Si conoces a alguien cercano a ti que sufre de depresión, puede ser difícil, confuso y triste, no solo para él o ella, sino para ti también. Quizá tengas la intención de ayudar a tu ser querido, pero también deberás asegurarte de decir y hacer lo correcto. Aunque te parezca que no te presta atención, lo está intentando. Si buscas algunos métodos para ayudar a alguien con depresión, te hemos preparado los consejos a continuación.

Nota: Si necesitas ayuda inmediata en tu país ve a la sección Recursos adicionales.

Parte 1
Parte 1 de 5:
Hablando con tu ser querido sobre la depresión

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    Busca ayuda de inmediato si tu amigo está contemplando la idea de suicidarse. Si la persona en cuestión está contemplando quitarse la vida, te rogamos buscar ayuda inmediata llamando a un número de emergencia o llevándolo a la sala de emergencias más cercana.
    • Si crees que tú o algún ser querido está en un estado depresivo es importante buscar ayuda. En la sección Recursos adicionales encontrarás información para contactarte con el organismo encargado de ayudarte en tu país.
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    Haz una lista de los síntomas. Si sospechas que uno de tus seres queridos tiene depresión, haz una lista de sus síntomas. Así te harás una mejor idea de su nivel de depresión. Haz una lista de los síntomas que puedas observar. Estos tienen que estar presentes casi todo el día, casi todos los días, como mínimo durante 2 semanas.[1]
    • Tristeza
    • Interés o placer perdidos en cosas que antes eran placenteras.
    • Pérdida de apetito o pérdida de peso significativas
    • Aumento de peso o comer en exceso
    • Sueño alterado (no puede dormir o duerme en exceso).
    • Fatiga o pérdida de energía
    • Mayor agitación o menor nivel de movimiento, perceptible ante los demás
    • Sentimiento de inutilidad o culpa excesiva
    • Dificultad para concentrarse o indecisión
    • Pensamientos de muerte o suicidio recurrentes, intento de suicidio o elaboración de un plan para quitarse la vida.
    • Estos síntomas podrían durar 2 semanas o más y podrían desaparecer y volver a aparecer. A esto se le llama “episodios recurrentes”. En este caso, los síntomas son más que un “mal día”, son un severo cambio de humor que afecta el desenvolvimiento de la persona a nivel social o laboral.
    • Si tu amigo ha sufrido la pérdida de algún pariente u otro evento traumático, podría mostrar síntomas de depresión y no ser clínicamente depresivo.
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    Conversa con tu ser querido sobre su depresión. Una vez que reconozcas que tu ser querido está sufriendo este mal, deberás ser honesto y conversar abiertamente con él o ella.[2]
    • Si no admite tener un grave problema en juego, entonces esa persona la pasará muy mal si quiere mejorar.
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    Explícale que la depresión es un trastorno clínico. La depresión es un trastorno médico que un médico puede diagnosticar y que también tiene tratamiento. Dale la tranquilidad de que la depresión que siente es real.[3]
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    Sé firme. Déjale en claro que te preocupas por él o ella. No permitas que le reste importancia a la situación diciendo que solo es un “mes difícil”. Si tu amigo trata de cambiar de tema, vuelve a mencionar el punto de su estado emocional.
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    No tengas una actitud de confrontación. Recuerda que tu ser querido está sufriendo un problema emocional y está en un estado muy vulnerable. Si bien es importante ser firme, no te impongas demasiado al principio.
    • No empieces diciéndole: “Tienes depresión. ¿Cómo vas a tratarte?”. Más bien, empieza así: “Me he percatado de que has estado bastante desanimado últimamente. ¿A qué crees que se deba?”.
    • Sé paciente. A veces lleva un tiempo que alguien pueda abrirse a otra, así que dale a tu amigo todo el tiempo que necesite. Solo trata de que no apague la conversación.
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    Recuerda que no puedes “curar” su depresión. Quizá quieras ayudar a tu amigo lo más que puedas, pero recuerda que no podrás “curarlo”. Puedes animarlo a buscar ayuda y apoyarlo, sin embargo, fundamentalmente será su decisión querer mejorarse.[4]
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    Habla sobre las medidas a tomar. Una vez que tu amigo reconozca que tiene depresión, podrás empezar a hablarle sobre las medidas que tomará al respecto. ¿Tu amigo quiere tratar un problema importante en su vida o solo quiere pasar más tiempo con sus seres queridos y volver a tener vida social?
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Parte 2
Parte 2 de 5:
Ayudando a tu ser querido a buscar ayuda

