La levadura vive en el cuerpo de forma natural, pero el exceso puede dar lugar a enfermedades comunes como el pie de atleta, la tiña inguinal, el intertrigo y las infecciones vaginales por levaduras. Esa concentración puede ser mayor en las personas que toman antibióticos, anticonceptivos orales, son diabéticas o toman alcohol en exceso. Por lo general, el cuerpo se equilibra por sí solo, pero es importante consultar con el médico de forma regular en caso de presentar infecciones frecuentes por levaduras o cualquier otro síntoma de exceso de levaduras.

Método 1
Método 1 de 4:
Modificar tu alimentación

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    Elimina los alimentos azucarados y procesados de tu dieta. Los niveles elevados de azúcar en sangre pueden alterar el equilibrio del pH del cuerpo y provocar una mayor formación de levadura. Haz todo lo posible por limitar el consumo de alimentos muy procesados, como los bocadillos y los alimentos preenvasados. También sustituye los alimentos que tienen muchos azúcares naturales con los alimentos de bajo índice glucémico, como el pollo, los huevos, las pastas, la quinua, las frutas y las verduras.[1]
    • Evita las comidas y las bebidas con levadura, como los productos de panadería y el alcohol, puesto que también pueden aumentar los niveles de levadura en el cuerpo.
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    Consume muchos alimentos fermentados para ingerir más probióticos. El lactobacilo es uno de los buenos tipos de bacterias intestinales que se comen a las levaduras del sistema digestivo. Trata de consumir un producto con lactobacilo u otras cepas de bacterias intestinales al menos una vez por semana. Algunas excelentes fuentes de probióticos son el chucrut, el yogur, el kéfir, el kimchi, el miso, el tempeh y la kombucha.[2]
    • La kombucha es una opción muy buena gracias a su contenido de polifenoles y ácido acético que puede matar los hongos.[3]
    • Si no acostumbras a consumir alimentos fermentados, no te excedas, puesto que demasiado a la vez puede provocar malestar estomacal o diarrea. Por ejemplo, empieza tomando 120 ml (4 onzas) de kombucha una vez al día durante 2 días y luego aumenta hasta 3 porciones de 120 ml (4 onzas) por día durante una semana.
    • Si aún incluyes mucha azúcar o levadura en tu dieta, los probióticos no serán tan eficaces.
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    Añade más ajo a tu alimentación. El ajo contiene alicina y aliinasa, compuestos que tienen propiedades antimicrobianas. Come ajo cocido (salteado o al vapor durante menos de 5 minutos) o crudo y pelado para aprovechar los beneficios de estos compuestos.[4]
    • Si no soportas el sabor del ajo crudo, pica finamente 1 diente pelado y ponlo en 250 ml (8 onzas) de agua hirviendo durante al menos 5 minutos para preparar té de ajo.
    • El ajo en polvo no aporta ningún beneficio antimicrobiano, así que mejor opta por el ajo fresco o picado que viene en un frasco.
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    Utiliza aceite de coco en vez de otros aceites de cocina y cremas para café. El aceite de coco contiene ácidos grasos con propiedades antimicóticas y antimicrobianas, lo que les permite a las bacterias intestinales equilibrar los niveles de levadura en el estómago. Si sueles cocinar con aceite de oliva o aceite de canola, cámbiate al aceite de coco para mantener bajo control los niveles de levadura.[5] También puedes añadir el aceite de coco al café para hacerlo más dulce y menos amargo.
    • Además, puedes enjuagarte la boca con aceite de coco durante 1 o 2 minutos a la vez para tratar el muguet (o sapito). No sabe bien, pero es de gran ayuda. Esto también blanquea los dientes.
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    Mastica chicle endulzado con xilitol para combatir la levadura. El xilitol dificulta la adhesión del hongo cándida a cualquier superficie, en este caso, a los intestinos. Mastica un trozo de chicle endulzado con xilitol después de las comidas o entre ellas para reducir la cantidad de levadura en el cuerpo.[6]
    • Revisa la lista de ingredientes del paquete para ver si una marca de chicle en particular contiene xilitol.
    • Ten presente que el chicle endulzado con xilitol contiene alcoholes de azúcar que pueden provocar gases, hinchazón y diarrea si comes demasiado. Limítate a 10 o menos trozos por día.
    • También puedes cambiar el azúcar por xilitol en los pasteles, las galletas, los brownies y en cualquier otra receta que no requiera disolver el azúcar.
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    Toma 250 ml (8 onzas) de jugo o agua de aloe vera. El aloe vera lubrica las paredes intestinales, lo que impide que la levadura se adhiera a ellas y se reproduzca en exceso. El jugo de esta poderosa planta también fortalece el sistema inmunitario, lo que ayuda al cuerpo a combatir cualquier afección agravada a causa del exceso de levadura.[7]
    • El jugo o agua de aloe vera están disponibles en la mayoría de los supermercados o tiendas de productos naturales.
    • Si prefieres tomarlo en cápsulas de gel, primero consulta con el médico.
    • También puedes tomar té verde, ya que ayuda a matar la levadura.[8]
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    Condimenta tus platos con cúrcuma. La cúrcuma es rica en curcumina, un agente antimicótico y antiinflamatorio que detiene el crecimiento de levadura en el cuerpo. Añade al menos 2 cucharaditas de cúrcuma en polvo a las comidas todos los días o 1/2 cucharadita al café, el té, la leche y tómalos 4 veces al día.[9]
    • La cantidad diaria recomendada de cúrcuma es de 500 a 2000 mg por día. Una cucharadita completa aporta 200 mg de curcumina.
    • También puedes tomar cápsulas de cúrcuma, pero antes debes consultar con el médico.
    • La cúrcuma en polvo también ayuda a aliviar cualquier inflamación que pueda deberse al crecimiento excesivo de levadura.

