte al azúcar en alcohol), así que no te preocupes por que el producto final tenga un sabor a un terrón de azúcar. Cubre las fresas con agua y luego añade azúcar en una proporción de 1:2 a la cantidad de fresas (es decir, si usaste 4 kg u 8 libras de fresas, debes añadir alrededor de 2 kg o 4 libras de azúcar).
    • Por lo general, podrás endulzar el vino a tu gusto más adelante durante el proceso de preparación. Por ahora, solo añade el azúcar para ayudar a que el alcohol se fermente.
    • Si tienes un hidrómetro para vinicultura, puedes revisar la gravedad específica (GE) para determinar la cantidad exacta de azúcar que debes añadir para obtener el contenido alcohólico que desees. Una buena GE que puedes usar es 1,086.
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    Añade una tableta esterilizante, pectinas, taninos y una mezcla de ácidos si vas a preparar vino de fresa de calidad profesional. Estos ingredientes son opcionales, con la excepción quizás de la tableta esterilizante. Los profesionales los usan para preparar vinos de buena calidad que se estandaricen fácilmente. Usa las siguientes cantidades para los 4 litros (1 galón) de vino, modificándolas para mayores cantidades de vino si es necesario:[4]
    • Agentes esterilizantes: puedes usar una tableta de Campden o 1/4 de cucharadita de metabisulfito o bisulfato de sodio. A menos que vayas a preparar vino con levadura silvestre, debes esterilizar las fresas machacadas.
    • Pectinas: ayudan a extraer los jugos y el sabor de la fruta y evitar que el color final de la bebida sea turbio o lechoso. Usa de 1/4 a 1/2 cucharadita (lo que esté indicado en el frasco) por cada 4 litros (1 galón) del producto final que hayas planeado.
    • Taninos: los taninos le dan al vino una ligera acidez o sequedad. Añade a tu gusto de 1/8 a 1/4 de cucharadita por cada 4 litros (1 galón).
    • Mezcla de ácidos: la usan en su mayoría los vinicultores experimentados para equilibrar el pH del vino y mejorar la fermentación y el sabor. Usa un kit de valoración específico para vino para que el nivel de ácido alcance el 0,6 % de ácido tartárico.
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    Tapa la cubeta con una toalla limpia y déjala reposar durante 1 a 2 días. Lo único que debe poder filtrarse en la cubeta es el aire, no los insectos ni el polvo. Una estameña o toalla sujetadas con una banda elástica a la parte superior de la cubeta será suficiente. Revisa la cubeta cada día. Debes ver que se formen burbujas regularmente. Cuando estas empiecen a disminuir y formarse con menos frecuencia, por lo general a alrededor del final del segundo día, la mezcla está lista para continuar.
    • A esta mezcla se le llama "mosto".
    • A muchas personas les gusta revolverla una vez suavemente al revisarla todos los días.[5]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Fermentar el vino

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    Después de dos días de reposo, añade un paquete de levadura para vino y 1 cucharadita de nutrientes para la levadura, ambos de los cuales puedes conseguir en línea o en muchas tiendas o supermercados especializados. Puedes experimentar con diferentes tipos de levadura hasta encontrar un sabor que te guste. Muchos vinicultores usan levadura de champán, mientras que otros usan levaduras específicas para vino como el Côte de Blanc. Incorpora bien estos ingredientes.
    • Asegúrate de seguir las instrucciones en el empaque de la levadura para la activación. Algunas levaduras podrían tener que mezclarse con agua tibia antes de añadirlas.
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    Vuelve a tapar el puré de fresas con una toalla y deja que la mezcla se asiente durante una semana, revolviendo de 3 a 4 veces al día. Revolver mantiene a la levadura en movimiento, dándole acceso a otros azúcares y promoviendo el flujo de aire. Cada día, debes observar burbujas y percibir un olor alcohólico a levadura que incrementará a medida que pasen los días. Al séptimo día, es probable que esta actividad disminuya, lo que significa que la mezcla está lista para el siguiente paso.
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    Extrae el líquido hacia la damajuana con un sifón, eliminando la mayor cantidad posible de sedimento y pulpa. Transfiere la mezcla de la cubeta a la damajuana de vidrio para almacenarla. Si no tienes un sifón, puedes verter la mezcla sobre una estameña limpia o un colador de malla fina. Si usas una estameña, vierte la pulpa sobre ella y luego dejar correr 2 litros (medio galón) de agua sobre la pulpa para eliminar los últimos vestigios de jugo, azúcar y levadura.[6]
    • Este método de extraer el líquido con un sifón eliminando el sedimento y la pulpa se conoce como "racking".
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    Tapa la damajuana con un tapón hermético y espera a que termine la fermentación. Tapa la damajuana y guárdala en un lugar oscuro a temperatura ambiente. Revísala todos los días. La fermentación habrá terminado cuando no haya burbujas pequeñas elevándose hacia la superficie.[7]
    • Ten en cuenta que la fermentación puede elevar el nivel del líquido. Coloca una toalla o cubeta debajo de la damajuana para evitar los derrames.[8]
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    Transfiere el vino otra vez a una damajuana limpia y séllala con un tapón hermético. Esta última etapa por lo general solo toma de 1 a 2 semanas y termina cuando el vino adquiere un color y un sabor más claros. Al extraer el líquido con el sifón, ten cuidado de no extraer el sedimento (pequeñas partículas que se encuentran naturalmente en el vino) del fondo de la damajuana. Mantén el tubo a alrededor de 2 cm (1 pulgada) por encima del fondo para evitar succionar el sedimento. Está bien dejar un poco de vino en el fondo de la damajuana para evitar extraer el sedimento, aunque es imposible no extraer ni un poco de sedimento.
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    Prueba el vino, endulzándolo con un poco de miel si es necesario. Una vez que el vino se haya aclarado en la segunda damajuana, ¡está listo para beberlo! Si es tu primera botella o simplemente quieres modificar el sabor, puedes añadir algunos endulzantes en esta etapa, por lo general miel.[9]
    • Sin embargo, ten en cuenta que añadir endulzantes puede cambiar la apariencia del vino a menos que uses también un estabilizador, como el sorbato de potasio o un sistema de filtración. No es importante, pero vale la pena mencionarlo para los profesionales florecientes.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Crear tus propias recetas