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    Debes reconocer cuándo tu amigo debe buscar ayuda profesional. Antes de que ambos traten de solucionar el problema por su cuenta, tienes que entender que una depresión sin tratar es muy grave. Puedes ayudar a tu amigo sin ningún problema, pero debe acudir a un profesional de la salud mental. Hay diferentes tipos de terapeutas, y cada uno ofrece habilidades o especialidad diferentes. Entre ellos, se encuentran los psicólogos de consejería, los psicólogos clínicos y los psiquiatras. Puedes acudir a uno o a una combinación de dos.
    • Psicólogos de consejería: la psicología de consejería es un campo de terapia que se enfoca en las habilidades de ayuda y en ayudar a quienes pasan tiempos difíciles en sus vidas. Este tipo de terapia puede ser a corto plazo o a largo plazo, y suele centrarse en el problema y apuntar a objetivos fijados.
    • Psicólogos clínicos: están capacitados para realizar exámenes para confirmar un diagnóstico y por lo tanto, tienden a enfocarse más en la psicopatología, o el estudio de los trastornos mentales o conductuales.
    • Psiquiatras: en su práctica pueden usar psicoterapia y escalas o exámenes, pero normalmente se recurre a ellos cuando el paciente quiere explorar la opción de los medicamentos. En la mayoría de los países, solo los psiquiatras pueden recetar medicamentos.
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    Dale a tu ser querido algunas referencias. Para ayudarlo a encontrar un consejero, considera la posibilidad de conseguirle recomendaciones de amigos, parientes, líderes de comunidades religiosas, del centro local de salud mental o de un médico.[5]
    • Otras asociaciones profesionales como el colegio de psicólogos de tu país puede contar con los medios de búsqueda para ubicar a sus miembros en tu ciudad.[6]
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    Ofrécete a programar una cita para tu ser querido. Si tu amigo no está muy convencido de acudir a un especialista, podrías considerar la idea de programarle una cita. En ocasiones, puede ser difícil para alguien tomar el primer paso, así que quizá necesite tu ayuda para hacerlo.[7]
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    Acompaña a tu ser querido a su primera cita. Puedes acompañarlo al consultorio del médico para que esté más cómodo.
    • Si conversas directamente con el profesional de la salud mental, podrías tener la posibilidad de informarle brevemente sobre los síntomas que observaste en tu amigo. Pero eso sí, recuerda que es muy probable que el terapeuta quiera conversar con el paciente a solas.
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    Anima a tu ser querido a buscar una buena sesión de consejería. Si la primera sesión no resulta bien para tu amigo, anímalo a buscar otro consejero. Una mala experiencia de consejería puede incitar a alguien a abandonarlo todo. Recuerda que no todos los profesionales de la salud mental son iguales. Si tu ser querido no se sintió a gusto con su consejero, ayúdalo a buscar otro.
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    Sugiérele tipos diferentes de terapia. Son tres las terapias principales que han demostrado más constantemente un beneficio para los pacientes , y son: la terapia cognitiva conductual, la terapia interpersonal y la terapia psicodinámica. Tu ser querido podría beneficiarse de diferentes tipos de terapia dependiendo de su situación.[8]
    • Terapia cognitiva conductual (TCC): el objetivo de la TCC es desafiar y cambiar las creencias, las actitudes y las preconcepciones que se creen que están detrás de los síntomas depresivos y efectúan un cambio en las conductas desadaptativas.
    • Terapia interpersonal (TIP): la TIP se centra en hacer frente a los cambios propios de la vida, en desarrollar habilidades sociales y en resolver otros problemas interpersonales que podrían contribuir a los síntomas depresivos. La TIP podría ser particularmente efectiva si un evento puntual (por ejemplo, el fallecimiento de alguien) es el causante de un episodio depresivo reciente.
    • Terapia psicodinámica (TSD): este tipo de terapia tiene por objetivo ayudar a una persona a comprender y a lidiar con los sentimientos producto de los conflictos inconclusos mediante la identificación de sentimientos inconscientes.[9]
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    Sugiérele la posibilidad de tomar medicamentos. Los antidepresivos pueden ayudar al paciente a sentirse mejor mientras se somete a consejería. Los antidepresivos afectan los neurotransmisores para tratar de contrarrestar los problemas en su creación y/o uso efectuados por el cerebro. Los antidepresivos están categorizados en base a los neurotransmisores que afectan.[10]
    • Los tipos más comunes son los ISRS, los IRSN, los IMAO y los tricíclicos. Los nombres de algunos de los antidepresivos más usados los encontrarás con una sencilla búsqueda en línea.[11]
    • Si los antidepresivos no dan resultados, el terapeuta podría recomendar un antipsicótico. Hay 3 antipsicóticos (aripiprazol, quetiapina, risperidona) y una terapia que combina antidepresivos y antipsicóticos (fluoxetina , olanzapina) aprobados para usarse junto con un antidepresivo estándar para tratar la depresión cuando el consumo de antidepresivos no es suficiente.[12]
    • El psiquiatra podría sugerir probar algunos otros medicamentos hasta que uno parezca funcionar. Algunos antidepresivos son contraproducentes en ciertas personas. Es importante que tú y tu ser querido controlen la manera en que le afectan los medicamentos. Pon especial atención a cualquier cambio negativo o molesto en su estado de humor inmediatamente. Por lo general, cambiarse a otro tipo de fármaco solucionará el problema.
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    Empareja la medicación con la psicoterapia. Para maximizar el efecto de los medicamentos, tu ser querido deberá seguir viendo a un profesional de la salud mental regularmente mientras los toma.[13]
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    Promueve la paciencia. Tanto tú como tu amigo deberán tener paciencia. Los efectos de la consejería y la medicación son graduales. Tu ser querido tendrá que asistir a sesiones regulares al menos unos cuantos meses antes de observar un efecto positivo. Ninguno deberá darse por vencido antes de que la consejería y la medicación tengan tiempo para funcionar.
    • En términos generales, tomará como mínimo 3 meses para observar algún efecto duradero proveniente de un antidepresivo.
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    Determina si debes solicitar una autorización para hablar sobre su tratamiento. Dependiendo de tu relación con esa persona, quizá tengas que evaluar si puedes solicitar una autorización para hablar sobre su tratamiento con su doctor. Normalmente, los registros y datos médicos son confidenciales, pero cuando es un asunto de salud mental, hay consideraciones especiales en cuanto a la privacidad de esos registros.[14]
    • Es muy probable que tu ser querido tenga que darte una autorización por escrito para que puedas hablar sobre su tratamiento.
    • Si tu amigo no hay llegado todavía a la mayoría de edad, sus padres o tutores tendrán la autorización de hablar sobre su tratamiento.
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    Haz una lista de medicamentos y tratamientos. Elabora una lista de los medicamentos que toma tu ser querido, incluidas las dosis. Enumera los tratamientos que recibe, también. Esto ayudará a asegurar que él o ella sigue sus tratamientos y cumple con tomar su medicación.
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    Comunícate con las demás personas de la red de apoyo de tu amigo. No deberás ser la única persona tratando de ayudar a tu ser querido. Ponte en contacto con parientes, amigos o consejeros religiosos de confianza. Si quien sufre de depresión es adulto, asegúrate de primero pedirle permiso para hablar con los demás y reunir apoyo. Al conversar con esas personas, conocerás más información y perspectivas de tu ser querido. Esto te ayudará a sentirte menos solo con la situación.
    • Ten cuidado a la hora de contarle a terceros sobre la depresión de tu amigo. La gente puede juzgar si no comprende el problema a cabalidad. Ten cuidado a quién se lo dices.
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Parte 3
Parte 3 de 5:
Comunicándote con tu ser querido