Método 2
Método 2 de 4:
Tomar medicamentos

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    Consulta con el médico sobre tomar fluconazol para las infecciones por hongos persistentes. Si tienes una infección por levaduras en la boca, la garganta, el esófago, los genitales, los pulmones u otros órganos, el médico puede prescribirte fluconazol. Toma 1 pastilla al día durante al menos 7 días (y hasta 4 semanas) con 250 ml (8 onzas) de agua con el estómago vacío o después de comer. La infección por levaduras puede tardar de 3 a 4 semanas en desaparecer por completo, así que sigue tomando el medicamento conforme a las indicaciones del médico.[10]
    • Según tu estado de salud, el médico podría indicarte tomar una dosis doble el primer día del tratamiento.
    • Los síntomas deben empezar a desaparecer después de los primeros 3 a 4 días, pero no dejes de tomar el medicamento solo porque te sientas mejor. Si lo dejas después de 7 días, la infección puede reaparecer.
    • Algunos efectos secundarios comunes son los mareos, el malestar estomacal y los dolores de cabeza.
    • Si tomas antiácidos o medicamentos para la ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico), no los tomes hasta 2 horas después de tomar fluconazol, puesto que puede afectar la forma en que el cuerpo absorbe el medicamento.
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    Toma itraconazol para tratar las infecciones persistentes por levaduras en los pulmones y las uñas. El médico puede prescribir itraconazol en caso de presentar síntomas de una infección por levaduras en los pulmones o más comúnmente en las uñas. Tómalo una o dos veces al día durante 1 a 4 semanas con el estómago lleno.[11]
    • Evita tomar el itraconazol hasta 2 horas después de ingerir antiácidos o medicamentos para la ERGE, puesto que pueden disminuir su absorción.
    • Algunos efectos secundarios del itraconazol son los mareos, las náuseas, la diarrea, los dolores de cabeza y el malestar estomacal. Si cualquiera de estos efectos empeora con el tiempo, deja de tomar el medicamento y llama al médico lo antes posible.
    • Llama a una ambulancia en caso de presentar cualquier signo de una reacción alérgica como picazón, hinchazón de la lengua, los labios o el rostro, mareos o dificultad para respirar.
    • No dejes de tomarlo si los síntomas desaparecen después de 1 semana. Tómalo durante el tiempo que te haya indicado el médico (que suele ser no más de 4 semanas).
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    Trata naturalmente las infecciones vaginales por levaduras con supositorios de ácido bórico. Ciertas cepas de levadura causantes de las infecciones vaginales por levaduras no siempre responden a los antimicóticos tradicionales, sobre todo si los has tomado tantas veces que los hongos se han vuelto resistentes a ellos. Para utilizar el ácido bórico, inserta 1 cápsula en la vagina antes de acostarte durante 7 días seguidos. Hazlo hasta por 2 semanas para tratar una infección persistente por levaduras.[12]
    • El ácido bórico se considera una alternativa segura y natural a los medicamentos antimicóticos con prescripción. Sin embargo, siempre debes consultar con el médico antes de utilizarlo.
    • Con la aprobación del médico, puedes seguir utilizando el ácido bórico dos veces por semana durante un año como método preventivo.
    • No utilices el ácido bórico si estás embarazada o intentando quedar embarazada, puesto que puede ser tóxico para el bebé en desarrollo.
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    Consulta con el médico sobre la posibilidad de recibir tratamientos antimicóticos por vía intravenosa si es necesario. Aunque es muy raro recibir tratamientos intravenosos para la levadura, el médico puede recomendarlos para los ancianos, las personas con un sistema inmunitario debilitado o aquellos con otras enfermedades que se agravan a causa del exceso de levadura en el cuerpo. En promedio, será necesario recibir infusiones todos los días durante 7 a 14 días (incluso después de que la última prueba de infección haya salido negativa).[13]
    • Se inyectarán antimicóticos llamados equinocandinas (caspofungina, micafungina o anidulafungina) en el torrente sanguíneo por vía intravenosa. No dolerá, pero si no te gustan las agujas, puede impresionarte un poco.
    • La anfotericina B es otro tipo de medicamento antimicótico inyectable, pero el médico solo la recomendará en caso de presentar una infección micótica con riesgo de muerte.

