¿Crees que podrías sufrir el trastorno alimenticio conocido como bulimia nerviosa? ¿Esos problemas alimenticios interfieren con tu vida? Aproximadamente un 4 % de las mujeres en los Estados Unidos sufrirán de bulimia durante su vida y solo un 6 % recibirá tratamiento.[1] Si crees que tienes bulimia o si buscas un tratamiento, existen algunas opciones que puedes explorar.

Parte 1
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Ayudarte a superar la bulimia

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    Descubre si padeces bulimia. No es aconsejable que te realices un autodiagnóstico para ver si sufres una enfermedad psiquiátrica.[2] Si sospechas que podrías necesitar ayuda, consulta con un profesional en medicina, sobre todo si encajas dentro de los siguientes criterios:[3]
    • Sufres atracones de comida o consumes de una sola vez cantidades de comida más grandes de lo normal.
    • Sientes una falta de control sobre estos atracones.
    • Te purgas y recurres a otros métodos para no subir de peso, tales como vomitar, utilizar laxantes o diuréticos para compensar la alimentación excesiva, ayunar o ejercitarte en exceso. Las personas bulímicas lo hacen por lo menos una vez a la semana durante tres meses.
    • Los problemas de imagen corporal, donde tu autoestima se define de manera desproporcionada por cómo te ves (peso, forma, etc.) en comparación con otros factores.
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    Identifica tus factores desencadenantes.[4] Si quieres aumentar la conciencia en torno a la condición, intenta descubrir tus desencadenantes emocionales. Estos desencadenantes son eventos y situaciones que afectan tu estado emocional y te causan deseos de comer en exceso y purgarte. Una vez que sepas cuáles son, podrás evitarlos en la medida de lo posible o por lo menos intentar abordarlos de manera diferente. Esto son algunos de los factores desencadenantes comunes:
    • Las percepciones negativas hacia tu cuerpo. ¿Te miras al espejo y experimentas pensamientos y emociones negativas acerca de tu aspecto?
    • Estrés interpersonal. ¿Las peleas con un padre, hermano, amigo o pareja te causan deseos de involucrarte en una actividad bulímica?
    • Los estados de ánimo negativos se desencadenan de manera más general. La ansiedad, la tristeza, la frustración y otros estados de ánimo pueden precipitar el deseo de atiborrarte de comida y purgarte.
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    Infórmate sobre la alimentación intuitiva.[5] Los programas de dieta tradicionales generalmente no son eficaces para tratar los trastornos alimenticios y en realidad pueden exacerbar los síntomas. Sin embargo, la alimentación intuitiva puede ayudarte a reconocer tu relación con la comida. Este es un método de aprendizaje que te permite escuchar y respetar tu cuerpo desarrollado por la dietista Evelyn Tribole y por la terapeuta en nutrición Elyse Resch.[6] Puede ayudar a:
    • Desarrollar una conciencia interoceptiva. La interocepción es tu capacidad para percibir lo que ocurre en el interior de tu cuerpo además de una necesidad de crear un conocimiento más saludable de lo que tu cuerpo quiere y necesita. Se ha demostrado que las deficiencias en la interocepción están correlacionadas con los trastornos alimenticios.[7]
    • Lograr un mayor autocontrol. La alimentación intuitiva está relacionada con una disminución en la desinhibición, una pérdida de control y los atracones de comida.
    • Sentirte mejor en general. La alimentación intuitiva también está relacionada con las mejoras generales en el bienestar (p.ej. una menor preocupación por los problemas físicos, una mayor autoestima, etc.).
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    Escribe un diario. Escribir un diario relacionado con la bulimia te ayudará a mantenerte en la cima de lo que comes y cuándo lo haces, de lo que desencadena tus síntomas del trastorno alimenticio y también sirve como una forma de expresar tus sentimientos.[8]
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    Compra solo la comida suficiente.[9] No te atiborres de comestibles para que no tengas muchas oportunidades de comer en exceso. Planifica con anticipación y porta la menor cantidad de dinero posible. Si alguien más se encarga de realizar tus compras, como por ejemplo tu padre, pídele que tome en cuenta tus necesidades dietéticas.
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    Planifica tus comidas.[10] Opta por consumir tres o cuatro comidas y dos refrigerios programados en horas determinadas del día, de modo que sepas cuándo comerás y puedas limitarte a esos horarios predeterminados. Desarróllalo como una rutina para mantenerte un paso delante del comportamiento impulsivo.
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Parte 2
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Solicitar ayuda de profesionales y colegas

