Al sartén, a la mantequilla, a la parrilla, asado u horneado; no hay nada mejor que un delicioso pescado tierno. Con una textura delicada, es fácil cocinarlo demasiado. Pero también es muy importante que quede bien cocido para evitar una posible intoxicación alimentaria. Afortunadamente, es muy fácil asegurarse de que el pescado esté cocinado y hay varias formas diferentes de hacerlo.

Método 1
Método 1 de 10:
Usa un termómetro de lectura instantánea para mayor precisión

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    Revisa que la temperatura sea de 63 °C (145 °F). Introduce suavemente un termómetro de lectura instantánea, también conocido como termómetro para carne, en la parte más gruesa del pescado. Si la temperatura interna es de 63 °C (145 °F), quiere decir que está listo.[1]
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Método 2
Método 2 de 10:
Corta el pescado con un cuchillo para ver si está opaco

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    Usa la punta de un cuchillo pequeño para echar un vistazo adentro. Al comenzar a cocinar el pescado, tendrá un color y apariencia brillantes y translúcidos. Al cocinarse, cambiará su textura y color. Se volverá más y más opaco, lo que significa que no será transparente. Mete la punta de un cuchillo afilado dentro de la parte más gruesa del pescado. Si toda la carne está opaca, entonces quiere decir que está cocinado y listo para comerse.[2]
    • Pescados como el bacalao y la caballa son todos de color blanco. Otros pescados que tienen un color más oscuro, como el atún o el salmón, son opacos y no lucen translúcidos al cocinarlos.

Método 3
Método 3 de 10:
Tuerce la carne con un tenedor para ver si se descascara

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    El pescado bien cocido se descascara fácilmente. Inserta los dientes de un tenedor limpio en la sección más gruesa del pescado a un ángulo de 45 grados. Gira suavemente el tenedor y revisa para ver si la carne se descascara y está opaca. Si es así, quiere decir que el pescado está listo.[3]
    • Trata de no triturar el filete. Una prueba sencilla para ver si descascara será suficiente.
    • Algunos pescados, como el salmón y el atún, podrían no descascararse fácilmente como el bacalao, que es un pescado blanco. Pero se pondrán opacos cuando estén listos.
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Método 4
Método 4 de 10:
Mete un probador para pasteles en la parte más gruesa del pescado

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    Usa este secreto de restaurante para evitar destruir un filete delicado. Un probador para pasteles es una herramienta de repostería especialmente diseñada para revisar si un pastel está listo. Desliza la delgada varilla metálica en la parte más gruesa del pescado y mantenla ahí durante 3 segundos. Después, retírala y toca la punta del probador para pasteles con el labio inferior. Si está tibio, quiere decir que el pescado ya está cocinado.[4]
    • Este es un excelente truco para pescados muy delicados, como la platija, que podría desbaratarse si usas un tenedor para revisarlo.

Método 5
Método 5 de 10:
Revisa la piel para ver si tiene una textura crujiente

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    Si está crujiente, quiere decir que está listo. El pescado con piel siempre debe cocinarse con el lado de la piel hacia abajo primero para que quede crujiente. Toma una espátula y levanta el pescado para revisar la piel. Si está firme y crujiente, ya está cocinado, especialmente si es un filete delgado.[5]
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Método 6
Método 6 de 10:
Presiona los filetes de salmón para ver si la carne se separa

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    Cocina perfectamente el salmón a término medio con esta simple prueba. El salmón está en su punto más jugoso cuando se cocina a término medio y no bien cocido, que puede resultar seco y arenoso. Toma un tenedor o usa el dedo para presionar suavemente la parte superior del filete. Si la carne se separa con facilidad a lo largo de las líneas blancas que lo atraviesan, entonces está listo para comerse.[6]

Método 7
Método 7 de 10:
Busca una sustancia blanca si cocinas salmón

Método 8
Método 8 de 10:
Cocina el pescado durante 10 minutos por 2,5 cm (1 pulgada)

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    Sigue esta regla simple de oro para evitar que el pescado quede poco cocido. Mide la parte más gruesa del pescado. Calcula 10 minutos de cocción por cada 2,5 cm (1 pulgada) de grosor. Cocina cada lado durante la mitad del tiempo total para que se cocine de manera uniforme. Por ejemplo, si tienes un filete de 2,5 cm (1 pulgada) de grosor, cocínalo durante 5 minutos de cada lado.[8]

Método 9
Método 9 de 10:
Cocina durante un minuto más el pescado que no esté bien cocido

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    El pescado es delicado y se puede fácilmente cocinar demasiado. Si lo revisas y no está listo aún, no lo cocines por mucho más tiempo antes de revisarlo de nuevo. Espera otro minuto más o menos y después vuelve a revisarlo.[9]
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Método 10
Método 10 de 10:
No cocines el pescado hasta que se vuelva duro

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    El pescado duro indica que lo cocinaste demasiado. Usa un mondadientes o una brocheta de metal e insértalo en el filete. Si no se desliza fácilmente a través del filete, entonces no se ha cocinado. Si está duro, podría estar demasiado cocido.[10]

Advertencias

  • El pescado poco cocinado puede contener bacterias dañinas. Nunca comas pescado a menos que estés seguro de que está bien cocido.[11]
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Categorías: Pescado y mariscos
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