Si bien a menudo se ignora, el páncreas es un órgano importante que trabaja duro. Produce las enzimas que ayudan a digerir la comida y regula los niveles de azúcar en sangre. Los pasos más importantes para mantenerlo saludable son llevar una dieta saludable, reducir el consumo de alcohol y evitar el tabaco. Si te encuentras en tratamiento por un trastorno pancreático, como pancreatitis, sigue las pautas alimenticias que tu médico te indique y toma los medicamentos que te recete.

Método 1
Método 1 de 3:
Seguir una dieta saludable

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    Limita el consumo de grasa, y escoge grasas y aceites saludables. Incluye fuentes saludables de grasa en tu dieta, como aceites vegetales, frutos secos, pescado y aguacate. Escoge productos lácteos bajos en grasa o descremados, en vez de enteros. Evita las comidas fritas, las carnes rojas, las carnes procesadas (como el tocino y los fiambres o embutidos), la mantequilla y la margarina.[1]
    • Como regla general, aproximadamente el 25 % de las calorías diarias debe provenir de la grasa. La grasa contiene 9 calorías por gramo. Para determinar tu valor diario objetivo en gramos, calcula el 25 % de tus calorías diarias y divide entre 9. Por ejemplo, el 25 % de 2500 es 625, y 625/9 = 69,4, o aproximadamente 70 gramos.
    • Si te encuentras en tratamiento por un trastorno pancreático, lleva una dieta libre de grasas, en caso de ser posible. Habla con tu médico para determinar la mejor forma de minimizar o eliminar la grasa de tu dieta al mismo tiempo que obtienes los nutrientes necesarios.[2]
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    Evita la comida chatarra y grasosa. Muchas personas experimentan síntomas pancreáticos cuando comen mucha comida chatarra y grasosa, como hamburguesas de comida rápida y papas fritas. Consume lo mínimo posible y prefiere las comidas preparadas en casa, ya sean horneadas, hervidas o preparadas con aceites saludables (como de oliva o canola).
    • Cuando comas afuera, busca platos saludables bajos en aceite y grasa, como ensaladas, vegetales al vapor, o pollo o pescado al horno. En caso de dudas, pregúntale al camarero cómo se prepara la comida.
    • En algunos restaurantes, es posible pedir una alternativa más saludable. Por ejemplo, puedes preguntar si los alimentos que se cocinan con aceite de soja hidrogenado se pueden preparar con aceite de oliva.
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    Consume proteínas magras, como carne de ave o pescado. Otras proteínas magras incluyen los huevos, los frutos secos, los frijoles y las lentejas. Tu necesidad exacta dependerá de tu edad, sexo y nivel de actividad. En general, las mujeres necesitan entre 140 y 160 gramos (5 a 5,5 onzas) de proteína al día, mientras que los hombres necesitan entre 170 y 180 gramos (6 a 6,5 onzas) por día.[3]
    • Ten en cuenta que los huevos y los frutos secos se deben consumir con moderación. No comas más de tres huevos por semana, y solo un pequeño puñado de frutos secos por día.
    • Si llevas una dieta baja en proteína, te resultará más difícil digerir y metabolizar las sustancias peligrosas, como la grasa, el alcohol y el tabaco.[4]
    • Puedes conocer más acerca de tus necesidades nutricionales específicas en https://www.choosemyplate.gov.
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    Opta por alimentos de bajo índice glucémico, como cereales integrales. Las opciones saludables incluyen cereal de salvado, panes y pastas integrales, arroz integral, frutos secos, frutas y vegetales. Escoge estas opciones en vez de alimentos con un índice glucémico elevado, como pan blanco, arroz blanco, cereales azucarados y dulces.[5]
