Este artículo fue coescrito por Klare Heston, LCSW. Klare Heston es una trabajadora social clínica independiente licenciada que reside en Cleveland, Ohio. Con experiencia en asesoría académica y supervisión clínica, Klare obtuvo su maestría en trabajo social en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia en 1983. También tiene un certificado de posgrado de 2 años del Instituto Gestalt de Cleveland, además de una certificación en terapia familiar, mediación, y recuperación y tratamiento de traumas (EMDR).
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La lluvia de ideas es el proceso de crear y sacar ideas para que puedas crear nuevos conceptos, resolver problemas y aumentar la productividad. Aunque puedes hacer lluvia de ideas en grupo, a veces tendrás que pensar en ideas por tu propia cuenta. Puedes generar ideas por medio de actividades creativas para activarte la mente. Si ya tienes algunas ideas, puedes ordenarlas para que estén más detalladas y cohesivas. Mientras hagas una lluvia de ideas, podrías presentar algunos bloqueos mentales, pero puedes superarlos con facilidad.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Generar ideas
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1Anota tus objetivos y problemas. En la parte superior de una hoja de papel o documento de Microsoft Word, anota lo que quieres conseguir durante la sesión de lluvia de ideas. Esto te ayudará a concentrar tus ideas. Es posible que incluso quieras escribir algunos objetivos diferentes en una lista.[1]
- Tus objetivos podrían ser muy imprecisos, como “encontrar una nueva carrera” o “escribir un cuento”. También podrían ser muy específicos, como “aumentar las ganancias en 10 %” o “empezar un jardín de flores en el patio de atrás”.
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2Asocia las palabras. Piensa en la idea o problema central. Anota algunas palabras que asocies inmediatamente con esas ideas. Revisa estas nuevas palabras y anota cualquier palabra que creas que guarde relación. A medida que las palabras aparezcan en tu cabeza, anótalas, por más tontas o extrañas que parezcan.
- Por ejemplo, si vas a escribir un artículo para una clase de inglés, puedes anotar los nombres de las novelas que leas en la clase. Cuando pienses en Jane Eyre, podrías anotar “misterio”, “romance”, “desquiciada” o “institutriz”. Sigue escribiendo palabras relacionadas hasta que tengas un concepto sólido en mente.
- Si todavía no tienes una idea central, solo puedes anotar una palabra al azar. Escribe cualquier cosa que se te venga a la mente primero. Esto es eficaz para las actividades creativas.
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3Escribe libremente. Siéntate por 15 minutos y escribe todo lo que se te venga a la mente. No permitas que el bolígrafo deje la página hasta que pasen los 15 minutos. Esto te ayudará a empezar a procesar ideas. Aunque podrías comenzar con ninguna buena idea, podrías darte cuenta de que surgen algunas nuevas ideas a medida que pasan los 15 minutos.[2]
- Una buena forma de empezar es mencionar tu objetivo y escribir oraciones con “Quiero…” después de eso. Por ejemplo “Quiero dar una charla sobre la lluvia de ideas eficaz. Quiero que esta charla dure 20 minutos. Quiero hablar en esta charla sobre cómo escribir libremente”. A medida que las ideas aparezcan, podrías comenzar a escribir naturalmente.
- Aunque pienses “No tengo nada de qué escribir”, anótalo. El objetivo es empezar a escribir. Mediante el proceso de la redacción, pensarás en nuevas ideas.
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4Haz un borrador de una lista. Crea una lista con cada idea que pase por tu cabeza. Puedes anotarla en una hoja de papel o en una lista en viñetas en un documento de Word. Incluye las ideas que te parezcan tontas o estúpidas. Sigue hasta que tengas al menos 15 o 20 ideas. Una vez que termines, puedes regresar a la lista y tachar las ideas que no te gustan.[3]
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5Garabatea imágenes. Si te gusta dibujar, los garabatos podrían ayudarte a pensar en algunas ideas. Empieza a dibujar una idea imprecisa de tu propósito u objetivo principal. Perfecciónala despacio con tu bolígrafo. Si piensas en una idea diferente, bosquéjala también. Dibuja imágenes a medida que las ideas pasen por tu mente. No serán perfectas, pero te ayudarán a visualizar a dónde quieres llegar.
- Puedes empezar dibujando una representación de cómo te sientes. ¿Cómo luce tu estado mental actual?[4]
- También puedes dibujar las formas que asocias con las ideas que tienes.
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Método 2
Método 2 de 3:Organizar tus ideas
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1Anota las ideas en fichas. Toma todas tus ideas y anota cada una en una ficha. En una mesa limpia, coloca cada ficha boca arriba para que puedas ver todas tus ideas extendidas. Mueve las ideas en un orden lógico. Saca las fichas que ya no sean productivas y agrega nuevas fichas para llenar los vacíos. Esto te ayudará a ordenar visualmente las ideas. Cuando termines, arréglalas en el orden adecuado y mantenlas seguras hasta que estés listo para convertir tus ideas en realidad.