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    Busca terapia. Se ha demostrado que las intervenciones terapéuticas tales como la terapia cognitivo-conductual y la terapia interpersonal ayudan en la recuperación y poseen efectos duraderos.[11] Si vives en los Estados Unidos, puedes visitar la página psychologytoday.com para encontrar un terapeuta cerca de tu localidad que se especialice en estos modelos.[12] También puedes buscar a uno que se especialice en trastornos alimenticios.
    • La terapia cognitivo-conductual tiene como objetivo tratar de reestructurar tus pensamientos y comportamientos de modo que se sustituyan las tendencias autodestructivas originadas en estos aspectos por modos más saludables de pensar y comportarse. Si tienes atracones de comida y te purgas debido a las creencias profundamente arraigadas sobre ti mismo, como sucede en el caso de muchas personas, la terapia cognitivo-conductual puede ayudar a revisar la base de dichos pensamientos y expectativas.[13]
    • La terapia interpersonal se enfoca en las relaciones y la estructura de personalidad en lugar de en los patrones de pensamiento y comportamientos definidos con mayor claridad[14] , así que quizás sea más eficaz si quieres instrucciones conductuales o una reestructuración cognitiva menos directas y buscas enfocarte más en tus relaciones con tus familiares, amigos e incluso contigo mismo.
    • La alianza terapéutica es uno de los factores más importantes en la eficacia de la terapia[15] , así que asegúrate de encontrar a un terapeuta con el que puedas trabajar. Podría tomarte un tiempo encontrar a alguien con el que te sientas a gusto, pero puede significar la diferencia entre la recuperación o la recaída, ¡así que no te conformes!
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    Explora las alternativas concernientes a los medicamentos. Además de la terapia, algunos medicamentos psiquiátricos pueden ayudar con el tratamiento de la bulimia. Los principales medicamentos recomendados para los trastornos alimenticios son los antidepresivos, sobre todo los ISRS tales como la fluxoetina (Prozac).[16]
    • Consulta con tu médico o psiquiatra acerca de los antidepresivos para la bulimia.
    • Los medicamentos son más eficaces para el tratamiento de algunas condiciones mentales si se los consume en conjunto con la terapia en lugar de por sí solos.[17]
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    Únete a un grupo de apoyo. Si bien no existen muchas investigaciones que sustenten la eficacia de unirse a un grupo de apoyo para gente con trastornos alimenticios, algunas personas afirman que los grupos tales como los Comedores Compulsivos Anónimos son útiles a modo de tratamiento secundario.[18] .
    • Si vives en los Estados Unidos, haz clic aquí para ingresar a un sitio web que te ayude a encontrar a un grupo de apoyo cerca de donde vives.
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    Considera la posibilidad de someterte a un tratamiento hospitalario. Si tienes un caso grave de bulimia, considera la posibilidad de someterte a un tratamiento hospitalario en un centro de salud mental. Esto te dará acceso a mayores niveles de cuidado médico y psiquiátrico en comparación con los métodos autoguiados, la terapia ambulatoria y los grupos de apoyo.[19] Podrías necesitar un tratamiento hospitalario si presentas alguna de las siguientes condiciones:[20]
    • Tu salud se está deteriorando o tu vida se ve amenazada como resultado de la bulimia.
    • Has probado otros métodos de tratamiento en el pasado y has recaído.
    • Tienes complicaciones adicionales en la salud, tales como diabetes.
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    Busca sitios web de recuperación. Muchas personas utilizan foros en línea para buscar ayuda durante el proceso de recuperación de un trastorno alimenticio.[21] Estos sitios web pueden ser una fuente importante de apoyo interpersonal, lo que les permite a aquellos que sufren estas condiciones discutir las dificultades específicas de vivir con trastornos alimenticios con personas que experimentan problemas similares.[22] Estos son algunos sitios web que tal vez quieras visitar:
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Parte 3
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Solicitar la ayuda de familiares y amigos