    • Los carbohidratos son importantes para la salud pancreática, pero algunos tipos no son buenos para ti. Los carbohidratos simples presentes en los alimentos con un índice glucémico elevado se descomponen en azúcar con mucha rapidez y facilidad en el cuerpo, lo que causa picos en el azúcar en sangre. Esto puede sobrecargar el páncreas.
    • Aproximadamente el 45 % de las calorías diarias debe provenir de los carbohidratos. Los carbohidratos contienen 4 calorías por gramo. Determina el 45 % de tus calorías totales y divide entre 4 para conocer la cantidad objetivo en gramos. Imagina que consumes 2000 calorías por día, el 45 % de 2000 es 900, y 900/4 es 225 gramos.[6]
    • Si no sabes calcular la ingesta de carbohidratos de cada comida, usa una calculadora de nutrición en línea.
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    Evita el consumo de azúcar añadido. Es bueno consumir alimentos que naturalmente contienen azúcar (como las frutas y los vegetales). Sin embargo, ten cuidado con los alimentos que contienen azúcar añadido, como los cereales azucarados para el desayuno, los postres y los refrescos. Come dulces y pasteles con moderación, lee etiquetas nutricionales (en especial, cereales, salsas, condimentos y jugos), y endulza el café y el té con extracto de estevia, en vez de azúcar.[7]
    • Lee las etiquetas, pero ten en cuenta que el contenido de azúcar debajo de la información nutricional podría no incluir todos los endulzantes añadidos. Revisa los ingredientes, que figuran por peso. Si observas azúcar o palabras como “sacarosa”, “glucosa”, “dextrosa” o “jarabe de maíz de alta fructosa” en la parte superior de la lista, ese producto contiene mucha azúcar.
    • Los azúcares añadidos hacen que el páncreas trabaje más, y no proporcionan valor nutricional. Los límites recomendados para los azúcares añadidos para los adultos son de 100 a 150 calorías, o de 24 a 36 gramos por día.[8]
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    Bebe al menos seis a ocho tazas (1,5 a 2 litros) de líquidos por día. El agua es la mejor opción; no consumas muchas bebidas deportivas endulzadas y jugos de frutas. Si te encuentras en tratamiento por un trastorno pancreático, ten una botella de agua a mano en todo momento para evitar la deshidratación. Durante los días cálidos y al realizar ejercicio, bebe una taza (240 ml) de agua cada 20 minutos para reponer los líquidos perdidos a través del sudor.[9]
    • Revisa tu orina para ver si estás deshidratado. Si es de color amarillo pálido, significa que bebes la cantidad suficiente de agua. Si es oscura, infrecuente o sale en pequeñas cantidades, es posible que estés deshidratado.
    • La deshidratación puede sobrecargar el páncreas, además de agravar o causar trastornos pancreáticos.
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    Come comidas pequeñas y frecuentes si tienes un trastorno pancreático. Las comidas pequeñas son mejores para el páncreas, y muchas calorías de manera abrupta pueden hacerlo trabajar demasiado. Por ejemplo, en vez de comer 230 gramos (8 onzas) de pechuga de pollo en una sola comida, come una porción de 85 a 115 gramos (3 a 4 onzas) con vegetales para el almuerzo, y guarda el resto para la cena.[10]
    • Si tienes pancreatitis, limítate a los líquidos claros por uno o dos días durante un brote para darle un respiro a tu páncreas. Los líquidos claros incluyen agua, jugo de manzana y caldo. Sé precavido y consulta con tu médico antes de ayunar durante un brote.[11]
    • Durante un brote pancreático, podrías experimentar síntomas como dolor abdominal agudo y sensibilidad (en especial, después de comer), náuseas y vómitos, pulso rápido, y fiebre o escalofríos.[12]