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    Sé un buen oyente. Lo mejor que podrás hacer es escuchar a tu ser querido hablar sobre su depresión. Prepárate para oír todo lo que tenga que contarte. Procura no mostrarte demasiado conmocionado aunque te diga algo realmente terrible, sino se cerrará contigo. Sé abierto y bondadoso. Escucha sin juzgar.[15]
    • Si tu ser querido no quiere hablar, prueba hacerle unas cuantas preguntas sutiles para que pueda abrirse contigo, por ejemplo, pregúntale cómo le fue en la semana.
    • Cuando tu ser querido te cuente algo triste, dale ánimos diciéndole: “De seguro te fue muy difícil contármelo” o “Gracias por tenerme confianza”.
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    Dale a tu amigo tu total atención. Guarda tu celular, míralo a los ojos y muéstrale tu 100% de esfuerzo por ser parte de la conversación.
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    Deberás saber qué decir. Lo que más necesita alguien con depresión es compasión y comprensión. No solo tienes que ser un buen oyente, sino que también tienes que ser sensible con tus palabras cuando hables sobre la depresión. A continuación te daremos unas cuantas frases útiles para cuando converses con tu ser querido:
    • No estás solo en esto. Estoy aquí para ayudarte.
    • Entiendo que lo tuyo es una enfermedad, que es la culpable de esos pensamientos y sentimientos.
    • Quizá no lo creas ahora, pero tu estado actual cambiará.
    • Quizá no entienda exactamente cómo te sientes, pero me importas y quiero ayudarte.
    • Tú eres importante para mí. Tu vida es importante para mí.
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    No le digas que se “espabile”. Decirle a alguien que se “espabile” o se “relaje” no suele ser muy útil. Sé sensible: imagina sentirte que el mundo está en tu contra y que todo se desmorona. ¿Qué te gustaría que te digan? Ten presente que la depresión es un estado doloroso muy real para quien la padece. No emplees frases como las siguientes:
    • Todo está en tu mente.
    • Todos pasamos por momentos difíciles como este.
    • No pasa nada. Deja de preocuparte.
    • Mira el lado bueno.
    • Tienes toda una vida por delante, ¿por qué quieres morirte?
    • Deja de hacerte el loco.
    • ¡¿Qué tienes?!
    • ¿No se supone que ya debías de haberte curado?
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    No discutas sobre la manera en que se siente tu ser querido. No trates de convencerlo de que sus sentimientos son equivocados. Los sentimientos de la persona con depresión bien podrían ser irracionales, pero decirle que está en un error o discutirle no es la solución. Más bien, prueba decirle: “¡Qué mal que te sientas así. ¿Hay algo que pueda hacer?”.
    • Cabe señalar que tu ser querido podría no ser honesto con lo mal que se siente. Muchas personas con depresión se avergüenzan de su estado y mienten sobre el mismo. Si le preguntas si está bien y te responde afirmativamente, considera la posibilidad de reformular la pregunta para averiguar cómo se siente realmente.
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    Ayuda a tu ser querido a ver el lado positivo de las cosas. Cuando converses con él o ella, procura ser lo más positivo posible. No seas animado a la fuerza, solo muéstrale un mejor ángulo de su vida y situación.
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Parte 4
Parte 4 de 5:
Apoyando a tu ser querido

