Los langostinos son crustáceos deliciosos y nutritivos que se consumen con frecuencia alrededor del mundo. Aunque son populares tanto en platillos como por sí solos, muchas personas tienen problemas para pelarlos apropiadamente. Si primero les retiras las cabezas y aflojas sus caparazones, podrás pelarlos fácilmente con las manos o usando una cuchara y un tenedor.

Método 1
Método 1 de 2:
Pelar los langostinos con las manos

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    Deja que los langostinos se enfríen para que puedas tocarlos sin problemas. Si los langostinos que vas a pelar acaban de terminar de cocinarse, espera aproximadamente 10 minutos antes de pelarlos. La carne debajo de los caparazones puede permanecer caliente durante varios minutos, así que deja que se enfríen un poco antes de tocarlos con las manos.
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    Retuércelos para quitarles las cabezas. Sujeta la cabeza del langostino entre el dedo pulgar y el dedo índice. Con la otra mano, sujeta el cuerpo del langostino. Luego, gira las manos en direcciones opuestas y sepáralas hasta que la cabeza del langostino salga.[1]
    • Si tienes problemas para retorcer la cabeza del langostino, también puedes quitarla cortándola con un cuchillo filoso.
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    Aprieta y jala para retirar las patas del langostino. Comenzando con las patas más cerca de la parte superior del langostino (donde se encontraba la cabeza), sujeta las patas entre el dedo pulgar y el dedo índice. Aprieta ligeramente para sostenerlas de manera firme y luego jala las patas del caparazón.[2]
    • Repite este proceso hasta quitar todas las patas.
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    Jala el caparazón hacia atrás para retirarlo del cuerpo del langostino. Una vez que hayas retirado las patas, toma el borde del caparazón con el dedo pulgar y el dedo índice. Luego, jala el caparazón hacia arriba y sobre el cuerpo del langostino pelándolo sobre la curva a medida que avances. Una vez que hayas separado el caparazón del cuerpo, estíralo para liberarlo de la cola.[3]
    • Cada cierto tiempo, probablemente encuentres un langostino con un caparazón muy blando o suave. En este caso, puedes jalar el caparazón en pedazos, ya que los caparazones blandos y suaves tienden a romperse con mayor facilidad.
    • La cola del langostino puede caerse cuando la desprendas del caparazón.
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    Jala de la cola del langostino si lo deseas para retirarla. Si la cola del langostino todavía permanece adherida después de retirar el caparazón, puedes retirarla fácilmente sujetándola con los dedos y jalándola del cuerpo. Sin embargo, si quieres una presentación más lujosa, puedes dejar las colas adheridas.[4]
    • Si planeas comer los langostinos de un solo bocado, o si vas a agregarlos a la receta, probablemente debas retirarles las colas.
    • Dejar las colas adheridas también puede hacer que sea más fácil sujetar los langostino y mojarlos en una salsa.[5]
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    Retira la vena del langostino si no lo desvenaste antes de cocinarlo. Haz una hendidura en la parte trasera del langostino para exponer la vena usando un cuchillo pequeño. Luego, usa la punta del cuchillo para enterrarlo debajo de la vena y retirarla de la carne. Sujeta la vena con los dedos y jálala ligeramente para deslizarla fuera del langostino.[6]
    • Aunque la vena del langostino es comestible, puede tener un sabor amargo.

Método 2
Método 2 de 2:
Usar una cuchara o un tenedor

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    Extiende los langostinos sobre una superficie plana. Para comenzar, extiende los langostinos sobre una superficie plana, como una tabla de cortar o un plato. Tendrás que sujetarlos en su lugar, así que escoge una superficie plana que no sea demasiado resbaladiza.
    • Probablemente también debas colocar un tazón o un cubo de basura cerca para desechar las cabezas, los caparazones, las patas y las colas de los langostinos a medida que los retires de los langostinos.
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    Sostén uno de los langostinos en su lugar. Presiona uno de los langostinos, con los dedos o la parte trasera de un tenedor, para mantenerlo sobre la superficie plana. Asegúrate de presionarlo con la firmeza suficiente como para que no se deslice o se mueva.[7]
    • Mientras presiones el langostino firmemente para mantenerlo en su lugar, asegúrate de no hacerlo con demasiada fuerza como para aplastar o triturar el caparazón en la carne.
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    Usa una cuchara para retirar la cabeza del langostino. Coloca el borde de la cuchara justo donde la cabeza del langostino se una al cuerpo. Luego, mantén el langostino asegurado en su lugar y presiónalo firmemente con la cuchara. Una vez que la cuchara penetre el cuello del langostino, deslízala lejos del cuerpo del langostino mientras todavía lo presiones.[8]
    • La cabeza del langostino debe salir fácilmente. De lo contrario, también puedes usar un cuchillo para cortarla.
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    Perfora la parte trasera del langostino con un cuchillo. Introduce los dientes del tenedor en medio de la parte trasera del langostino, justo donde el cuerpo se curve. Procura colocar el tenedor tan cerca del caparazón como sea posible pinchando carne suficiente para sujetarlo bien.[9]
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    Introduce la cuchara debajo del caparazón para aflojarlo. Mientras sostienes bien el langostino con el tenedor, coloca la cuchara con la parte ancha mirando hacia abajo entre las patas del langostino. Luego, empújala hacia arriba debajo del caparazón y hacia el tenedor.[10]
    • Mueve la cuchara de un lado a otro un poco para aflojar el caparazón antes de retirarlo.
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    Mueve el tenedor debajo del caparazón hacia el cuerpo del camarón. Una vez que el caparazón se haya aflojado, usa la cuchara para sostener el langostino en su lugar y retira el tenedor de la parte trasera. Luego, mueve el tenedor debajo para aflojar el caparazón e introdúcelo de manera segura en el cuerpo del langostino.[11]
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    Presiona la cuchara hacia abajo donde la cola se une al cuerpo. Aplica presión suficiente sosteniendo la cuchara con la parte ancha hacia abajo para sujetar el langostino firmemente. Asegúrate de no presionar demasiado, ya que necesitarás que la cola permanezca adherida por el momento.[12]
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    Jala el tenedor y la cuchara en direcciones opuestas. Desliza ambos utensilios rápidamente y con fuerza en direcciones opuestas manteniendo presión en ambos. El langostino debe deslizarse justo fuera del caparazón y las patas, y la cola se desprenderá.[13]
    • Repite este proceso hasta que hayas pelado todos los langostinos.
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    Desvena los langostinos si no les quitaste las venas antes de cocinarlos. Crea una hendidura en la parte trasera con un cuchillo pequeño para exponer la vena. Luego, introduce la punta del cuchillo debajo de la vena y levántala fuera de la carne. Sujeta la vena con los dedos y jálala cuidadosamente para deslizarla fuera del langostino.[14]
    • Debido a que la vena del langostino es comestible, puedes omitir este paso. Sin embargo, las venas pueden tener un sabor un poco amargo.

Advertencias

  • Cuando retires la cabeza del langostino, asegúrate de evitar la espina de la parte superior, ya que puede ser muy filosa.

Cosas que necesitarás

  • langostinos cocidos
  • superficie plana (como una tabla de cortar o un plato)
  • cuchillo pequeño
  • tenedor
  • cuchara

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