El costillar puede ser difícil de recalentar porque la intención no es recocer la carne. Además el objeto es mantener su jugosidad original. Los métodos incluidos en este artículo, como calentarlo al vapor o en el horno, ayudan a mantener el sabor original del costillar incluso en el segundo día.

Método 1
Método 1 de 3:
Calentar al vapor tajadas de costillar

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    Forma una bolsa de papel de aluminio. Saca una hoja de papel de aluminio y curva los bordes. Extiende el costillar en la bolsa de aluminio.[1]
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    Añade varias cucharadas de caldo. Puedes usar caldo de res o el jugo del costillar cocinado.[2]
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    Cierra la bolsa. Sella la bolsa para que los jugos no se escapen.[3]
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    Coloca la bolsa en una olla de vapor. Cubre bien la olla de vapor con una tapa.[4]
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    Calienta el costillar entre 3 y 6 minutos. Tal vez necesites calentarlo más tiempo si la pieza es grande.[5]
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    Retíralo de la bolsa y sirve. Asegúrate de poner un plato debajo de la bolsa, ya que los jugos con seguridad pueden chorrearse.[6]

Método 2
Método 2 de 3:
Recalentar un solo trozo de costillar en el horno

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    Pon el horno a 250 grados. Dale tiempo para que se caliente.
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    Coloca el trozo en una sartén pequeña. Vierte varias cucharadas de caldo de res. Cúbrelo bien con papel de aluminio o una tapa y colócalo en el horno.
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    Cocínalo hasta que la carne alcance el punto de cocción deseado. Debe tomar 10 minutos más o menos, dependiendo de cuán poco cocido te guste.[7]
    • Para comprobar el punto de cocción, puedes usar un termómetro de carne. La carne está poco cocida si la temperatura interna alcanza entre 49 y 52 grados Celsius (120 y 125 grados Fahrenheit). Está a término medio si alcanza entre 55 y 58 grados Celsius (entre 130 y 135 grados Fahrenheit), mientras que está en su punto si alcanza entre 60 y 63 grados Celsius (entre 140 y 145 grados Fahrenheit) y está bien cocida si alcanza entre 66 y 69 grados Celsius (entre 150 y 155 grados Fahrenheit). Está muy cocida si llega a 71 grados Celsius (160 grados Fahrenheit). Introduce el termómetro en la parte central del trozo para medir la temperatura. Sin embargo, las temperaturas de recalentamiento variarán ligeramente.[8]
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    Saca la carne del horno. Coloca la sartén sobre la encimera.
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    Calienta una sartén a fuego alto. Añade un poco de grasa, como mantequilla. Deja que la carne se dore hasta que esté crujiente por fuera. La intención es que la parte exterior quede dorada.[9]
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    Sirve la carne. Añade los jugos de la olla a la parte superior de la carne para obtener más sabor.

Método 3
Método 3 de 3:
Recalentar el costillar en el microondas

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    Coloca la carne en un bol apto para microondas con una tapa. Añade unas cuantas cucharadas de caldo o de su propio jugo y cúbrela.[10]
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    Calienta la carne entre 1 y 2 minutos. Este paso depende de la potencia de tu microondas.[11]
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    No dejes que la carne se caliente demasiado. La intención no es recocerla. Consérvala poco cocida, a término medio o en su punto.[12]
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    Saca la carne. Sirve con los jugos.

Consejos

  • El costillar puede calentarse en la parrilla, pero entonces básicamente se convertirá en un bistec en lugar de un trozo de costillar.

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Categorías: Consejos en la cocina | Carne