La tripa viene del revestimiento estomacal de varios animales de granja, más comúnmente de la vaca. Es un recurso muy valioso en la cocina y tiene muchos usos. Debido al hecho de que es un órgano interno y tiene restricciones para venderse, debes limpiar la tripa rigurosamente antes de cocinarla. Al enjuagarla, hervirla y cortarla, podrás aprovecharla al máximo en tu próxima comida.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Eliminar los excesos

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    Enjuaga la tripa. Pásala bajo el chorro de agua fría para eliminar cualquier residuo pegado.
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    Elimina la grasa. Para encontrar exceso de grasa, deberás revisar el lado no texturizado de la tripa.
    • Si ves grasa, tira de ella hacia arriba y retírala con un cuchillo. La grasa se ve diferente a la tripa, porque es de color más pálido y se siente como goma. La tripa es carne baja en grasa así que no debe tener mucha.
    • Otras partes innecesarias como restos de comida del estómago del animal deben ser retirados mediante otros procesos mientras lo limpias.
    • No cortes la tripa en tiras o secciones aún.
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    Friégala con sal de grano y enjuágala con vinagre. Este proceso aflojará todos los residuos no deseados y suavizará la superficie sin dañar la tripa.[1]
    • El vinagre es ácido y por lo tanto puede llegar a fondo en las capas de la tripa y limpiarla efectivamente.
    • Después, usa la sal de grano de nuevo y friégala sobre la tripa igual que como lo hiciste antes. La meta es limpiarla lo mejor posible.
    • Repite el proceso hasta que la tripa se vea y se sienta suave y limpia.
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    Raspa la superficie. Usa el lomo de un cuchillo afilado, raspa la superficie de la tripa para eliminar imperfecciones. La pancita puede ser difícil de limpiar con un cuchillo debido a que no es plana. Para esto puedes usar un cepillo de dientes. [2]
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    Enjuaga la tripa de nuevo. Enjuágala cuidadosamente bajo el chorro de agua fría de nuevo por unos minutos para eliminar cualquier rastro de tierra que haya quedado en la carne.
    • Como la tripa que ha sido limpiada con lejía ya estará libre de tierra, debes enjuagarla para eliminar el olor.
    • El cloro de una tripa con lejía podría pasarse a otros alimentos que cocines, lo que podría hacer que toda la comida huela a lejía.[3]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Hervir la tripa

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    Remoja la tripa en un recipiente con agua durante 1 hora. Asegúrate de que quede completamente cubierta por el agua. Esto asegurará que toda la tripa se remoje lo suficiente.
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    Coloca la tripa en una olla grande. Vierte un poco de agua fría en la olla y hiérvela. [4]
    • Déjala hervir durante 30 o 45 minutos.
    • Agrega una cucharada de sal por cada litro de agua en la olla.
    • Hervir la tripa es importante ya que eliminará todas las bacterias peligrosas.
    • También la hace más fácil de cortar y rebanar más tarde, y reduce el tiempo de cocción al prepararla para comer.
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    Vierte el agua de la olla y enjuaga la tripa de nuevo. Usa agua fría para lavarla. Enjuagar la tripa rigurosa y repetidamente es importante para asegurarte de que esté tan limpia como sea posible.
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    Rellena la olla y déjala ahí para remojar. Después coloca la tripa de nuevo en la olla. Déjala remojar durante 2 o 3 horas. El agua se evaporará lentamente así que no olvides agregar más para mantener la tripa cubierta.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Cortar la tripa

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    Coloca la tripa en una tabla para cortar. Coloca el lado más suave hacia abajo y tan plano como sea posible. Ahora la tripa será más fácil de cortar después de haberla hervido y remojado.
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    Revisa si la tripa tiene partes innecesarias. Ahora que la has limpiado cuidadosamente, echa un vistazo una vez más para ver si hay grasa o tierra que debas eliminar. Corta cualquier cosa que no deba estar ahí.
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    Corta la tripa por la mitad. Con un cuchillo afilado, corta la tripa por la mitad de arriba hacia abajo, y divídela en dos partes. [5]
    • Es más fácil cortarla en este punto del proceso ya que al hervirla se endurece.
    • Si intentas cortarla antes de este punto, estará muy suave y será muy difícil limpiarla y cortarla.
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    Corta la tripa en cubos. Toma un pedazo y córtalo en tiras largas y delgadas. Después toma una tira y córtala en cubos de 2, 5 cm por 5, 5 cm (2 por 2 pulgadas). Repite el proceso con el resto de la tripa.[6]
    • Ahora la tripa está lista para usarse como desees. Puedes usarla de varias maneras, como hacerla a la parrilla o en sopa. También la puedes usar en una variedad de platillos diferentes, como comida asiática y mexicana entre otros.
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Consejos

  • La tripa tiene un olor fuerte y poderoso y muy pocas personas lo resisten. Si tampoco te gusta, hiérvela muchas veces para reducir el olor de la carne. También puedes agregar un poco de limón para reducir más el olor y hacerlo más soportable.
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Advertencias

  • Recuerda lavarte las manos muy bien y varias veces al tocar la tripa cruda. La tripa es carne cruda y si no te lavas bien las manos, te puede dar salmonela u otras enfermedades.
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Cosas que necesitarás

  • tripa
  • cuchillo afilado
  • tabla para cortar o un área adecuada
  • olla
  • sal de grano
  • vinagre
  • cepillo de dientes nuevo

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Categorías: Carne
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