Este artículo fue coescrito por Christopher Lucchese. Christopher Lucchese es un sommelier certificado afiliado a Home Somm, una empresa con sede en Los Ángeles, California, que realiza catas privadas de vino, educación y combinación de cenas y vino. Christopher también fue sommelier en Bourbon Steak de Michael Mina, un restaurante con clasificación Michelin durante tres años. Él es un estudiante del diploma de nivel 4 con el WSET (Wine & Spirit Education Trust). También es un sommelier certificado por Court of Master Sommeliers y se ha entrenado con el Wine Scholar Guild y The Culinary Institute of America. Estudió dos semestres en UC Davis para vinificación, viticultura y enología.
Este artículo ha sido visto 7172 veces.
El vino y el queso son una excelente combinación para las fiestas tanto formales como informales. El proceso de preparar vino y queso abarca decidir los tipos de cada uno que vayas a servir, conseguir una buena variedad de cada uno y asegurarte de servirlos de la forma correcta. Por fortuna, después de que sepas cómo servir correctamente una variedad atractiva de vinos y quesos, es fácil planificar una fiesta de vinos y quesos.
Pasos
Método 1
Método 1 de 2:Planificar una fiesta de vinos y quesos
-
1Envía invitaciones con unas semanas de anticipación para tener un conteo. Después de saber la cantidad de personas que vayan a asistir a la fiesta, sabrás cuánto vino, queso y otras cosas deberás comprar. En lo posible, llama a las personas y pregúntales si quieren ir a tu fiesta de forma que puedas saber lo más pronto posible si asistirán.[1]
- Asimismo, puedes enviar invitaciones digitales por mensaje de texto, correo electrónico o redes sociales. Si puedes, no envíes invitaciones por correo postal, ya que esto podría dar la impresión de ser demasiado formal.
-
2Pídeles a los invitados que lleven un vino o bebida que no sea vino que sean sus favoritos. Asegúrales que también proporcionarás vino y que no deben sentirse presionados de llevar alguna bebida en particular. Esta tan solo constituye una forma de asegurar que todos los asistentes a la fiesta tengan algo que les guste beber.[2]
- Ten cuidado de no presionar a nadie a que traiga una bebida. Los invitados no deben sentir que tienen que llevar algo a la fiesta para poder asistir.
-
3Asegúrate de que haya como mínimo 3 copas por persona. Debe haber una copa para vino tinto, una para vino blanco y un vaso para el agua. En caso de que quieras que se vea particularmente sofisticado, utiliza copas hechas de manera específica para beber vino tinto o blanco.[3]
- Las copas para el vino tinto tienen un fuste más corto y una boca más amplia. Estas copas permiten que los vinos tintos intensos se aireen conforme el vino se va consumiendo.
- Las copas para el vino blanco tienen un fuste más largo y una boca más alta y esbelta. Considera la posibilidad de enfriar las copas de vino blanco para que el vino se mantenga frío al verterlo.
Consejo: si quieres obtener los mejores resultados, ten cuidado de que también haya un enfriador de vino a un lado de la mesa para que el vino blanco se mantenga a una temperatura óptima para servir. Existen algunos enfriadores que tienen compartimientos de temperaturas separadas para guardar vinos tintos y blancos.
-
4Elige alrededor de 6 quesos distintos que tengan distintas densidades. Esto ayudará a que el banquete de quesos tenga una amplia selección en términos del sabor y también de la textura en la boca. Apunta a que haya como mínimo 1 queso suave, 2 quesos duros, 2 quesos semiduros y un queso azul cremoso.[4]
- Algunos ejemplos de quesos suaves son el feta, el brie y el camembert.
- Algunos ejemplos de quesos duros son el parmesano y el pecorino.
- Algunos ejemplos de quesos semiduros son el provolone, el gouda y el cheddar.
- Algunos ejemplos de quesos azules son el roquefort y el gorgonzola.
-
5Ten cuidado de que haya un rango en el sabor de los quesos, de suave a fuerte. Servir diversos quesos asegura que todos los invitados puedan encontrar algo que se adapte a su paladar. En caso de que sirvas queso como la comida principal en la reunión, empieza por entre 5 y 7 variedades y añade 1 variedad por cada 10 invitados adicionales.[5]
- Opta por algunos quesos suaves (por ejemplo, un mozzarella de búfala fresco que tenga un sabor suave y una textura cremosa) y elige otros que tengan sabores fuertes (por ejemplo, un havarti de hierbas). De este modo, permites que los invitados experimenten la diferencia entre los quesos suaves y fuertes de diversas regiones.