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    Usa una proporción de 2:1 al planificar la cantidad de fruta y azúcar. Esta es la primera proporción que debes recordar, ya que siempre debes usar aproximadamente la mitad de azúcar de la cantidad de fresas. Entonces, si vas a usar 9 kg (20 libras) de fresas, necesitas aproximadamente 4,5 kg (10 libras) de azúcar. Si bien puedes usar 4 kg (9 libras) si las fresas son más dulces o 5 kg (11 libras) si son más ácidas, debes ceñirte a esta proporción de 2:1.
    • Siempre mide las cantidades en kilos, no en tazas ni litros. El azúcar se apisona muy estrechamente en una taza de medición sin dejar orificios de ventilación, pero esto no ocurre con las fresas.
    • Compra un hidrómetro para vinicultura para asegurarte de usar las cantidades correctas de azúcar. Una gravedad específica de 1,06 a 1,09 por lo general es aceptable. Una mayor cantidad de azúcar quiere decir que habrá más alcohol más adelante.
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    Usa más taninos con una menor cantidad de fresas para obtener un sabor más seco, manteniendo siempre el nivel total de taninos por debajo de 1 cucharadita por cada 9 kg (20 libras) de fresas. Las frutas contienen taninos naturalmente así que, si vas a usar muchas fresas, menos es más. Sin embargo, el nivel exacto no es crucial y en su mayoría depende del sabor. Con tal que uses menos de una cucharadita en total, no habrá problema.
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    Usa 72,5 g (1/6 de libra) de bisulfato de sodio por cada 4 kg (8 libras) de fresas. Si vas a hacer mayores cantidades de vino, omite las tabletas de Campden y usa el bisulfato de sodio en su lugar. Este esteriliza el vino a medida que lo preparas, eliminando de la mezcla las levaduras y bacterias que estén en competencia de forma que la levadura para vino pueda hacer su trabajo.[10]
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    Añade una cucharadita adicional (hasta 5 cucharaditas en total) de nutrientes para la levadura por cada 2 kg (4 libras) de fresas. Si vas a preparar más de 11 kg (25 libras) de vino, tendrás que adaptar toda la receta para una producción masiva. Si vas a preparar menos que esto, alrededor de 1 cucharadita por cada 2 kg (4 libras) estará bien, siempre ciñéndote a un paquete entero de levadura para vino.[11]
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    Considera probar una versión con "levadura silvestre" obviando del todo los esterilizantes. Esta versión utiliza las levaduras que ocurren naturalmente en el aire y la fruta para la fermentación. Si optas por este método, debes extender la primera fermentación de 1 a 2 días hasta una semana entera.[12]
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    Añade otras frutas para obtener sabores nuevos sin tener que adaptar la receta. Con tal que las fresas sean la fruta principal, no deberías tener que adaptar mucho la receta aparte de añadir un poco más o menos de azúcar según tus preferencias. Todas estas frutas se añaden junto con las fresas. Si bien puedes usar cualquier fruta para preparar vino, estas son algunas combinaciones populares con las fresas:
    • 450 g (1 libra) de arándanos, manzanas, cerezas o peras
    • 1 a 2 cucharadas de ralladura fresca de limón o naranja[13]
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    Listo.
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Consejos

  • Las fresas frescas o silvestres producen el mejor vino. Si quieres cultivar tus propias fresas, las variedades Albritton, Cardinal, Dunlap, Earliglow, Empire, Fletcher y Sparkle se consideran excelentes para preparar vino.
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Cosas que necesitarás

  • escurridor para lavar las fresas
  • descascarillador de fresas (o un cuchillo y tus dedos)
  • colador
  • estameña
  • equipo de fermentación
    • cántaro u otro tipo de cubeta grande apta para alimentos
    • damajuana (botella de vidrio con un cuello delgado)
    • botellas de vino para el almacenamiento
    • tapón hermético
    • sifón
    • tabletas de Campden


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Categorías: Vino
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