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    Infórmate sobre tu sistema de apoyo. Las investigaciones sugieren que el apoyo familiar puede desempeñar un papel importante en el proceso de recuperación.[23] Para darte la mejor oportunidad posible de recuperarte, educa a tu familia y amigos cercanos acerca de la condición. Esto cultivará un ambiente social donde la recuperación pueda empezar a realizarse. Utiliza sitios web como el centro de educación para la salud de la Universidad de Brown[24] y la guía del Instituto Tecnológico de California (Caltech) para ayudar a un amigo que padece un trastorno alimenticio.[25]
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    Invita a amigos y familiares a que asistan a eventos educativos. Consulta en la universidad hospital o clínica de salud mental de tu localidad para obtener información concerniente a eventos educativos orientados hacia la bulimia. Estos eventos ayudarán a aquellos que son cercanos a ti a descubrir cómo pueden ayudarte durante tu proceso de recuperación. Aprenderán técnicas de comunicación saludables así como la información general sobre la bulimia nerviosa.[26]
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    Ten en claro tus necesidades. Tal vez tus familiares y amigos quieran apoyarte, pero probablemente no tengan una idea clara de cómo hacerlo. Permíteles ayudarte al dejar en claro lo que necesitas de ellos. Si tienes preocupaciones particulares con respecto a tu dieta o si solo sientes que te juzgan por tus actividades alimenticias, ¡expresa estos problemas!
    • Algunas investigaciones vinculan a la bulimia con estilos de crianza donde se expresa el rechazo, la ambivalencia o el involucramiento excesivo.[27] Si tus padres exhiben estos tipos de crianza, habla con ellos acerca de lo que te hace falta o de lo que recibes en exceso en términos de atención. Si tu papá te controla todo el tiempo cuando comes, dile que aprecias su preocupación, pero que el involucramiento excesivo en realidad te provoca más sentimientos negativos sobre ti y tus comportamientos.
    • Las investigaciones también sugieren que en muchas familias donde surgen trastornos alimenticios, se puede subestimar o ignorar la comunicación.[28] Si sientes que no te escuchan, déjalo en claro de una manera asertiva pero sin prejuicios. Dile a tu mamá o tu papá que necesitas decirles algo importante y que te preocupa que no te escuchen. Esto dirigirá su atención hacia tus preocupaciones y les ayudará a entender el lugar de donde provienen.
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    Planifica comidas familiares. Las investigaciones demuestran que las personas que comen por lo menos tres comidas a la semana con su familia son significativamente menos propensas a tener un trastorno alimenticio.[29]
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    Discute la posibilidad de someterte a un tratamiento que requiera la participación de la familia. El tratamiento que requiera la intervención de la familia es un modelo basado en la evidencia que involucra a los familiares en el proceso terapéutico.[30] Las investigaciones demuestran que es eficaz en adolescentes[31] , quizás aún más que la terapia individualizada.[32]
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Consejos

  • La bulimia tiene un índice alto de recaídas[33] , así que no te sientas culpable ni te rindas si no logras recuperarte de inmediato.
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Advertencias

  • La bulimia puede provocar muchos problemas de salud peligrosos, tales como desnutrición, pérdida de cabello, erosión de los dientes, ruptura esofágica e incluso la muerte.[34] Si tienes un caso grave de bulimia, ponte en contacto con tu médico inmediatamente.
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  1. http://www.moodcafe.co.uk/media/11461/Self-HelpManualforBulimiaNervosa_1.pdf
  2. https://archpsyc.jamanetwork.com/article.aspx?articleid=496200
  3. https://therapists.psychologytoday.com/rms/
  4. http://www2.nami.org/Content/NavigationMenu/Inform_Yourself/About_Mental_Illness/About_Treatments_and_Supports/Cognitive_Behavioral_Therapy1.htm
  5. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10445862
  6. http://data.psych.udel.edu/abelcher/Shared%20Documents/5%20Psychotherapy%20and%20Preventive%20Intervention%20(42)/Horvath.pdf
  7. http://www.nhs.uk/Conditions/Bulimia/Pages/Treatment.aspx
  8. http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0165032700002597
  9. http://scholar.lib.vt.edu/theses/available/etd-05092002-143548/unrestricted/Dissertation.pdf
  10. http://www.bulimiaguide.org/summary/detail.aspx?doc_id=9465
  11. http://www.futuresofpalmbeach.com/bulimia-treatment/do-you-need-inpatient-or-outpatient/
  12. http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/eat.20542/abstract
  13. http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/eat.20629/abstract
  14. http://www.uchospitals.edu/news/2007/20070903-bulimia.html
  15. https://brown.edu/Student_Services/Health_Services/Health_Education/nutrition_&_eating_concerns/eating_concerns/bulimia.php
  16. https://counseling.caltech.edu/general/InfoandResources/Eating_Disorder
  17. http://www.eatingrecoverycenter.com/eating-disorder-treatment-professionals/rocky-mountain-eating-disorder-conference/
  18. http://www.vanderbilt.edu/AnS/psychology/health_psychology/famstruc.htm
  19. http://www.vanderbilt.edu/AnS/psychology/health_psychology/famstruc.htm
  20. http://www.anad.org/news/teens-who-regularly-attend-family-meals-lower-risk-of-eating-disorders/
  21. http://www.maudsleyparents.org/bulimianervosa.html
  22. http://europepmc.org/abstract/med/12817553
  23. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2927890/
  24. http://www.clevelandclinicmeded.com/medicalpubs/diseasemanagement/psychiatry-psychology/eating-disorders/Default.htm
  25. http://www.webmd.com/mental-health/eating-disorders/bulimia-nervosa/bulimia-nervosa-what-happens

Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 79 678 veces.
Categorías: Dieta y estilo de vida
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