- Ofrece como mínimo un queso que sea comúnmente conocido por cada queso que sea menos conocido. Por ejemplo, prepara un queso cheddar o suizo en caso de que vayas a ofrecer un havarti o emmentaler. De este modo, los invitados que no estén familiarizados con variedades de queso más raras tendrán algo de un sabor conocido.
-
6Apunta a comprar 15 g (1/2 onza) de queso por persona y por queso. Esto debe ser aproximadamente suficiente queso para cada persona que haya en la fiesta. En caso de que no tengas la intención de ofrecer ninguna otra comida o esperes que la fiesta dure más de entre 2 y 3 horas, compra un poco de queso adicional por si acaso los invitados quieran más comida.[6]
- Por ejemplo, en caso de que vaya a haber 6 personas en total en la fiesta y tengas la intención de servir 6 quesos distintos, debes comprar 90 g (3 onzas) de cada tipo de queso. Entonces, la cantidad total de queso que comprarías sería 540 g (18 onzas).
-
7Opta por 2 o 3 vinos tintos diferentes que mariden bien con el queso. Si quieres obtener los mejores resultados, consigue algunos vinos afrutados y ligeramente dulces en lugar de vinos más salados. Entre los vinos tintos que maridan bien con diversos quesos se encuentran el pinot noir, el cabernet y el malbec. Estos son algunos ejemplos de vinos tintos que combinan bien con quesos específicos:[7]
- oporto con queso azul
- cabernet sauvignon con gouda añejado
- malbec con cheddar añejado
- pinot noir con brie
CONSEJO DE ESPECIALISTASommelier certificadoChristopher Lucchese es un sommelier certificado afiliado a Home Somm, una empresa con sede en Los Ángeles, California, que realiza catas privadas de vino, educación y combinación de cenas y vino. Christopher también fue sommelier en Bourbon Steak de Michael Mina, un restaurante con clasificación Michelin durante tres años. Él es un estudiante del diploma de nivel 4 con el WSET (Wine & Spirit Education Trust). También es un sommelier certificado por Court of Master Sommeliers y se ha entrenado con el Wine Scholar Guild y The Culinary Institute of America. Estudió dos semestres en UC Davis para vinificación, viticultura y enología.Christopher Lucchese
Sommelier certificadoCombina los quesos de sabores intensos con vinos de sabores intensos y viceversa. Por ejemplo, los quesos intensos como el azul combinan mejor con un vino fortificado como el roquefort en lugar de un vino más suave como el pinot gris. Los quesos más ligeros y cremosos deben combinarse con vinos de sabores más suaves.
-
8Compra también algunos vinos blancos de forma que haya un poco de variedad en tu fiesta. Haz el intento de comprar la misma cantidad de vinos tintos y blancos por si acaso a alguno de tus invitados le guste uno más que el otro. Entre los vinos blancos que combinan bien con el queso se encuentran el prosecco y el chardonnay. Estos son algunos ejemplos específicos de combinaciones de vino blanco y queso:[8]
- prosecco con parmesano
- chardonnay con gruyer
- riesling con requesón
- mozzarella con pinot gris
-
9Consigue también un poco de comida para picar para tus invitados. Combina la selección de quesos con galletas saladas, rodajas redondas de pan, uvas o rodajas de fruta. Esto ayudará a realzar los sabores de los quesos. Asimismo, las nueces sin sal y los panes integrales y galletas saladas ayudarán a limpiar el paladar entre las selecciones de vino y queso.[9]
- Complementa los quesos italianos clásicos (por ejemplo, el asiago o el reggiano) con condimentos italianos (por ejemplo, aceitunas o cubos de pan sumergidos en aceite de oliva con hierbas).
- Combina los quesos de sabor fuerte o salados (por ejemplo, el azul, el feta y el gorgonzola) con miel, uvas o bayas para equilibrar los sabores salados y dulces. Los quesos suaves como el brie combinan bien con condimentos cuyas texturas contrasten (por ejemplo, las galletas saladas o el pan tostado).
- Los quesos de cabra y de oveja combinan bien con las pecanas, nueces o almendras caramelizadas o saladas. Asimismo, los quesos de vaca y de cabra combinan bien con el chorizo o el jamón serrano.
Anuncio
Método 2
Método 2 de 2:Servir vino y queso
-
1
-
2Mantén los vinos blancos fríos antes de servirlos y al momento de servirlos. Sirve los vinos blancos de cuerpo completo como el chardonnay y los vinos tintos más ligeros como el pinot noir a una temperatura ligeramente por debajo de la temperatura ambiente regular. Deja enfriar el vino en el refrigerador por unas horas o de un día para otro y déjalo reposar a temperatura ambiente por alrededor de 45 minutos antes de servirlo.[11]
- Los vinos blancos más ligeros, como el pinot gris y el sauvignon blanc, deben dejarse enfriar hasta justo antes de servirlos. Guárdalos en un refrigerador o armario de vino que los mantenga a alrededor de 11 °C (52 °F).