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    Mantente en contacto. Llámalo por teléfono, escríbele una tarjeta o carta que lo anime o visítalo en su casa. Esto le mostrará que serás su apoyo pase lo que pase. Hay muchas maneras diferentes de mantener el contacto con él o ella.[16]
    • Ponte el objetivo de verlo lo más seguido que puedas sin abrumarlo.
    • Si trabajas, envíale un correo electrónico para saber cómo está.
    • Si no puedes llamarlo todos los días, comunícate vía mensaje de texto lo más seguido que puedas.
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    Lleva a tu ser querido a dar una caminata. Quizá se sienta mejor, aunque sea solo un poco, si pasa algún tiempo fuera de casa. Puede ser extremadamente difícil para alguien con depresión salir de casa. Ofrécete a hacer algo que le guste hacer al aire libre.
    • No tienen necesariamente que entrenar para una maratón. Solo tienen que caminar durante 20 minutos. Es probable que sienta un poco mejor después de realizar actividad física al aire libre.
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    Vayan a la naturaleza. Algunos estudios han demostrado que conectarse con la naturaleza puede reducir el estrés y mejorar el ánimo.[17] Según cierto estudio, caminar en áreas verdes puede ayudar a la mente a entrar a un estado meditativo, lo cual contribuye a relajarse más y a mejorar de ánimo.[18]
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    Disfruten el sol. Exponerse al sol elevará los niveles de vitamina D de la persona con depresión, lo cual contribuirá a mejorar su estado de ánimo.[19] Incluso sentarse en una banca recibiendo los rayos del sol unos cuantos minutos puede ayudar mucho.
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    Anima a tu amigo a ir tras nuevas aficiones. Tu amigo podría distraerse, aunque sea momentáneamente, de su depresión si tiene algo qué hacer que le haga ilusión. Si bien no deberás obligarlo a empezar a practicar paracaidismo deportivo o aprender japonés a fondo, animarlo a tener algunas aficiones puede ayudarlo a distraerse de su depresión.
    • Busca unos cuantos libros edificantes para que tu amigo lea. Pueden leer juntos en el parque o conversar sobre el título.
    • Llévale una película de tu director favorito. Tu amigo podría enamorarse de una nueva gama de películas, y le harás compañía mientras las miran.
    • Sugiérele que exprese su lado artístico. El dibujo, la pintura o la poesía pueden ayudarlo a expresarse. También es algo que pueden hacer juntos.
  6. 6
    Reconoce los logros de tu amigo. Cada vez que tu amigo logre una meta, reconócelo y felicítalo. Incluso las metas pequeñas, como tomar una ducha o ir al supermercado, pueden ser significativas para alguien depresivo. [20]
  7. 7
    Debes estar presente para mejorar la vida diaria de tu ser querido. Puedes animarlo a probar cosas nuevas y salir de casa, pero a veces lo mejor es estar presente para hacer las cosas del día a día. Esto puede ayudar a tu ser querido a sentirse menos solo.[21]
    • Estar presente para las actividades más simples, como hacer el almuerzo o mirar televisión, puede marcar una gran diferencia.
    • Puedes aligerar la carga de la persona con depresión ayudándole con tareas menores, por ejemplo, haciéndole recados, comprándole alimentos y artículos de primera necesidad, cocinándole, ayudándole a limpiar o a lavar su ropa.[22]
    • Dependiendo de la situación, brindarle contacto físico sano (por ejemplo, un abrazo) puede ayudarlo a sentirse mejor.
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Parte 5
Parte 5 de 5:
Evitando agotarte cuidándolo