Método 3
Método 3 de 4:
Aplicar remedios tópicos

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    Utiliza supositorios de nitrato de miconazol para las infecciones vaginales por levaduras. Compra un supositorio antimicótico que sea específico para tratar las infecciones por levaduras (estará indicado en la etiqueta). Coloca la tableta en el aplicador e insértalo en la vagina hasta donde te sientas cómoda. Presiona lentamente el émbolo para liberar la tableta. Hazlo una vez al día antes de acostarte 3 días seguidos.[14]
    • Junto con el supositorio, también puedes aplicar una crema de nitrato de miconazol en el exterior de la vagina para aliviar cualquier sensación de picazón o ardor a causa de la infección. Algunos kits de supositorios también incluyen esta crema.
    • No utilices supositorios de nitrato de miconazol si te encuentras en el primer trimestre de embarazo, debido a que los tejidos vaginales y uterinos pueden absorber pequeñas cantidades de los químicos.
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    Aplica la crema de clotrimazol 1 o 2 veces al día para tratar el pie de atleta. Después de salir de la ducha o lavarte los pies, aplica una cantidad pequeña de crema (del tamaño de una moneda de diez centavos) en ambos pies. Asegúrate de cubrir las grietas pequeñas entre los dedos del pie. Hazlo una o dos veces al día durante 7 días como máximo.[15]
    • El clorhidrato de terbinafina es otra crema antimicótica que puede tratar el pie de atleta.
    • Mientras tratas el pie de atleta, utiliza zapatos ventilados y cámbiate las medias al menos una vez al día.
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    Dúchate con jabón o gel de ducha antimicótico para tratar la tiña inguinal o la tiña. Métete en la ducha y echa una cantidad pequeña de gel de ducha antimicótico en la mano. Masajea la zona afectada al menos por 15 segundos antes de enjuagarte. Si tienes jabón antimicótico, utilízalo como el jabón normal, solo asegúrate de hacer mucha espuma sobre la zona afectada.[16]
    • Para la tiña inguinal, utiliza el jabón o el gel de ducha todos los días (una o dos veces al día) durante 2 semanas.
    • Para tratar la tiña, aplica el jabón o el gel de ducha 1 o 2 veces al día hasta por 4 semanas.
    • También se puede utilizar el jabón o el gel de ducha en la cabeza si la infección por tiña afecta el cuero cabelludo. Solo asegúrate de hidratar el cabello con acondicionador después.
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    Aplica un polvo antimicótico para curar las infecciones por levaduras en la piel. Lava la zona afectada con agua y jabón y sécala dando toquecitos con una toalla. Aplica una capa fina del polvo en la piel dos veces al día (mañana y noche) al menos durante 7 días y hasta 2 semanas seguidas.[17]
    • La infección por levaduras en la piel (intertrigo) suele aparecer en los pliegues de la piel como las axilas, la ingle y los codos.
    • Llama al médico si la infección de la piel no desaparece o empeora tras 2 semanas de uso del polvo.
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    Aplica aceite de árbol de té diluido dos veces al día para eliminar los hongos de las uñas. Añade 5 gotas de aceite de árbol de té a 15 ml (1/2 onza) de aceite de oliva, jojoba o almendras. Revuelve, sumerge una motita de algodón en la mezcla y frótala en las uñas. Hazlo una o dos veces al día hasta por 2 semanas. Si tratas las uñas de las manos, no te las laves por el mayor tiempo posible. Si el problema está en las uñas de los pies, deja actuar la mezcla por el mayor tiempo posible.[18]
    • No seas tacaño al aplicar el aceite. Mientras más apliques, mucho mejor.
    • Si lo aplicas en las uñas de los pies al inicio del día, utiliza zapatos con cierta ventilación, debido a que un mayor flujo de aire contribuirá a eliminar el hongo.
    • No te eches aceite de árbol de té en las uñas sin antes diluirlo con un aceite portador, ya que puede irritar la piel alrededor de las uñas.
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    Enjuágate con aceite para matar la levadura dentro de la boca. Utiliza aceite de coco o de ajonjolí para no sentir un sabor desagradable. Justo después de levantarte por la mañana y antes de comer, toma 1 cucharada de aceite y pásalo lentamente por todo el interior de la boca. Sigue pasando el aceite por los dientes durante unos 15 a 20 minutos para matar las bacterias en la boca. Escúpelo en el bote de basura cuando hayas terminado. Luego, enjuágate la boca con agua y cepíllate los dientes.[19]
    • Puedes enjuagarte con aceite hasta 3 veces al día.
    • Evita escupir el aceite por el desagüe del fregadero, puesto que puede solidificarse y obstruir las tuberías.
    • No lo tragues, ya que contiene bacterias y podrías enfermarte.