- Usa una cubeta de hielo fría o un refrigerador de vino en la mesa para servir para mantener fríos los vinos blancos hasta cuando los viertas.
-
3Airea el vino antes de servirlo para sacar a relucir su sabor. Esto es de particular importancia con las variedades más jóvenes de vino tinto. Para airear el vino, puedes exponerlo al aire en un decantador o una copa grande de vino.[12]
- Vierte el vino en un decantador, el cual es un recipiente de vidrio que tiene un cuerpo ancho y una boca estrecha, para exponer el vino a la cantidad máxima de oxígeno. Al decantar vinos tintos, inclina lo menos posible la botella de vino. De este modo, la mayor parte del sedimento permanecerá en la botella y no en el decantador.
- Asimismo, puedes airear el vino si lo viertes en una licuadora y usas la opción de pulso a la velocidad máxima por entre 15 y 30 segundos.
- Debes airear los vinos tintos oscuros que tengan muchos taninos (por ejemplo, el shiraz) por entre 1 y 2 horas antes de servirlos para así reducir el sabor tánico.
-
4Sirve los quesos suaves en trozos enteros del tamaño de un bocado. En el caso de los quesos suaves y que están recubiertos por una corteza dura (por ejemplo, el brie), lo mejor es servirlos enteros o mantenerlos intactos hasta que se consuman. Coloca el redondel entero sobre una fuente para servir fría junto con un cuchillo para queso que los invitados puedan usar para untar el queso sobre fruta o galletas saladas. La fuente fría evitará que los quesos suaves chorreen.[13]
-
5Corta los quesos duros en rodajas para que a los invitados les sea más fácil comerlos. Con un cuchillo afilado y no dentado, corta los quesos duros en rodajas de alrededor de 6 mm (0,25 pulgadas) de grosor. Corta obleas delgadas de los quesos que tengan forma de cuña. A los quesos que se desmenucen (por ejemplo, el azul) se les puede dar forma de trozos pequeños del tamaño de un bocado.[14]
- Sirve los quesos duros sobre tablas de cortar de madera por si acaso tus invitados quieran cortarlos aún más. Coloca estas tablas sobre una superficie pareja con un cuchillo para queso separado para cada selección.
-
6Dispón los quesos según la intensidad del sabor del más suave al más fuerte. Para hacerlo de la mejor forma, coloca los quesos sobre varias fuentes distintas. Mantén juntos en una fuente los quesos de sabores más intensos (por ejemplo, el cheddar añejado y el brie), en tanto que colocas los quesos más suaves y no añejados (por ejemplo, el mozzarella) en una fuente aparte.[15]
- Organiza los quesos en sentido horario alrededor del borde del plato. Coloca el queso más suave en la parte superior y el resto de los quesos alrededor del plato en orden del más suave al más fuerte.
- Si quieres obtener los mejores resultados, deja que todos los quesos alcancen la temperatura ambiente alrededor de media hora antes de servirlos para realzar sus sabores.
Consejo: los sabores de los quesos que se preparan y luego se añejan antes de servirlos (por ejemplo, el cheddar y el azul) se intensifican al añejarse. Por esta razón, los quesos no añejados suelen tener sabores más suaves que las variedades añejadas.
Anuncio
Referencias
- ↑ http://atreatsaffair.com/wine-and-cheese-party-tips-to-host/
- ↑ https://savoringtoday.com/7-tips-for-hosting-a-wine-cheese-party/
- ↑ https://savoringtoday.com/7-tips-for-hosting-a-wine-cheese-party/
- ↑ http://atreatsaffair.com/wine-and-cheese-party-tips-to-host/
- ↑ https://myfoodstory.com/ultimate-wine-cheese-board-budget/
- ↑ https://savoringtoday.com/7-tips-for-hosting-a-wine-cheese-party/
- ↑ https://www.cottercrunch.com/wine-and-cheese-party/
- ↑ https://www.cottercrunch.com/wine-and-cheese-party/
- ↑ https://myfoodstory.com/ultimate-wine-cheese-board-budget/
- ↑ http://atreatsaffair.com/wine-and-cheese-party-tips-to-host/
- ↑ http://atreatsaffair.com/wine-and-cheese-party-tips-to-host/
- ↑ http://atreatsaffair.com/wine-and-cheese-party-tips-to-host/
- ↑ https://www.cottercrunch.com/wine-and-cheese-party/
- ↑ https://www.cottercrunch.com/wine-and-cheese-party/
- ↑ https://myfoodstory.com/ultimate-wine-cheese-board-budget/