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    Distánciate de vez en cuando. Quizá te frustre cada vez que tus consejos y consuelos bienintencionados sean recibidos con hosquedad y resistencia. Es importante que no tomes el pesimismo de tu ser querido personalmente. Es un síntoma de la enfermedad, no una reflexión tuya. Si sientes que su pesimismo consume demasiadas de tus energías, tómate una pausa y dedícate a hacer algo estimulante y agradable.
    • Esto será de especial importancia si vives con la persona enferma y te cuesta tomarte unas vacaciones.
    • Dirige tu frustración a la enfermedad, no a la persona.
    • Aunque no se reúnan, asegúrate de comunicarte al menos una vez al día para preguntarle cómo está.
  2. 2
    Cuídate bien. Es fácil quedar absorto en los problemas de otro y perder a uno mismo de vista. Estar con una persona con depresión puede desmoralizarte o resaltar tus propios problemas. Reconocer que tu frustración, impotencia e ira son perfectamente normales.
    • Si tienes demasiados problemas personales por resolver, es probable que no puedas ayudar a tu amigo completamente. No uses los problemas de tu amigo para evitar los tuyos.
    • Reconoce si tu esfuerzo para ayudarlo te impide disfrutar tu vida o encargarte de los asuntos más importantes para ti. Si tu amigo se ha vuelto demasiado dependiente de ti, no será saludable para nadie.
    • Si sientes que la depresión de tu amigo te afecta seriamente, busca ayuda. Te recomendamos buscar un consejero para ti.
  3. 3
    Date tiempo para vivir separado de tu ser querido. Si bien eres un amigo excepcional, porque le brindas apoyo emocional y físico, recuerda separar tiempo para ti para que puedas disfrutar una vida saludable y relajante.
    • Reúnete con muchos amigos y familiares sin depresión, y disfruta su compañía.
  4. 4
    Sé saludable. Sal al aire libre, entrénate para una 5K o ve al mercado de productores. Haz lo necesario para mantener tu fuerza interior.
  5. 5
    Date tiempo para reír. Si no puedes hacer reír a tu ser querido ni si quiera un poco, date el tiempo de reunirte con personas divertidas, de mirar una comedia o leer algo comiquísimo en Internet.
  6. 6
    No te sientas culpable de disfrutar tu vida. Tu amigo tiene depresión, no tú, y tienes permiso de disfrutar tu existencia. Recuérdate que si no estás en tu mejor estado de ánimo, no podrás ayudar a tu amigo.
  7. 7
    Infórmate sobre la depresión. Una de las medidas más útiles que puedes tomar es informarte sobre esta enfermedad. Para el paciente con este trastorno, los sentimientos son muy vivos. Si tú no tienes depresión u otro trastorno mental, puede ser muy difícil identificarte con sus sentimientos. Lee libros o sitios web sobre la depresión, o habla con un consejero sobre la depresión.
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Recursos adicionales