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2Haz un mapa mental. Anota tu idea principal en el medio de una hoja de papel. Traza un círculo alrededor de ella. Dibuja temas, ideas o soluciones relacionadas alrededor de la idea central. Al costado de esas ideas más pequeñas, escribe otros conceptos, ideas o asociaciones de palabras. A medida que te aparezcan más ideas, conéctalas con líneas. Las líneas pueden interconectar, estar en zigzag o incluso bifurcarse en otros círculos.[5]
- Permite que tu mapa mental se desarrolle naturalmente de cualquier forma que surja.
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3Divide el problema en pasos individuales. Tal vez sepas dónde quieres terminar, pero quizás no sepas cómo llegar ahí. Si te cuesta llenar los espacios vacíos, piensa en los pasos principales que te ayudarán a llegar a tu objetivo. Luego, divide esas ideas principales en tareas más manejables. Sigue siendo cada vez más específico en tus pasos hasta que tengas un plan de acción.[6]
- Por ejemplo, si haces una lluvia de ideas sobre cómo puedes hacer que tu oficina sea más ecológica, tus primeros pasos podrían ser identificar los residuos de la oficina, educar a los empleados e invertir en productos energéticos de limpieza. Querrás pensar en 4 o 5 pasos para cada categoría. Para invertir en productos de limpieza, tal vez decidas comprar focos LED, instalar paneles solares, poner inodoros de bajo consumo y reciclar el papel.
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4Cubica el problema. Este es un proceso donde te sientas con una idea general o problema y lo escribes desde 6 ángulos distintos. Este proceso puede ayudarte a darle cuerpo a ideas débiles y desarrollar evidencias de sólido apoyo. Anota los siguientes 6 encabezados y escribe en cada uno de ellos al menos 1 párrafo.[7]
- Describe el problema.
- Compáralo con otras situaciones.
- Asocia el problema con temas similares.
- Analiza el problema y sus soluciones.
- Aplícalo en situaciones del mundo real.
- Argumenta y contraargumenta.
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Método 3
Método 3 de 3:Superar el bloqueo mental
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1Sal a caminar. Las caminatas pueden aumentar tu creatividad y ayudarte a solucionar los problemas. Sal a pasear un rato afuera para analizar tus ideas. Podrías decidir o no pensar en el problema. Si ves que las ideas empiezan a aparecer, trabájalas a medida que camines. Si todavía te tropiezas, aclara la mente y no pienses en nada hasta que regreses.[8]
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2Descansa. Después de unos 20 o 30 minutos, debes dejar de hacer una lluvia de ideas y realizar otra actividad por 5 a 10 minutos. Puedes comer un bocadillo, leer algunos artículos de noticias o realizar una llamada telefónica. Haz algo que saque tu mente de la sesión de lluvia de ideas. Esto te ayudará a refrescarte la mente y te dará algunas nuevas ideas cuando regreses a la actividad de lluvia de ideas.[9]
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3Háblate. Hablar puede ayudarte a procesar las ideas y generar otras nuevas. Aunque estés solo, aun así puedes hablar de tus problemas. Finge que conversas con alguien sobre tus ideas. Explícate lo que debes terminar y los obstáculos a los que te enfrentas. Podrías darte cuenta de que llegas a la solución a medida que describes el problema.
- Si te sirve de ayuda, puedes grabarte hablando para guardar cualquier idea que se te pueda ocurrir. También puedes escucharte para reflexionar acerca de lo que dijiste.[10]
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4Escucha música. Antes de empezar a hacer una lluvia de ideas o durante los descansos, puedes escuchar música para activar el proceso de creatividad. Escucha música alegre que te guste. Cuando estés listo para empezar a hacer una lluvia de ideas, apaga la música. Si bien escuchar música antes de una tarea puede fomentar la creatividad, hacerlo mientras haces una lluvia de ideas puede distraerte .[11]Anuncio
Consejos
- El uso de imágenes es otra manera de hacer una lluvia de ideas.
- Cuando tengas dudas, busca las cosas. Puedes usar libros de referencia, el Internet, etc.
Advertencias
- Esto podría ser difícil si no te enfocas o concentras.
- Si te distraes, detente por algunas horas. Realiza otra actividad antes de regresar al problema.
Cosas que necesitarás
- papel
- bolígrafo o lápiz, o marcadores de colores
- computadora (opcional, y si tienes esto, deja el resto de esta lista)
Referencias
- ↑ http://www.forbes.com/sites/susanadams/2013/03/05/4-steps-to-successful-brainstorming/#1d6eea3b388f
- ↑ http://writingcenter.unc.edu/handouts/brainstorming/
- ↑ https://owl.english.purdue.edu/engagement/2/2/53/
- ↑ http://www.inc.com/anna-hensel/imagethink-founders-how-to-draw-out-big-ideas.html
- ↑ https://owl.english.purdue.edu/engagement/2/2/53/
- ↑ http://www.inc.com/john-boitnott/10-longtime-brainstorming-techniques-that-still-work.html
- ↑ http://writingcenter.unc.edu/handouts/brainstorming/
- ↑ https://www.apa.org/pubs/journals/releases/xlm-a0036577.pdf
- ↑ http://ac.els-cdn.com/B9780124071575000014/3-s2.0-B9780124071575000014-main.pdf?_tid=92b013ca-640b-11e6-980b-00000aacb35e&acdnat=1471391335_81e1ae4f5ef59f92b14a6dcb84231716