Método 2
Método 2 de 3:
Adoptar medidas beneficiosas en tu estilo de vida

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    Haz aproximadamente 30 minutos de ejercicio por día. Mantente activo para controlar tu peso, reducir los niveles de estrés y mejorar tu salud en general. Las caminatas enérgicas, los paseos en bicicleta y la natación son excelentes ejercicios, en especial si no estás acostumbrado a la actividad física.[13]
    • Si recién comienzas a ejercitar, comienza a caminar por 5 a 10 minutos, 2 o 3 veces al día. Incrementa la duración de manera gradual, y agrega lentamente actividades nuevas en tu rutina.
    • Pídele recomendaciones a tu médico para comenzar una rutina nueva de ejercicios, en especial si tienes algún problema médico.
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    Evita beber alcohol. Si te encuentras en tratamiento por un trastorno pancreático, evita el consumo de alcohol por completo. De lo contrario, limítate a una o dos bebidas por día si eres hombre, y una bebida por día si eres mujer. Ten en cuenta que abstenerse o consumir alcohol de forma moderada es la mejor opción, por más que tengas un buen estado de salud.[14]
    • El consumo excesivo de alcohol es una causa común de la pancreatitis aguda. Seguir bebiendo, incluso con moderación, después de desarrollar pancreatitis aguda puede causar problemas graves.
    • Para reducir o dejar de beber alcohol, establece límites y respétalos. En caso de ser necesario, evita las situaciones que desencadenan la necesidad de beber alcohol. En los contextos sociales, bebe agua con gas con limón o lima para no sentirte fuera de lugar. Recuerda que mantener tu salud es más importante que beber.[15]
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    Deja de fumar o usar productos con tabaco. Entre otros efectos dañinos, fumar y masticar tabaco incrementa significativamente el riesgo de sufrir cáncer de páncreas. Si usas tabaco, habla con tu médico o farmacéutico acerca de los productos que pueden ayudarte a dejar de hacerlo. Dejar de fumar mejora la salud del páncreas y previene el cáncer de páncreas y trastornos similares.[16]
    • Los parches, las gomas de mascar y los medicamentos pueden ayudarte a dejar de fumar o masticar tabaco. Para controlar las ansias, mantente ocupado o empieza un pasatiempo nuevo. Si sueles fumar después de comer, sal a caminar. Si sueles fumar con el café de la mañana, bebe té.[17]
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    Controla el estrés a través del yoga y la meditación. Busca videos en línea de clases guiadas de yoga o meditación, o únete a una clase local. Cuando sientas estrés, haz ejercicios de respiración profunda. Inhala lento y llena el abdomen con aire a la cuenta de cuatro. Contén la respiración a la cuenta de siete y exhala lento a la cuenta de ocho.[18]
    • El estrés puede agravar los trastornos pancreáticos y ralentizar el proceso de curación.[19]
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    Trata de perder peso si tienes sobrepeso u obesidad. Limítate a una alimentación saludable, lleva un registro de tu consumo de calorías y esfuérzate por ejercitar de manera regular. Trata de perder aproximadamente 500 gramos (1 libra) por semana, dado que los cambios drásticos en el peso no son buenos para el páncreas.[20]
    • Si tienes sobrepeso, perder entre el 5 y el 7 % de tu peso inicial puede beneficiar al páncreas, reducir el riesgo de desarrollar diabetes o ayudarte a controlar la diabetes si ya has recibido el diagnóstico.
    • Pídele consejos a tu médico para perder peso y haz que te recomiende un objetivo de pérdida de peso saludable.
    • Las personas con bajo peso o con un peso saludable también pueden desarrollar pancreatitis. Habla con tu médico si tienes preocupaciones con respecto a tu peso o quieres saber cómo es que tu peso puede estar relacionado con la salud de tu páncreas.

Método 3
Método 3 de 3:
Tratar los trastornos del páncreas

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    Pide una cita con tu médico si tienes síntomas de un trastorno del páncreas. El síntoma principal de la pancreatitis es el dolor en el cuadrante izquierdo superior del abdomen, arriba del ombligo. El dolor puede empeorar después de comer o beber, incrementar gradualmente en el transcurso de algunos días, empeorar cuando te recuestas sobre la espalda, o propagarse a la espalda o debajo del omóplato izquierdo.[21]
    • Otros síntomas de la pancreatitis pueden incluir la inflamación, el hipo, la indigestión, las evacuaciones amarillentas o grasosas, o la diarrea. En las últimas etapas de la enfermedad, es posible desarrollar un color amarillo en los ojos y la piel.
    • Los síntomas de la pancreatitis pueden ser iguales a los de otros trastornos, como la cirrosis del hígado. Si experimentas alguno de estos síntomas, pide una cita con tu médico para obtener un diagnóstico preciso.
    • La diabetes y la prediabetes son trastornos del páncreas, y generalmente se diagnostican en los chequeos de rutina. Si bien a menudo no se presentan señales obvias de la diabetes, los síntomas pueden incluir un aumento de la sed, micción frecuente, fatiga y visión borrosa.
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    Toma un suplemento de enzimas o insulina, en caso de ser necesario. El páncreas quizás no produzca la cantidad de enzimas necesaria para digerir la comida si tienes un trastorno pancreático. Si tu médico lo recomienda, toma cápsulas de enzimas complementarias con cada comida. Si tienes diabetes, tu médico te recetará medicamentos o inyecciones de insulina para regular el azúcar en sangre.[22]
    • Toma los medicamentos de acuerdo a las indicaciones del médico. No dejes de tomarlos sin antes consultar con tu médico.
    • Los trastornos pancreáticos pueden llevar a la malnutrición, por lo que tu médico podría recomendarte suplementos de vitamina. Muchas personas con pancreatitis llegan a tener un peso corporal muy bajo, así que pésate cada dos días para asegurarte de mantener un peso corporal saludable.
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    Controla el dolor causado por la pancreatitis con medicamentos de venta libre. Toma un analgésico (como ibuprofeno) de acuerdo a las instrucciones de la etiqueta. Si los medicamentos de venta libre no son efectivos, tu médico podría recetarte un analgésico más fuerte.[23]
    • Los brotes de pancreatitis pueden causar un dolor agudo. Descansa y relájate durante los brotes, y distráete con música, películas o un buen libro. También puedes aplicar una compresa caliente en el área durante 20 minutos cada una o dos horas.
    • Si experimentas síntomas graves, no intentes controlarlos en casa. Busca atención médica de inmediato si el dolor se vuelve tan fuerte que no puedes quedarte quieto ni encontrar una posición que alivie la molestia.[24]
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    Sométete a una cirugía si tus tejidos están dañados o tienes cáncer de páncreas. Parte del páncreas se debe extraer si hay tejidos dañados debido a la pancreatitis o un tumor canceroso. En casos graves y poco frecuentes (como una etapa avanzada del cáncer de páncreas), se debe extirpar todo el páncreas, la vesícula biliar y parte del estómago.[25]
    • La recuperación depende del alcance de la cirugía. Después de la intervención, quizás tengas que quedarte en el hospital por una a tres semanas. En general, limítate a una dieta blanda después de la cirugía, y agrega alimentos de acuerdo a las instrucciones del médico. Come comidas pequeñas cada tres horas, y toma enzimas complementarias y otros medicamentos según se te indique.[26]

