¿Tu amigo o un ser querido está muy nervioso y quieres ayudarlo a calmarse, pero no sabes qué decir o hacer exactamente? No te preocupes. Este artículo te mostrará las mejores formas de apoyar a una persona que se siente nerviosa, además de darte consejos sobre cómo puedes ayudarla a prepararse si está nerviosa por un evento específico que se avecina.

Método 1
Método 1 de 2:
Ser comprensivo

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    Reconoce que los nervios pueden lucir distinto según cada persona. Para apoyar a alguien que está nervioso, primero tienes que ser capaz de reconocer que se siente así. Sin embargo, cada persona reacciona de forma diferente al estar ansiosa. Algunos pueden aislarse, dejar las cosas para más tarde o evitar lo que les pone nerviosos, mientras que otros pueden volverse irritables o quisquillosos.[1]
    • Si conoces bien a la persona, puede parecerte obvio cuando se siente nerviosa. Sin embargo, cuando acabas de conocer a alguien, puedes buscar señales como moverse, morderse las uñas o pasearse.
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    Trata a la persona con compasión. No la menosprecies ni la hagas sentir mal por el hecho de estar nerviosa, dado que eso solo la hará sentir peor. Ten en cuenta que la mayoría de las personas se sienten ansiosas en algún momento; procura tratarla con paciencia y comprensión.[2]
    • Por ejemplo, no digas "¡Cálmate, estás haciendo el ridículo!". En cambio, puedes decir algo así como "El primer día en una nueva escuela puede dar miedo, pero sé que lo vas a hacer genial".
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    No desestimes lo que le genera ansiedad. Restar importancia a lo que la persona está afrontando puede hacer que se sienta aislada e incluso puede ponerla nerviosa. Haz un esfuerzo por reconocer que sus emociones son válidas, incluso si tú no te sentirías nervioso en la misma situación.[3]
    • Por ejemplo, podrías parecer poco comprensivo si dijeras algo como "Dar un discurso no es gran cosa, lo hago todo el tiempo". En cambio, podrías decir "Preparar tu primer discurso puede ser realmente difícil. Estaré encantado de ayudarte a ensayar si quieres".

    Prueba esta técnica de terapia cognitiva: Intenta hacerle a la persona tres preguntas: "¿Qué es lo peor que puede pasar?", "¿Cuál es el mejor resultado posible?" y "¿Qué es lo más probable que ocurra?". Eso le permitirá explorar los posibles resultados sin negar su ansiedad.

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    Recuerda a la persona que los nervios no siempre son malos. Ayúdala a recordar que estar nervioso es una señal de que está haciendo algo que le importa. Es una indicación de que está en un camino que puede ayudarla a alcanzar sus objetivos, así que, en ese sentido, ¡estar nervioso es realmente algo bueno![4]
    • Por ejemplo, puedes decir "¡Estar nervioso no significa que no puedas hacerlo! Incluso los atletas de talla mundial se ponen nerviosos antes de un gran partido".
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    Distrae a la persona al hacer algo agradable. A veces, la mejor manera de superar los nervios es simplemente apartar la mente de eso. Para ayudar a otra persona a dejar de estar nerviosa, anímala a que te acompañe a hacer algo que ocupe su cuerpo y mente, como ir a dar un paseo, cocinar una comida juntos o ver una película.[5]
    • A veces, el simple hecho de contarle una historia sobre tu día será suficiente para alejar su mente de los nervios, al menos durante un rato.
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    Asegúrale a la persona de que estás ahí para ella. Cuando hables con la persona que está nerviosa, utiliza frases del tipo "nosotros" y hazle saber que estarás ahí para ayudarla en lo que puedas. Cuando le garantices que forma parte de un equipo, es posible que empiece a sentir que sus problemas son más manejables, lo que puede ayudarla a estar más tranquila en general.[6]
    • Por ejemplo, si estás hablando con alguien que está nervioso por subirse a un avión por primera vez, podrías decir cosas como "¡Oye, podemos manejar esto! ¿Quieres que te lleve al aeropuerto?" y "Puedes usar el wifi del avión para enviarme mensajes durante todo el vuelo, si quieres".
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    Practica ejercicios de consciencia plena con la persona si se siente en pánico. A veces, estar nervioso puede convertirse en una ansiedad total. Si eso ocurre, intenta ayudarla a volver al presente al hacer ejercicios de respiración profunda. Por ejemplo, pídele que inhale profundo a la cuenta de cuatro, que contenga la respiración a la cuenta de cuatro y que exhale a la cuenta de cuatro.[7]
    • También puedes ayudar a la persona a notar el mundo físico que la rodea. Por ejemplo, puedes ayudarla a sentirse en tierra si colocas ligeramente tu mano en su brazo, hombro o espalda. Si son cercanos, también puedes ofrecerle un abrazo.
    • Si no conoces bien a la persona o no se siente cómoda al ser tocada, puedes pedirle que nombre cinco cosas que pueda ver, cuatro cosas que pueda tocar, tres cosas que pueda oír, dos cosas que pueda oler y una cosa que pueda saborear. Centrarse en sus sentidos puede ayudar a disminuir su abrumadora sensación de pánico.[8]
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Método 2
Método 2 de 2:
Ayudar a la persona a prepararse