Método 4
Método 4 de 4:
Identificar los síntomas del exceso de levadura

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    Presta atención a las infecciones del tracto urinario (ITU) recurrentes o persistentes. Una ITU afecta los riñones, los uréteres, la uretra y la vejiga y por lo general, se debe a la bacteria E. coli. Sin embargo, es posible que la cándida (levadura) también sea la causante de una ITU por hongos. Los síntomas son similares, pero la ITU provocada por levaduras no responderá a los tratamientos diseñados para eliminar las infecciones urinarias bacterianas (como los antibióticos). Si tienes una ITU por cándida, puedes presentar los siguientes síntomas:[20]
    • ardor o dolor al orinar
    • orina turbia o con olor extraño
    • dolor en la parte inferior del abdomen
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    Observa la presencia de problemas digestivos como estreñimiento, diarrea, gases e hinchazón. La cándida vive en los intestinos de forma natural y es regulada por las bacterias intestinales buenas. Sin embargo, la falta de estas bacterias puede provocar un crecimiento excesivo de levaduras y afectar la digestión de los alimentos. En caso de presentar gases, hinchazón o estreñimiento de forma regular e inexplicable, existe la probabilidad de tener un exceso de levadura en el intestino.[21]
    • Si tienes SII (síndrome del intestino irritable), los síntomas gastrointestinales pueden ser aún más pronunciados en caso de presentar un exceso de levadura en el intestino.
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    Evalúa si sientes o no fatiga crónica. Las cantidades elevadas de levadura en el cuerpo pueden provocarte cansancio y lentitud. Si te sientes cansado o agotado todo el tiempo sin una causa aparente, puede ser un signo de crecimiento excesivo de levaduras.[22]
    • Estar cansado después de un día largo y difícil no significa que tengas fatiga crónica o crecimiento excesivo de levaduras. Sin embargo, si estás cansado sobre todo después de despertarte regularmente, vale la pena investigar si tienes o no un crecimiento excesivo de levaduras.
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    Busca sarpullidos en las axilas y la ingle. La candidiasis cutánea es una enfermedad relativamente común e inofensiva (pero molesta) que provoca la formación de un sarpullido rojizo con picazón en la piel, sobre todo en las zonas húmedas con mucha fricción. También es posible que notes protuberancias rojas (o "lesiones satélites") alrededor del sarpullido central.[23]
    • Examina la parte posterior de las axilas o toda la zona de la ingle con un espejo de mano pequeño.
    • Un sarpullido por candidiasis cutánea puede parecerse al eczema pero sin descamación ni manchas blancas secas. También es poco probable que la candidiasis cutánea aparezca en las mejillas, los brazos, las rodillas u otras zonas donde suele brotar el eczema.
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    Observa si hay signos de una infección micótica en las uñas de las manos y los pies. Una infección micótica en las uñas puede verse como manchas negras, blancas o amarillas que parecen costrosas y se sienten quebradizas. Si esta se debe a un exceso de levadura en el cuerpo, las uñas pueden empezar a desprenderse o descascararse hacia los extremos y los lados.[24]