Advertencias

  • La pancreatitis y la cirrosis del hígado a menudo se presentan con síntomas idénticos. Si experimentas síntomas como dolor agudo en el cuadrante superior izquierdo del abdomen (justo arriba del ombligo) junto con el amarillamiento de los ojos y la piel, visita a tu médico de inmediato para obtener un diagnóstico y tratamiento apropiado.
  1. https://www.niddk.nih.gov/health-information/digestive-diseases/pancreatitis/eating-diet-nutrition
  2. https://pancreasfoundation.org/patient-information/nutrition-advice-recipes/
  3. https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/pancreatitis/symptoms-causes/syc-20360227
  4. https://pancreasfoundation.org/patient-information/acute-pancreatitis/complementary-pancreatitis-therapies/
  5. https://www.niddk.nih.gov/health-information/digestive-diseases/pancreatitis/treatment
  6. https://www.rethinkingdrinking.niaaa.nih.gov/Thinking-about-a-change/Strategies-for-cutting-down/Tips-To-Try.aspx
  7. https://www.niddk.nih.gov/health-information/digestive-diseases/pancreatitis/treatment
  8. https://www.cdc.gov/tobacco/campaign/tips/quit-smoking/guide/cravings.html?s_cid=OSH_tips_D9401
  9. https://pancreasfoundation.org/patient-information/acute-pancreatitis/complementary-pancreatitis-therapies/
  10. http://newsroom.cumc.columbia.edu/blog/2018/01/11/pancreatic-cancer-accelerated-by-stress-finds-study/
  11. https://www.niddk.nih.gov/health-information/diabetes/overview/what-is-diabetes/prediabetes-insulin-resistance
  12. https://medlineplus.gov/ency/article/000287.htm
  13. https://www.betterhealth.vic.gov.au/health/ConditionsAndTreatments/pancreas
  14. https://pancreasfoundation.org/patient-information/dealing-pain/
  15. https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/pancreatitis/symptoms-causes/syc-20360227
  16. https://www.niddk.nih.gov/health-information/digestive-diseases/pancreatitis/treatment
  17. http://columbiasurgery.org/pancreas/post-operative-expectations

Acerca de este wikiHow

Dale Prokupek, MD
Coescrito por:
Internista certificado y gastroenterólogo
Este artículo fue coescrito por Dale Prokupek, MD. Dale Prokupek es un internista y gastroenterólogo certificado por el consejo, quien posee un doctorado en Medicina y dirige una práctica privada con sede en Los Ángeles, California. El Dr. Prokupek también es médico en el Centro Médico Cedars-Sinai y profesor clínico asociado de medicina en la Facultad de Medicina Geffen de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA). El Dr. Prokupek tiene más de 25 años de experiencia médica y se especializa en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades del hígado, el estómago y el colon, incluyendo la hepatitis C crónica, el cáncer de colon, las hemorroides, el condiloma anal y las enfermedades digestivas relacionadas con la inmunodeficiencia crónica. Tiene una licenciatura en Ciencias en Zoología de la Universidad de Wisconsin-Madison y un doctorado en Medicina de la Facultad de Medicina de Wisconsin. Completó una residencia de medicina interna en el Centro Médico Cedars-Sinai y una beca de investigación de gastroenterología en la Facultad de Medicina Geffen de UCLA. Este artículo ha sido visto 1579 veces.