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    Pregunta a la persona si hay algo que puedas hacer para ayudarla a prepararse. A veces, una persona puede necesitar un poco de ayuda para empezar a vencer sus nervios. Pregúntale si hay algo que se le ocurra que pueda ser útil mientras se prepara para su gran evento. También puede ayudar si incluyes una sugerencia de una forma en la que podrías ayudar.[9]
    • Si la persona está nerviosa por un examen, por ejemplo, podrías decir algo como "¿Cómo puedo ayudarte a estudiar? ¿Ayudaría si hacemos tarjetas de memoria?".
    • Si está nerviosa por una presentación, ofrécete a escucharla ensayar. También puedes cronometrar su presentación, o incluso puedes grabarla en video para que pueda ver dónde tiene que hacer cambios.
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    Ayuda a la persona a ver la tarea que tiene delante como una serie de pasos. Si conoces a alguien que está nervioso por algo que se avecina, pregúntale qué tiene que hacer para estar preparado. A continuación, ayúdalo a hacer una lista de pequeñas tareas fácilmente manejables en las que pueda trabajar mientras se prepara. Esto puede ayudarlo a sentirse menos abrumado por lo que le espera.[10]
    • Por ejemplo, si alguien está nervioso por una entrevista de trabajo, sus pasos de preparación podrían ser practicar las respuestas a las preguntas de la entrevista en la semana anterior a la misma, disponer su ropa y dormir bien la noche anterior, y tomar un buen desayuno antes de la entrevista.
    • Si alguien tiene que hacer una presentación para el trabajo, sus pasos podrían ser reunir los datos que necesita, crear diapositivas o un esquema y ensayar la presentación en voz alta.
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    Deja que la persona haga el trabajo por sí misma. Puede ser tentador querer intervenir y salvar el día cuando otra persona está nerviosa, especialmente si se trata de un amigo cercano o un familiar. Sin embargo, eso podría ponerle más nervioso, ya que no se sentirá seguro de su capacidad para manejar el problema por sí mismo.[11]
    • Por ejemplo, si tienes un hijo que está nervioso por la solicitud de ingreso a la universidad, no sería útil llenar sus solicitudes universitarias o escribir un ensayo por él. Sin embargo, podrías ofrecerte a ayudarlo a reunir y organizar los documentos importantes, como las cartas de referencia o los documentos de vacunación.
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    Prepara una comida para la persona la noche antes del evento, si puedes. Cuando alguien está nervioso, a veces puede ser difícil acordarse de comer. Sin embargo, entrar en una situación de nerviosismo con el estómago vacío puede hacer que se sienta tembloroso y débil. Para evitarlo, ofrécete a preparar una comida para la persona la noche anterior a su gran evento.[12]
    • Si no quieres cocinar, pide comida en un restaurante que le guste.
    • Si su evento es más tarde en el día, podrías ofrecerte a hacerle el desayuno esa mañana.

    Consejo: también puede ser útil animar a la persona a que duerma toda la noche de antemano. Por ejemplo, aunque tu hijo se sienta nervioso, intenta seguir su rutina habitual a la hora de acostarse, como bajar las luces y apagar los dispositivos electrónicos una hora antes de acostarse, darle un baño caliente justo antes de acostarse y quedarte con él hasta que se duerma.

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    Anima a la persona a hacer una pose de poder justo antes del gran evento. Una pose de poder es una postura que puede engañar a tu cerebro para que se sienta más seguro. Haz que la persona se ponga frente a ti con los hombros hacia atrás, las manos en las caderas y los pies separados a la altura de los hombros. Luego, dile que intente esta postura de poder unos minutos antes de entrar en su presentación, prueba o entrevista.[13]
    • Puedes combinarlo con afirmaciones positivas como "¡Puedo hacerlo!" o "Soy fuerte, inteligente y seguro".
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    Cuídate. Para poder ayudar a otra persona a calmarse, tienes que estar relajado y cómodo. Si empiezas a sentirte abrumado o ansioso, excúsate un momento, sin llamar la atención sobre cómo te sientes. Luego, haz un ejercicio de respiración profunda o conéctate a la tierra al prestar atención a las sensaciones físicas que te rodean.[14]
    • Una vez que te sientas mejor, puedes volver a ayudar a la persona.
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Consejos

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Acerca de este wikiHow

Arda Ozdemir, MA
Coescrito por:
Coach de vida
Este artículo fue coescrito por Arda Ozdemir, MA. Arda Ozdemir es el coach ejecutivo y fundador de Rise 2 Realize, una organización sin fines de lucro en Palo Alto, California, que se dedica a proporcionar un mapa práctico hacia el máximo potencial de las personas en su vida y carrera. Arda es maestro de Reiki, practicante de la técnica de libertad emocional y, entrenador y mentor certificado de HeartMath. Este artículo ha sido visto 1007 veces.
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