Organización  Número telefónico  Dirección electrónica
SAPTEL - México 55 5259-8121 saptel.crlyc@gmail.com
Teléfono de la esperanza - España 91 459 00 50 madrid@telefonodelaesperanza.org
Asociación Ayuda - Argentina (11) 4822-9966 info@asociacionayuda.org
Teléfono de la esperanza - Colombia 57 4) 448 2945 medellin@telefonodelaesperanza.org
Teléfono de la esperanza - Perú 51 1 273 8026 lima@telefonodelaesperanza.org
Teléfono de la esperanza - Chile 56 4222 1200 chillan@telefonodelaesperanza.org
Teléfono de la esperanza - Venezuela 0241-8433308 telefonodelaesperanzavenezuela@gmail.com
24 Hour - Crisis Clinic Line - USA 866-427-CRISIS (4747) info@crisisclinic.org
Centro Aysana - Ecuador 84 0040 08 aysanapsicoterapia@gmail.com
Teléfono de la esperanza - Bolivia 902 500 002 secretariageneral@telefonodelaesperanza.org
Depression Recovery Group -- customer_service@depressionrecoverygroups.com
BeFrienders Worldwide -- info@befrienders.org

Consejos

  • Recuérdale a tu ser querido que nunca estará solo y que si necesita conversar con alguien, tú lo apoyarás.
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Advertencias

  • Observa posibles gestos o amenazas suicidas. Las oraciones como “Desearía estar muerto” o “Ya no quiero vivir” deben tomarse seriamente. Los pacientes de depresión que hablan sobre el suicidio no lo hacen para llamar la atención. Si la persona que te preocupa tiene tendencias suicidas, asegúrate de informarle a un médico o profesional capacitado cuanto antes.
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Acerca de este wikiHow

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