    • Estos síntomas también pueden presentarse junto con el pie de atleta, que provoca enrojecimiento, ardor y picazón en la piel de los pies (sobre todo entre los dedos).
    • Los hongos de las uñas son muy comunes e inofensivos, pero no desaparecerán por sí solos, así que debes tratarlos.
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    Revisa la presencia de sapito en la lengua, las mejillas y las encías. El sapito tiene aspecto de manchas blancas con bultos en la lengua, la parte interna de las mejillas y las encías e incluso puede aparecer en las amígdalas o la garganta. Estas manchas blancas pueden sangrar si se raspan o se muerden por accidente.[25]
    • El sapito es más común en los bebés y las personas mayores con sistemas inmunitarios sensibles.
    • Si utilizas dentadura postiza o tienes una mala higiene bucal, también podrías tener una mayor probabilidad de contraer el sapito.
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    Presta atención a las infecciones de los senos nasales crónicas a largo plazo. Aunque es bastante raro, la levadura puede provocar hinchazón de los conductos nasales, lo que permite que las bacterias se asienten en los senos nasales y produzcan una infección. Además, la sinusitis micótica no responde a los métodos tradicionales de tratamiento de la sinusitis y puede durar más tiempo u ocurrir con más frecuencia. Estos son los síntomas:[26]
    • fiebre, dolor de cabeza y tos
    • hinchazón, dolor o adormecimiento facial
    • secreción nasal
    • úlceras oscuras en los conductos nasales
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    Observa cualquier hinchazón en las articulaciones u otros síntomas de artritis. En casos raros, la cándida que vive en los intestinos puede ingresar al torrente sanguíneo y afectar el flujo sanguíneo a través del cuerpo. Algunas zonas pueden recibir más o menos flujo sanguíneo, lo que provoca hinchazón y rigidez de las articulaciones que suelen asociarse con la artritis.[27]
    • Si tienes artritis y un exceso de levadura en el cuerpo, los síntomas pueden agravarse.

Consejos

  • Si el médico lo aprueba, toma un suplemento probiótico diario que contenga de 100 millones a 35 mil millones de UFC (unidades formadoras de colonias) de lactobacilos acidófilos y otras cepas. Las bacterias saludables de los probióticos se comerán el exceso de levadura en el sistema digestivo.[28]

Advertencias

  • En caso de infecciones por levaduras crónicas (o más de 4 por año), acude al médico, ya que puede indicar la presencia de una enfermedad más grave como la diabetes.[29]
  • Aunque es poco común, los antimicóticos pueden provocar daño hepático. Deja de tomarlos y acude al médico de inmediato si presentas pérdida de apetito, vómitos, náuseas, ictericia, orina oscura o heces pálidas.[30]
  • Llama a una ambulancia en caso de experimentar hinchazón en el rostro, la lengua, los labios o la garganta después de tomar medicamentos antimicóticos, debido a que indican una reacción alérgica.[31]

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 1859 veces.