Si bebes una botella de vino tinto tánico que tiene menos de ocho años de antigüedad, es muy probable que dejarla respirar o airearse mejore su sabor. Los taninos son sustancias químicas que hacen el vino astringente, es decir, son los que hacen que te hacen fruncir los labios y sentir la boca seca después de tomar un sorbo. En cosechas más añejas, los taninos se descomponen en la botella a medida que el buqué del vino evoluciona. Sin embargo, en los tintos menos añejos y con mucho cuerpo, los taninos pueden ahogar los sabores más delicados de un vino. Airear el vino disminuye su astringencia, rompiendo los taninos y abriendo el buqué.

Método 1
Método 1 de 3:
Usar una licuadora

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    Abre una botella de vino tinto. Si tiene menos de ocho años de antigüedad, es muy probable que sea un poco tánico. Si es más añejo, no necesita ningún tipo de aireación.
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    Vierte el vino en una licuadora. Si no tienes una, puedes utilizar un procesador de alimentos con un accesorio de cuchilla.
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    Cierra la licuadora y ponla en una velocidad alta por 15 a 30 segundos.[1] Esto ayudará a que el aire se mezcle con el vino y suavice los taninos. No te preocupes si se forman burbujas. Solo son burbujas de aire, que ayudarán a airear el vino.
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    Vierte el vino en copas de vino y sírvelo. Para una mejor presentación, también puedes utilizar un embudo para verter el vino nuevamente en su botella original.

Método 2
Método 2 de 3:
Usar dos jarras

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    Consigue dos jarras. Vas a tener que verter el vino de una jarra a la otra varias veces, por lo que sería mejor utilizar jarras livianas y fáciles de manejar.
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    Vierte una botella de vino tinto tánico en la primera jarra. Si el vino tiene menos de ocho años de antigüedad, es probable que sea un poco tánico y necesite airearse. Si el vino es más añejo, no será necesario airearlo.
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    Vierte el vino en la segunda jarra. No te preocupes por la velocidad con la que lo viertes. Tendrás que hacerlo varias veces, lo cual te ayudará a airear el vino.
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    Continúa vertiendo el vino de una jarra a la otra. Hazlo 15 veces en total.[2]
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    Sirve el vino. En este punto, puedes verter el vino en copas o puedes verterlo nuevamente en su botella original. No olvides colocar un embudo primero en el cuello de la botella, de manera que no derrames el vino.

Método 3
Método 3 de 3:
Usar una copa de vino

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    Elige una copa para vino tinto con un cáliz grande. La diferencia entre las copas de vino tinto y las copas de vino blanco es que las primeras ayudan a airear el vino.
    • Si vas a servir vino para una gran cantidad de personas, puedes utilizar un decantador de vino rojo; elige uno con un cáliz más grande.
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    Vierte un poco de vino tinto tánico en la copa. Deja de verter cuando alcances la parte más ancha de la copa. Esto dejará que más cantidad de vino entre en contacto con el aire. También evitará cualquier derrame cuando muevas el vino.[3]
    • A medida que viertes, trata de mantener el frasco a 25,4 centímetros (10 pulgadas) por encima de la copa. De esta manera, el vino quedará expuesto a más aire mientras llega a la copa.
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    Pon el vino a un lado y deja que respire durante al menos 45 minutos.[4] Cuanto más joven es el vino, más tiempo tendrá que reposar. Por ejemplo, un vino joven podría tener que reposar hasta por seis horas, mientras que un vino más añejo podría convertirse en vinagre después de una sola hora.[5]
    • Si viertes un vino añejo, frágil y maduro, bébelo dentro de los siguientes 30 minutos. No dejes que repose más tiempo.
    • Los vinos tintos de cuerpo ligero, como el pinot noir, por lo general solo necesitan unos 15 a 20 minutos para respirar (si es que los necesitan).
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    Mueve el vino en la copa y toma un sorbo para probar el sabor. Mover el vino en la copa ayuda a airearlo aún más.

Consejos

  • Los vinos tintos necesitan airearse más que los vinos blancos. Los vinos blancos por lo general no necesitan airearse. Si un vino blanco tiene un sabor a "madera", entonces es posible que necesite airearse un poco.[6]
  • Si el vino tinto tiene menos de ocho años, sería bueno airearlo.[7]
  • Los aireadores de vino son aparatos que mezclan aire con vino mientras lo decantas.
  • Considera usar un embudo para airear vinos. No solo servirá para airear el vino, sino también para atrapar sedimentos.[8]
  • Puedes airear el vino sumergiendo una batidora en una copa de vino y moviéndola rápidamente. También puedes comprar una batidora especial para vinos.[9]

Advertencias

  • Los vinos rojos o blancos con cuerpo ligero pueden tener un sabor un poco fuerte, una condición conocida como "hedor de la botella", pero esto mejora después de unos 15 minutos de aireación.
  • No descorches la botella para dejarla reposando durante una hora. Esto no es muy eficaz, ya que el cuello de la botella es estrecho y no dejará que entre suficiente aire en el vino.[10]
  • No trates de airear vinos añejos, frágiles y maduros. Después de haber abierto la botella, debes beber el vino dentro de los siguientes 30 minutos. Si lo dejas demasiado tiempo, su sabor se echará a perder.[11]

Cosas que necesitarás

Usar una licuadora

  • vino tinto tánico
  • sacacorchos
  • licuadora
  • embudo (opcional)

Usar dos jarras

  • vino tinto tánico
  • sacacorchos
  • dos jarras
  • embudo (opcional)

Usar una copa de vino

  • vino tinto tánico
  • sacacorchos
  • copa para vino tinto o decantador

Acerca de este wikiHow

Murphy Perng
Coescrito por:
Consultor de vinos certificado
Este artículo fue coescrito por Murphy Perng. Murphy Perng es consultora de vinos y fundadora y anfitriona de Matter of Wine, una empresa que produce eventos educativos sobre vinos, además de experiencias de creación de equipos y eventos de networking. Con sede en Los Ángeles, California, Murphy ha colaborado con marcas como Equinox, Buzzfeed, WeWork y Stage & Table, por nombrar algunas. Murphy tiene su Certificación Avanzada de Nivel 3 WSET (Wine & Spirit Education Trust). Este artículo ha sido visto 24 888 veces.
Categorías: Vino